Por Luis Martínez, Redacción Jornada
“Agua que no has de beber, déjala correr”, reza el viejo refrán. Pero resulta que hoy por hoy dejarla correr tiene un costo ante la colocación de medidores por parte de Aysam.
Sabido es que el consumo del agua enfrenta la gran problemática ante una emergencia hídrica que llegó para quedarse en la provincia. Ante esta situación las autoridades analizan distintas medidas para aplicar en busca de un gran objetivo que es bajar claramente el consumo por persona.
Ante esto reconocen el mal estado de gran parte de la red de distribución en por lo menos 1500 km de los más de 8.000 que tiene la provincia, en algunos casos con cañerías con una antigüedad que puede llegar o superar los 80 años.
En “Lado A”, el matinal de radio Jornada (FM 91.9), Alejandro Gallego, titular de Aysam, señaló “De los 8.500 kilómetros de red que administra la empresa, “1.500 se encuentran en mal estado” y se estima que entre 2021 y 2022 se van a terminar de remplazar 200 kilómetros de redes. “Además, estamos planteando que en 2022 y 2023 vamos a llegar a 400 kilómetros de redes remplazadas”, agregó.
“La empresa siempre ha tenido medidores, pero muy poco, hoy el 10% de nuestros usuarios tienen medidores, es decir, 40 mil usuarios solo tienen medidores y este proyecto importante que estamos llevando a cabo implica llevar estos 40 mil usuarios a 60 mil, incorporar 20 mil medidores en el corte plazo. Y la otra noticia muy importante de este proyecto es que estos medidores van a tener tele medición, eso significa que nosotros vamos a poder estar viendo la medición semanalmente las viviendas lo que nos permite avisar al usuario cuando tiene un problema en la vivienda lo que es muy bueno para no detectar pérdidas que no se ven y después viene una tarifa muy alta y la tele medición resuelve esos problemas que generalmente tenemos cuando la medición se hace una vez por mes”, señaló.
Gallego agregó “Con esta experiencia vamos a poder contar con más información. Pero lo que nos dice la experiencia internacional es que el solo hecho de tener medidor implica una baja en el consumo de por lo menos el 10%. Luego teniendo más información, facturando con el medidor y teniendo señales económicas la baja en el consumo estaría entre el 20 y el 30%”.
Consultado sobre el consumo actual indicó “hoy hay dos medidas que hay que tener en cuenta. Una es cuanto se está produciendo que es más o menos 800 litros día habitante y, después, lo que la gente consume en sus viviendas que está más o menos 400 litros por habitante. Tenemos dos grandes pérdidas. Uno el trayecto desde la planta potabilizadora a la vivienda, ahí tenemos redes que están en mal estado y estamos trabajando para mejorarla, tenemos 1500 kilómetros en mal estado. Y después cuando llegamos a la vivienda los problemas que hay dentro. Ese último problema es lo que vienen a resolver los medidores. El objetivo último es producir menos agua y para ser eficiente y poder dar el mismo servicio hay que mejorar el estado de la red y poner medidores para tener consumidores más informados. Con estas dos acciones deberíamos poder bajar los 800 litros en por lo menos un 30% con inversiones que necesitamos para los próximos cuatro años de 250 millones de dólares”.
Agregó “estamos construyendo plantas como la de Malargüe que no tiene planta de tratamiento de efluentes. Una licitación que estamos adjudicando que es la ampliación de la planta de agua de Alto Godoy que va a mejorar el servicio en todo el Gran Mendoza, es una inversión casi de 12 mil millones de pesos y que se va a estar ejecutando en los próximos tres años apuntando al déficit de servicio que tenemos en la zona del Oeste como El Challao, el oeste de Las Heras y el oeste de Godoy Cruz. Todas las obras de agua y saneamiento son de largo plazo”, dijo.
“La Legislatura nos autorizó un endeudamiento para un master plan de agua con una nueva planta en Álvarez Condarco y casi 120 kilómetros de redes con una inversión de más de 100 millones de dólares, pero que con las condiciones macro económicas actuales pedir ese endeudamiento es poco probable”, adelantó.
“Lo que veo es que la Legislatura está autorizando grandes inversiones en este sector cosa que no sucedía en los últimos 20 años y los gobernadores, tanto Cornejo como Suarez, han mandado presupuestos importantes para agua y saneamiento”, sostuvo.
Sobre los medidores indicó “vemos que la gente es muy receptiva a estos cambios, pero son inversiones muy importantes, por ejemplo, estos 20 mil medidores es una inversión de 8 millones de dólares. Estos medidores el usuario no los va a pagar. No es la idea poner medidores para recaudar más. La idea es que el usuario resuelva el problema que tenga en su casa y que siga pagando lo mismo que viene pagando, pero tener un control de los problemas”, puntualizó.
Concientización y control para el cuidado del agua y del bolsillo, ambos por estas épocas escasos y de alto requerimiento. A cuidar el agua entonces y la platita también.