Por Lacho Meilán
Si se le pregunta a cualquier mendocino común sobre qué opina de que mayo haya sido todo un éxito económico para la provincia, seguramente se alegrará, pero al mismo tiempo dirá: “Ojalá que esto le llegue a la gente”.
Pues bien. Hay razones para alegrarse. Mendoza tuvo un mayo histórico en materia de turismo, sobre todo de la mano del deporte.
Se dice que en los diez días que Mendoza albergó a la competencia del Mundial Sub-20, ingresaron a la provincia unos 2 millones de dólares, a partir de la visita de miles de turistas que llegaron para presenciar los 14 partidos del Mundial Sub 20 que se jugaron en el Malvinas Argentinas.
Ese ingreso fue el resultado de, según lo informado, la contratación de “4.500 noches” en hoteles de 4 y 5 estrellas, tal como lo explicaron desde la Cámara de Turismo de Mendoza, y de todo lo que gastaron los foráneos en nuestra provincia, que se supone, rondó los 450 dólares diarios.
“El Sub 20 fue mucho más importante de lo que nos imaginamos”, le aseguró el titular de esa Cámara, Arturo González Martín, a Jornada. Según el empresario, este Mundial “nos puso en una vidriera global porque sirvió de promoción de Mendoza como destino, para que todos hablen de nosotros”. Y eso sucedió “en mayo, un mes de temporada baja”.
El evento deportivo, de acuerdo con datos informados por el propio Gobierno provincial, dio empleo directo a unas 300 personas, tanto de AFA, de FIFA y de la propia gestión gubernamental. E incluso permitió que 160 voluntarios pudieran participar y rozarse con gente de distintos puntos del planeta.
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Por vía indirecta es prácticamente imposible contar cuántas personas trabajaron, pero si se tiene en cuenta que además de hoteles, los visitantes almorzaron, cenaron e hicieron compras, sin dudas que el resultado es más que satisfactorio.
Pero esos diez días de mundial sólo fueron una parte del paquete de mayo. Para el Ejecutivo mendocino el mes fue “histórico” porque “se rompió la estacionalidad turística” de un mes habitualmente de baja temporada, ya que alcanzó en promedio “un 90% de ocupación hotelera” durante el fin de semana extra largo del 25 al 28 “con picos del 95% para el área metropolitana”, tal como lo explicaron desde el Ministerio de Cultura y Turismo.
Los referentes del sector incluso, ponderaron “un congreso de cardiología” que comenzó el último día del mes de mayo, lo que permitió mantener alto el número de visitantes.
Con estas cifras entonces, sin dudas que la provincia debe alegrarse. Y hasta puede servir para que los afligidos mendocinos renueven su esperanza.
Sobre todo cuando las noticias de la “gente común” van exactamente en sentido contrario. Esta semana nos enteramos, de acuerdo con un estudio de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), que el 54% de los argentinos recurre a alguna fuente de financiamiento para subsistir. Pero de ese total, el 64% apela a las compras en cuotas con tarjetas de crédito para adquirir mercaderías, es decir, se endeuda para alimentarse.
También se corroboró que quienes alquilan, a partir del primer día de este mes de junio, tienen que pagar un 100% de incremento con respecto a lo que pagaba el año pasado.
Y en términos de la inflación que parece nunca mermar, algunas consultoras le otorgan a mayo un índice de precios al consumidor que puede variar “entre 8,5% y 9%”, es decir que podría superar al duro 8,4% de abril, que fue récord en los últimos 32 años, según los propios datos del INDEC.
Entonces, que haya buenas noticias, al menos en lo turístico y económico para la provincia, sin dudas le da esperanzas al común de los habitantes. Por eso es casi lógico esperar que, sobre los ingresos que dejó el exitoso mayo, muchos mendocinos se atrevan a decir: “Ojalá que eso le llegue a la gente”.