Por Sergio Levinsky, desde Doha
Ya no hay más tiempo. Tras casi cuatro años y medio de espera, llegó el momento tan esperado cuando a las 13 horas de mañana (7 de la Argentina) la Selección debutará ante Arabia Saudita en el estadio Lusail con el objetivo de conseguir un título mundial que se le niega desde 1986, cuando obtuvo el segundo y último, ahora con la conducción, como desde hace cuatro torneos, de su emblema, capitán y gran figura, Lionel Messi.
No sólo los argentinos esperan con ansias este debut, sino una gran parte del planeta futbolístico que ansía que el rosarino gane el Mundial y como capitán levante la Copa del Mundo porque aman su kjuego, que deslumbró por casi dos décadas con maravillas pocas veces vistas que lo colocaron entre los tres genios de la historia de este deporte junto con Pelé y Diego Armando Maradona.
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También será el primer Mundial sin Maradona, fallecido el 25 de noviembre de 2020 y por lo que apenas por pocos días no se cumplirá exactamente el segundo aniversario de su desaparición física y cuando aún resuenan los ecos de la polémica por la que el Gobierno argentino intentó que el equipo luciera en Lusail un brazalete negro en homenaje a Hebe de Bonafini, una de las líderes de las Madres de Plaza de Mayo, fallecida en las últimas horas a los 94 años, pero aunque la AFA elevó el pedido de autorización a la FIFA, ésta lo denegó.
El entrenador de la selección argentina, Lionel Scaloni, trató de bajar los decibeles sobre la tan extendida candidatura albiceleste al título según muchos analistas al señalar en la obligada conferencia de prensa formal del día anterior a los partidos del Mundial que hay “hasta diez” equipos que podrían conseguir levantar la Copa en Qatar y dio razones técnicas para explicar el por qué de las convocatorias de Ángel Correa y Thiago Almada en lugar de Nicolás Gonzàlez y Joaquín Correa,m que debieron abandonar la concentración de la Universidad de Qatar al no estar al cien por ciento de sus condiciones físicas según el cuerpo técnico.
Aunque el equipo no está confirmado, crecen las versiones de que ante Arabia Saudita (conjunto que fue líder en el grupo clasificatorio asiático y cuyos jugadores vienen entrenándose juntos hace mucho tiempo bajo la conducción del francés Hervé Reunard), saldría a la cancha con Emiliano Martínez en el arco, Nahuel Molina, Cristian Romero, Niocolás Otamendi y Nicolás Tagliafico en la defensa, Alejandro Gómez, Leandro Paredes, Rodrigo De Paul y Ángel Di María como volantes, y Lionel Messi y Lautaro Martínez como delanteros, en un dibujo táctico de 4-4-1-1.
El árbitro será el esloveno Slavko Vincic, quien hace un mes protagonizó una fuerte polémica cuando según la prensa catalana, perjudicó al Fútbol Club Barcelona ante el Inter en San Siro, lo que terminó contribuyendo a la eliminación de los catalanes de la UEFA Champions League en la fase de grupos.
También Messi estuvo presente en la conferencia de prensa, en la que sostuvo que se siente más maduro y que quiere disfrutar “de lo que seguramente será mi último Mundial”, nada menos que el quinto de su carrera, tras haber participado en Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018, y dijo que trata de que sus compañeros sientan lo mismo, “porque uno no se da cuenta de las cosas y los años pasan y hay que disfrutar de estar jugando un Mundial”.
El equipo argentino lleva 36 partidos sin perder, aunque muchos de ellos fueron ante rivales latinoamericanos y muy pocos, ante europeos, lo cual genera un gran signo de pregunta sobre qué sucederá en un torneo tan exigente como éste cuando deba enfrentarse a europeos, y cuánto afectó al plantel que haya sufrido tres salidas (sumando la salida de Giovani Lo Celso, por lesión en el Villarreal) a tan poco del inicio de la Copa del Mundo.
También es la primera vez, desde Estados Unidos 1994, que un plantel argentino llega a un Mundial habiendo ganado títulos, en este caso dos, la Copa América 2021 en Brasil y la Finalissima ante Italia en Wembley durante este año.
Ya se terminan las palabras y en unas horas, la selección argentina habrá debutado en el Mundial, y la mayoría de los reflectores se centrarán en Messi en su búsqueda de su primer Mundial de mayores, luego de ganar el sub-20 en 2005 y la medalla dorada olímpica en 2008 y cuando se trata del máximo goleador del equipo albiceleste en su historia.
Llegó la hora de la verdad.