Por Roberto Suárez, Especial para Jornada
“No se va a ir, quiere cumplir con las metas que se propuso”, aseguró una amiga argentina que mantiene diálogo frecuente con él. La abdicación del jefe máximo es un trauma para El Vaticano, el Estado soberano más pequeño del mundo, 44 hectáreas repletas de historia, arte y conspiraciones, como corresponde a una teocracia organizada bajo la forma de monarquía absolutista en la que el líder es elegido por sufragio limitado.
Sin dudas que el papa Francisco es un ejemplo de liderazgo que admiran mandatarios de distintos países, presidentes de grandes empresas y conductores de otras religiones. En las universidades, el Papa es cada vez más citado en libros y artículos académicos sobre gestión y liderazgo. ¿Cuáles son las razones? ¿De dónde surge su modelo de conducción?
El ex director ejecutivo de JP Morgan Chris Lowney, autor del libro “Pope Francis: Why He Leads The Way He Leads” (‘Papa Francisco: Por qué lidera en la forma en que lo hace’), explica que el argentino Jorge Mario Bergoglio es un líder auténtico porque basa su liderazgo en los cuatro pilares de su orden religiosa: amor, ingenio, valentía y autoconocimiento.
Hace diez años, la fumata blanca anunciaba que el cardenal argentino era el nuevo líder espiritual de 1.200 millones de católicos en el mundo.
En su primera aparición, en la bendición “urbi et orbi” (“a la ciudad y al mundo”), dijo: “Me parece que mis hermanos cardenales lo han ido a buscar casi al fin del mundo”.
En este período, el Papa Francisco ha electrizado a la Iglesia y atraído a legiones de admiradores no-católicos al establecer enérgicamente un nuevo rumbo en la conducción de la iglesia católica. Lamentablemente las críticas más fuertes a su gestión vienen de nuestro país, su país, en el marco de la fuerte división política y social, llamada la “grieta”, que atraviesa a toda la sociedad, y aún perdura desde más de diez años.
Una de las obsesiones de Bergoglio desde siempre pasa por evitar que la Iglesia católica sea instrumento del poder político. Cuando ve otras Iglesias sometidas al poder de turno, la molestia lo gana. Es lo que le sucedió, por ejemplo, con el patriarca Kiril, de la Iglesia ortodoxa.
El Papa reside en Roma, claro, pero por primera vez en la historia se lo interpreta y entiende en América Latina, más precisamente en Argentina, de un modo imposible de hacer en El Vaticano. Bergoglio fue un personaje clave en las últimas décadas en Argentina. Sigue conectado, sigue hablando, sigue interesado en todo. Lee emails y contesta algunos casi de inmediato. Son muchos los argentinos que lo visitan y conversan con él de los más variados temas. En los últimos días previos al aniversario recibió a varios medios de nuestro país.
Muchos opinan en Argentina que Bergoglio es peronista. A uno de los periodistas que lo entrevistaron le dijo: “Nunca estuve afiliado al partido peronista, ni siquiera fui militante o simpatizante del peronismo”, asegura.
“Pero en la hipótesis de tener una concepción peronista de la política, ¿qué tendría de malo?”, añadió.
El papa Francisco logró en este decenio un liderazgo vanguardista tras haber respaldado la unión civil entre personas del mismo sexo por primera vez como pontífice en una entrevista para el documental “Francesco”, que se estrenó en el Festival de Cine de Roma, hace tres años.
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso”, ha apuntado el Papa Francisco en el filme, sobre su aproximación a la pastoral.
Cómo ve su futuro el Pontífice hincha de San Lorenzo: buscando que los mecanismos que puso en marcha sean efectivos, para garantizar la transparencia de las finanzas del Vaticano, y también para luchar contra los abusos sexuales. Él dijo a los periodistas que era consciente de que iba a ser imposible que nunca ocurriera nada, pero que confiaba en que estos mecanismos permitan detectar y combatir esa plaga que tanto le preocupa.
Y si la salud se lo sigue permitiendo, Francisco buscará cumplir con algo que es su convicción, pero que también le pidió el fallecido cardenal brasileño Cláudio Hummes aquel 13 de marzo de 2013, mientras lo abrazaba segundos después de escuchar ambos que el nuevo Papa llegaba desde el fin del mundo: “No te olvides de los pobres”.
En el mundo se interpreta que el Papa argentino ha hecho una iglesia más universal, y lo destacan como un gran líder en la última década. Para nosotros es todo un orgullo que sea nuestro compatriota.