Por Roberto Suárez
En diciembre de 1981 la crisis económica se agudizaba. El comandante en jefe del ejército, Leopoldo Fortunato Galtieri desplazó a Viola y asumió como presidente de la república. Este hecho puso de manifiesto el agravamiento de las tensiones en el interior de las fuerzas armadas, como consecuencia de la agudización de la crisis económica.
Al mismo tiempo, partidos políticos y algunas organizaciones sindicales organizan acciones de protesta que fueron reprimidas violentamente.
Aquel "Asado del siglo", el desmesurado acontecimiento gastronómico-político que puso a Victorica en boca de todo el país cuando la dictadura militar buscaba desesperadamente una salida a la acelerada descomposición que sufría luego de seis años de sangrienta irrupción. Los militares agasajados aquélla vez aún, no habían mostrado toda su capacidad para derramar sangre argentina como "solución" a los problemas del país. En pocos meses lanzarían a la Argentina a una guerra irracional que costó la vida de centenares de jóvenes conscriptos y cuadros enviados improvisadamente a un frente de batalla contra uno de los ejércitos más poderosos del planeta.
No fue casualidad que Leopoldo Fortunato Galtieri eligiera Victorica para hacer desde allí un virtual lanzamiento político. Como militar coincidía con buena parte de la oligarquía local, en la reivindicación de la tradición que la recuerda no solo como la primera población de La Pampa, sino que fue una fundación militar, un asentamiento castrense convertido luego en pueblo cuando concluyó la campaña militar que expulsó, mató o sojuzgó a los habitantes de esas tierras.
“Asado del Siglo”, contó con la presencia de más de 15 mil personas. Se realizó en el Parque Los Pisaderos y fue un claro respaldo popular para que Galtieri lanzara desde el primer pueblo de La Pampa su partido oficial. Además, fue la antesala de avivar al pueblo y justificar y tapar el genocidio del Terrorismo de Estado en la declaración de combatir con las fuerzas armadas a Inglaterra en la recuperación de las Islas Malvinas, ya que la guerra llegó dos meses después de la visita a Victorica.
En ese asado varios políticos se incorporaron a la dictadura militar. Fue el partido Demócrata de Mendoza, hoy aliado de Milei, quien llevó una gran delegación para luego incorporarse al gobierno del proceso. Así fue que Bonifacio Cejuela fue designado como interventor de Mendoza por el gobierno de facto a principios de 1982. Se convirtió así en el primer gobernador civil del “proceso”. Cejuela conformó todo su gabinete con gente proveniente del PD. El mando le fue cedido por Rolando Ghisani, brigadier de la Fuerza Aérea. El momento más duro de su gobierno lo vivió tras una marcha de la CGT en la que falleció el dirigente obrero minero Benedicto Ortiz, tras una fuerte represión ordenada por su gobierno. Mientras que otro dirigente del partido mendocino, Amadeo Frugoli, ocupaba el cargo de ministro de defensa de la Nación, como hoy Petri.
El otro hecho histórico es el que Javier Milei agasajó el martes por la noche con un asado en la Quinta de Olivos a los diputados que blindaron el veto a la reforma jubilatoria. El mandatario ofició de anfitrión en la residencia presidencial, mientras afuera se llevaba adelante una protesta de jubilados, adentro se festejaba el haber vetado el aumento a los “viejos meados”, como nos llaman los libertarios a los jubilados.
Milei, en ese marco, les pidió unidad de ahora en adelante. "Hagamos todos juntos un scrum", sostuvo el Jefe de Estado al tomar la palabra desde la residencia oficial.
Antes, Milei los llamó "héroes" a los 87 legisladores que vetaron la modificación y los convocó a Olivos para agasajarlos. Pero “Los Héroes” tuvieron que pagar el cubierto de 20.000 pesos por cabeza.
Por esa cifra el menú incluyó una entrada, un corte de carne y vino, agua o gaseosa, y según trascendió los invitados debieron abonar con tarjeta de débito, de acuerdo con un posteo de Adorni en la red social X.
El presidente había logrado un resultado que le evitó una derrota y consolidó un bloque suficiente para consolidarse como “escudo legislativo” a futuros intentos opositores de imponer la mayoría agravada de dos tercios.
Por cierto que no fue un agasajo a “Héroes”. Héroes fueron aquellos patriotas que ofrendaron sus vidas en Malvinas en una decisión tomada luego de aquel otro asado el del “Siglo” en Victorica.