Por Luis Abrego
Esta semana Mendoza se convirtió en el epicentro de la política nacional al recibir a 6 precandidatos presidenciales de los que el domingo 13 empezarán a dirimir en las PASO la sucesión de Alberto Fernández.
La referencia parece casual, sin embargo, alberga la trascendencia de un distrito codiciado y cargado de simbolismo tanto para oficialistas como opositores.
La referencia parece casual, sin embargo, alberga la trascendencia de un distrito codiciado y cargado de simbolismo tanto para oficialistas como opositores.
Por ello, el desfile incluyó desde Jesús Escobar (Libres del Sur) que intenta demostrar aquí que esos socios locales del Frente Cambia Mendoza (FCM) tienen peso propio y -especialmente- un proyecto más allá de la interna de Juntos por el Cambio (JxC). Lo que implicó, para esta elección nacional, esta opción en solitario y lejos de Alfredo Cornejo al que han acompañado desde 2015.
Justamente, el cornejismo se dividió en estos días para atender las visitas tanto de Patricia Bullrich como de Horacio Rodríguez Larreta, quienes, pese a sus diferencias, han acordado aquí una lista en común, aunque con algunas particularidades. Bullrich mostró rigidez en sus invitados a la foto; Larreta pretende ser la contracara y abrió el juego a quienes lo deseen.
Patricia sólo caminó con aquellos candidatos locales que le han expresado su apoyo; Horacio se mostró con todos y principalmente por el intendente capitalino Ulpiano Suarez.
Más allá de cómo termine la contienda nacional en este frente, Yayo Suárez ha dado una clara señal de autonomía, al diferenciarse del mayoritario "Grupo Malbec" que domina en las preferencias de los dirigentes mendocinos en su respaldo a Bullrich. No son pocos quienes piensan que en realidad lo que está explicitándose en esta ocasión no es ni más ni menos que la próxima pelea radical por la Gobernación en 2027. Habrá que ver.
Por el lado de Unión por la Patria (UxP), Juan Grabois pasó la semana anterior y Sergio Massa vino con los puños cargados de polémicas, que también parecen destinadas a dar oxígeno a un debilitado peronismo local, castigado tras la elección provincial y que apuesta al aire que la competencia nacional le pueda insuflar para salir del tercer puesto. Por ello, no sorprendieron los estudiados dardos que el fallido ministro y postulante del kichnerismo deslizó aquí al apuntar a los fondos de Portezuelo del Viento y las acciones de IMPSA.
Un terreno incómodo para quienes deben cargar a cuestas con la gestión de Alberto Fernández quien con su laudo a favor de La Pampa echó por tierra la construcción de la presa (y con ello, la inmovilización de los fondos). Frente a esta decisión presidencial, Rodolfo Suarez destinó 21 millones de dólares para constituir un fondo en el exterior para "preservar su valor" y resguardarlo de un eventual manotazo de un gobierno falto de dólares por todos lados. Una operatoria denunciada por la diputada nacional kirchnerista Marisa Uceda pero de la que no ha habido mayores noticias hasta esta vuelta a escena que ejecutó, quirúrgicamente, Massa.
Respecto de las acciones, el compromiso inicial de Mendoza para cumplir el salvataje de la empresa (sólo eso) era que una vez normalizada, salir de la metalmecánica creada por la familia Pescarmona. Y así lo está haciendo, tras invertir 5 millones de dólares que ahora busca recuperar con la venta de las acciones. Desde abril la Provincia está encarando esa opción, que la anteojera ideológica del kirchnerismo, que Massa sobreactúa para conseguir el voto duro K, puede sugerir que IMPSA sólo es factible con una gestión estatal.
El cordobés Juan Schiaretti (Hacemos Unidos) también se suma a la lista para empezar a cerrar una semana repleta de figuras en busca de convencer con su propuesta de un peronismo lejos del kirchnerismo que lo llevó recientemente a retener su provincia. Una aventura destinada a mostrar un camino alternativo para el resto del PJ al que consideran "cooptado" por el cristinismo y La Cámpora, pero que sin embargo no ha conseguido mayores adhesiones.
Tras presentar su plan de gobierno, Javier Millei (La Libertad Avanza) completa la nómina de visitas anunciadas, en este caso, con el soporte local del Partido Demócrata (PD) en una apuesta más para salir del largo distanciamiento que los gansos tienen con el voto mayoritario de los mendocinos. ¿Podrá ser el excéntrico economista el arma de seducción negada durante tanto tiempo para recobrar el lustre perdido? Tal vez.
En una semana más, las internas quedarán dirimidas, las incógnitas despejadas y los candidatos establecidos para el tramo final. Pero especialmente, se comprobará el humor social y el ránking de preferencias del electorado (por espacios y nombres propios) que comience a definir el resultado de las elecciones generales del 22 de octubre.
Lo que aquí suceda al respecto no será determinante, pero sí representativo de lo que los mendocinos han decodificado de la política en este tiempo. Sobre esa base, será momento entonces de otras conclusiones que ahora no vienen al caso. La ansiedad suele ser amiga del error.