Por Luis Abrego
"Estamos felices que casi el 40% de los votantes de Cambia Mendoza nos haya elegido a nosotros" dijo anoche un exultante Luis Petri, cuando los resultados oficiales fueron confirmando lo que horas antes había comenzado a circular de manera informal: el triunfo del frente oficialista con un gran aporte suyo, y dentro de ello, la imposición de Alfredo Cornejo como el candidato para las generales de setiembre.
Las PASO ratificaron así la fortaleza del Frente Cambia Mendoza (FCM) y despejaron el camino para el retorno de Cornejo a la Gobernación. Sin embargo, suponen a la vez, el encendido de luces de alerta hacia un modo de construcción que fue cuestionado por propios y ajenos. Algo así como un respaldo al oficialismo pero con un expreso pedido de aggiornamiento. "Cambio dentro del cambio", acotó Petri en declaraciones periodísticas.
Es que la figura de Petri, haciendo uso de la herramienta que plantean las elecciones primarias, tuvo una sorpresiva perfomance dentro de Cambia Mendoza con una campaña basada en la supuesta quietud de una coalición que gobierna la provincia desde 2015. Pero siempre sin dejar dudas respecto de su pertenencia a este espacio y -en paralelo- también con duras críticas hacia la escisión generada por Omar De Marchi y Daniel Orozco.
Así lo había expresado en la campaña y lo ratificó anoche. Incluso cuando aseguró que su pelea ahora será incluir sus propuestas en la plataforma de Cornejo.
La Unión Mendocina (LUM) tuvo un debut más que aceptable, pero por debajo de sus expectativas, aunque anoche De Marchi intentara que la comparación no fuera de frente a frente, sino de candidato a candidato. Esa será su estrategia: polarizar con Cornejo y captar el voto "anti", provenga de donde provenga.
Así fue su construcción contrarreloj y así será la interpretación que le dé a la campaña de cara a las generales, aunque tenga por delante la difícil tarea de remontar los más de 20 puntos de quienes pudiendo elegirlo ahora no lo hicieron, para poder descontar así muchos votos que si bien no fueron todos a Cornejo, sí lo hicieron al frente que indudablemente postula al ex gobernador.
Preocupante el desempeño del peronismo que cayó al tercer lugar en las preferencias, incluso lejos de su piso histórico. Una implosión que seguramente abrirá nuevos debates ya que cuestiona seriamente el posicionamiento del PJ en la última década. En especial, la falta de un proyecto estrictamente provincial, distante de las olas nacionales, y que en su versión kirchnerista, lo ha alejado cada vez más del favor de los mendocinos.
Por lo demás, tanto el Partido Verde (PV) como el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) estarían también en condiciones de competir en las generales, pero en todos los casos, con la inestimable participación ciudadana en la determinación de candidatos y en el ordenamiento de la oferta electoral hacia dentro de los frentes.
Si el lugar común previo a los comicios indicaba que las PASO serían la mejor encuesta sobre la opinión del electorado, queda claro entonces que hay conformidad mayoritaria con el rumbo reciente de Mendoza, pero con un importante pedido de ajustes en su implementación. El resto, cómo se reacomodará el voto en el nuevo escenario, será objeto de nuevas estrategias y consideraciones para las que habrá más tiempo, y más adelante, más campaña. Por ahora, sólo un paso que nada define pero que a todos interpela.