Por Roberto Suárez
En un nuevo aniversario seguimos sintiendo que lo importante no es llegar sino cómo se llega, y al igual que en el primer aniversario, podemos decir que llegamos cumpliendo. Cumplimos con nuestros ideales. El más importante era hacer del buen periodismo un negocio interesante. Basándonos en el sentido ético que establecimos desde nuestra fundación, reivindicando la cultura de la libertad y, por ende, la idea de una sociedad adulta, informada, con capacidad para resistir las diversas formas de manipulación.
En estos 21 años Jornada informó con criterio de rigor periodístico y definió como sus enemigos, el sensacionalismo, el amarillismo y la búsqueda del impacto fácil.
Nacimos como un diario sin costo para el lector, porque pensábamos que la prensa gratuita se convertiría en realidad y está en auge en todo el mundo, es una estrella más de la Galaxia Gutenberg, que no ha dejado de expandirse desde su nacimiento.
Un diario de esas características, como Jornada, fue una solución perfecta como concepto de prensa escrita, porque es útil con toda la información necesaria, objetivo, global, con sustancia en la información y en los análisis de coyuntura, con periodistas competentes y con columnistas de primer nivel intelectual, que expresan con libertad y amplitud sus pensamientos.
En un ámbito muy difícil, pero con mucha fe para sobrevivir y prosperar en la era de la revolución de la información y los nuevos medios y herramientas periodísticas, y con las profundas modificaciones en los hábitos de los lectores, seguimos creciendo. 20 años estuvo nuestro diario impreso en las manos de los mendocinos. Los altos costos y el vuelco de las audiencias a las nuevas tecnologías nos llevaron a apuntalar el Diario digital, las redes y nuestra Radio.
En Jornada en estos años pensamos que la íntima relación con nuestra audiencia debe renovarse y alimentarse. Crecer no es tener más contenidos sino tener más calidad. Sin dejar de establecer y cumplir con las tres grandes banderas que ondean en la existencia del diario: la imparcialidad informativa, la objetividad y la independencia, que le ha permitido alcanzar el respeto de los mendocinos.
Así fuimos logrando con nuestras plataformas una audiencia multitarget.
Todo ello bajo el pensamiento de un periodismo transversal, independiente que no se identifica con ningún tipo de atadura ideológica. Son medios dirigidos al ciudadano.
Con la melancolía de las etapas que se cierran seguimos recogiendo recuerdos del tiempo ilusionante del 2003 cuando nacimos, y seguimos hoy haciendo un medio pegado a la piel de una provincia siempre pujante, pero con la piel compleja de este país y de los grandes debates del mundo.
A diferencia de la provincia donde la libertad de prensa es respetada, el país de estos tiempos se ha convertido en un lugar hostil para ejercer el periodismo en libertad. Hemos comprobado que la libertad de prensa acaba en donde empiezan los intereses del presidente de la república.
Milei ha lanzado una campaña de intimidación contra los periodistas como nunca lo hizo un mandatario en los 40 años de democracia que vivimos.
No tengo ninguna duda que nos encontramos con el mayor acoso público a la libertad de prensa desde una instancia de poder institucional en Argentina desde hace muchos años. Para llevarlo a cabo es preciso tener una fuerte sensación de impunidad en el reciente apoyo mayoritario que tuvo al ser electo presidente y contar con autodenominados medios de comunicación que difunden la mercancía que le pasa sin un mínimo ejercicio profesional de contraste, saltándose cualquier regla de los protocolos que definen a este oficio.
No es un asunto menor. Dejar pasar la gravedad de este intento de intimidación supondría asumir que las prácticas dictatoriales son ya parte de la relación entre poder y prensa.
La mayoría absoluta alcanzada en las elecciones de 2023 confiere amplios poderes a Javier Milei, pero estos no incluyen mentir y pretender vivir ajeno al ojo público cuando se cometen errores desde las decisiones gubernamentales. La amplia corte que lo acompaña con palmas y aplausos desde que dispone de ese poder político y económico ha podido hacerle perder el sentido de la realidad. Pero la realidad sigue ahí, debe gobernar para todos los argentinos.
Desde Jornada nos solidarizamos con los colegas atacados en estos cinco meses de gobierno y como corresponde apoyando al ecosistema plural de medios propio de las democracias liberales, pero con un sólido compromiso con los hechos, con el dato de calidad y puesto en contexto.
Como escribió Pepa Bueno, en el País de Madrid, cuando ante ataques también a la prensa, sostuvo que “ Sin tantas proximidades ni sutilezas, convengamos también que cualquier politólogo eminente –desde Oxford hasta Harvard y La Sorbona–, o cualquier columnista de fondo –desde el The New York Times hasta The Guardian, Le Figaro o Le Monde-, descuentan que Trump, Bolsonaro, Meloni y los dirigentes españoles de Vox forman una Internacional del populismo de derecha, y que Javier Milei es la última y más rutilante estrella que se inscribe orgullosamente en esa movida global”, afirma la directora del Diario Español.
Nosotros a partir de estos 21 años seguiremos implementando la cercanía, la militancia en la democracia, los derechos humanos, la igualdad y la convivencia.
El compromiso con el periodismo de calidad son nuestra causa. Periodismo es lo que merece ser publicado. No lo merecen las llamadas ‘fake news’, ese burdo intento de hacer pasar por noticia lo que es su antítesis: la calumnia, la mentira interesada. La misión del periodista es servir noticias contrastadas. No cejaremos en ese empeño.
Con el agradecimiento a los anunciantes, que nos eligen como medio seguro y eficaz para llegar a una inmensa audiencia; y, sobre todo, a ustedes, los lectores y oyentes que confían en nosotros para informarse y que nos sostienen con su fidelidad y su aliento en nuestra apasionante misión de informa.