El paro de este jueves 9 de mayo es el 44° que realiza la clase sindical argentina desde el regreso de la Democracia, en 1983. Se trata de una convocatoria de la CGT (Confederación General del Trabajo) que reafirma la predilección del movimiento obrero de protestar contra gobiernos que en su mayoría no son peronistas.
Así lo demuestran distintos informes y los propios números. De hecho, una estadística elaborada por la Universidad Austral en diciembre pasado (cuando todavía eran 42 los paros de la historia reciente), daba cuenta de que hasta ese momento, los gobiernos peronistas sólo habían tenido 16 paros en contra, mientras que los de otro color político suman, sumaban 26. Con el de hoy, y junto al del 24 de enero pasado, ya son 28 las protestas similares contra gobiernos que no son del PJ.
Raúl Alfonsín fue quien sufrió más huelgas generales, con 13 en total, en una gestión que duró 5 años y medio (renunció 6 meses antes de finalizar el mandato, cuando ya había sido elegido (el 14 de mayo de 1989), el justicialista Carlos Menem. La hiperinflación de esa época generó los reclamos más airados de la clase obrera y aceleró la salida del llamado “Padre de la Democracia”.
El mandato de Menem en tanto, que duró 10 años -tras la reforma constitucional que aprobó la reelección presidencial-, tuvo 8 paros en contra. En ese tiempo, el reclamo mayor la falta de empleo y la tendencia “neoliberal” del riojano, a quien los propios militantes justicialistas tildaban de “no peronista”.
Fernando de la Rúa tuvo el mismo número de paros (8) en su gestión, pero en apenas dos años (asumió en diciembre de 1999 y tuvo una caótica retirada en diciembre de 2001). Los reclamos fueron principalmente por mantener las políticas neoliberales menemistas, en un contexto de recesión económica, con ajustes poco soportables y la consecuente falta de empleo, cuando la sociedad pedía un viraje en el rumbo económico.
En el nuevo siglo, y luego de los dos paros que se le hicieron al justicialista Eduardo Duhalde, el advenimiento del peronismo kirchnerita también tuvo protestas con paros, aunque en mucha menor medida. Néstor Kirchner sólo sufrió uno, en sus cuatro años de gestión. Fue el 7 de abril de 2007 (sobre el final de su mandato) en protesta por la muerte del docente neuquino Carlos Fuentealba, aunque en un proceso paritario nacional donde el Gobierno retaceaba incrementos salariales ante los reclamos gremiales.
Su esposa, Cristina Fernández, que presidió el país durante 8 años, tuvo 5 huelgas generales. De ese total, la del 9 de abril de 2014 fue quizás la más fuerte. Encabezada por el camionero Hugo Moyano, el movimiento sindical protestó contra la inflación ascendente (40% anual) y la falta de poder adquisitivo.
Igual cantidad de paros (5) padeció Mauricio Macri, aunque su presidencia duró la mitad de tiempo que su antecesora. En este caso, también la inflación, el desempleo creciente y la falta de capacidad salarial fueron los principales motivos.
En tanto que Alberto Fernández (que gobernó junto con Cristina Fernández), y a pesar de haber llegado a niveles históricos de inflación y descontento en la población, no tuvo ningún paro promovido masivamente por las centrales obreras.
Milei va por su récord y afianza la protesta del PJ
En la historia de los últimos 41 años democráticos, el récord de paros lo ostenta Alfonsín, a quien el movimiento obrero le generó una huelga general cada 157 días en toda su gestión.
Sin embargo, Javier Milei aparece en lo que ya puede considerarse un récord, dado que en apenas 5 meses, asiste a la segunda protesta general organizada por los principales sindicatos del país. Es que desde el paro convocado por la CGT el 24 de enero pasado, apenas han transcurrido 107 días.
Por otro lado, no son pocos los que consideran que este paro es “ideológico” más que por necesidad.
Es que Milei sigue estando en la preferencia de la sociedad. En estos días se han conocido encuestas que lo mantienen con imagen favorable. En el país, la consultora CB informó que en abril alcanzó 52,6% de las preferencias de la gente, incluso mejorando un punto desde marzo. En Mendoza en tanto, donde logró 72% de los votos en el balotaje de noviembre, esa imagen positiva asciende al 63%.
Por otro lado, no pocos coinciden en que tanto los gremios como las organizaciones sociales que apoyan la medida de fuerza de hoy, comulgan en su mayoría con el peronismo (además de los partidos de Izquierda), lo que termina reafirmando el favoritismo de quienes hoy promueven el paro.
Dicho de otro modo: la de hoy es una huelga general que amplía los reclamos históricos contra gestiones no peronistas.