Por Lacho Meilán
El domingo pasado los mendocinos acudieron finalmente a las urnas para votar qué candidatos jugarán en la general del próximo 24 de septiembre, cuando haya que elegir Gobernador y vice; legisladores provinciales, e intendentes y concejales en 11 departamentos (los otros 7 lo harán el 3 de ese mismo mes).
Fue una elección muy esperada por quienes se postulaban a alguna candidatura. Pero también lo fue porque se la considera una verdadera “encuesta” sobre cómo está el humor de la ciudadanía con respecto a la política.
Es que algunos sondeos hablaban de que prácticamente el 70% de las personas sentía “hartazgo”, “enojo” o “desazón”, frente a la situación de crisis y, principalmente, sobre la clase política. Aunque no había criterios unificados. El consultor Elbio Rodríguez, había dicho en los micrófonos de Radio Jornada que según sus números “no hay tanto enojo como parece” y había destacado que sólo “entre un 15 y un 18% de la gente” mostraba enojo o bronca “con algún político en particular”.
Pues bien, los resultados oficiales permiten sacar algunas conclusiones. La primera es que prácticamente el 34% de la gente no fue a votar a las PASO, lo que podría indicar un marcado desinterés cívico, que podría traducirse en una forma de mostrar el “enojo” con la política y los políticos.
Las causas de las ausencias pueden haber sido muchas, es cierto. Pero un faltazo tan marcado es notable. Que sólo el 66,32% (987.360 votantes de un total de 1.488.736 en padrón) haya cumplido con el deber de votar, es un porcentaje bajo. Dicho de otro modo: más de medio millón de mendocinos (501.376 personas) no fue a votar.
Otro número llamativo es el de los votos en blanco. Esta modalidad es considerada un voto válido y queda reservada para las personas que deciden sufragar, pero prefieren no elegir a nadie, porque nadie los convence. En esta PASO provincial, 62.351 personas se expresaron así. Es decir que el 6,31% de los votantes no se sintieron representados por ningún precandidato.
Si se suman las personas que no votaron (34%) y las que votaron en blanco (más del 6%), se puede inferir que el 40% de la población mendocina no tiene el mejor humor político actualmente.
Está claro que se trata de una inferencia subjetiva. Y que las razones, sobre todo entre los que faltaron, pueden ser numerosas, desde no tener la obligación de votar (como los que tienen entre 16 y 18 años y los mayores de 70) hasta los que estuvieron a más de 500 km o sufren algún problema de salud, por citar algunos ejemplos.
Pero también es lícito pensar que ese 40% de las personas responde de alguna forma al “enojo”, “desazón” o el “hartazgo” que no pocos encuestadores señalan.
La incomodidad del voto nulo
Un punto aparte merece el voto nulo que, según la mayoría de los análisis, se relaciona en esta oportunidad con las dificultades que hubo para entender el sistema de boleta única. Fueron 61.949 (6,27%) las personas que “no entendieron” el sistema o cometieron algún error. En las PASO de los siete municipios que adelantaron su votación (el pasado 30 de abril), este porcentaje fue mayor. Alrededor del 8%.
Es difícil incorporar este porcentaje a la medición del “humor” social. Pero indudablemente ha sido un dato al menos incómodo para la clase política, porque como sea, terminan siendo menos votos efectivos que en más de un caso, podrían haber modificado resultados ajustados.
General Alvear, el menos participativo
Los datos suministrados por el escrutinio provisorio de la Junta Electoral de Mendoza, no permiten ver con certeza la votación en cada departamento, salvo en el caso específico de la elección de candidatos a intendentes y concejales.
Con esa base, es posible observar cómo fue la participación en esos 11 departamentos en las PASO del domingo.
General Alvear fue el que contó con menos asistencia, ya que allí acudió a las urnas sólo el 62,19% de las personas habilitadas en el padrón. Le siguió Malargüe, con 65,63% y muy de cerca, Godoy Cruz, adonde fue a votar el 65,84% de los habilitados.
En contraposición, los departamentos del Este fueron los que mayor participación alcanzaron. En Junín llegó a las urnas el 72,33% de los electores. Y en Rivadavia, el 70,29% de los empadronados. Luján se subió al podio con el 69,67%, casi empatando con Tupungato, donde votó el 69,53% de las personas en condiciones de sufragar.