Luján Sport Club no solo intenta dar lo mejor en la tabla de posiciones de la LMF, sino que batalla un proceso de recuperación en planificación de obras para el crecimiento de su institución, luego de su abandono y deterioro de años atrás, cuando este espacio estaba bajo la presidencia de Ivan Ponce. Si bien el "El Grana" y los padres viene desarrollando actividades en conjunto para la recaudación de fondos del "Jardín del Bajo", a veces pareciera que este sueño se pincha por el mal de la delincuencia.
Recientemente, el club de los lujaninos sufrió un nuevo golpe por el accionar de los malvivientes. El hecho ocurrió el lunes y se trata de un importante robo de material de iluminaria, más de 50 metros de tela olímpica, cableado de la cancha de césped sintético y cableado de la cancha de futsal. El golpe de los delincuentes no solo es económico, sino que también es emocional, debido a que no es la primera vez que ocurre un hecho de esta magnitud.
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"A menos de un mes de presentar el predio a los padres jugadores y socios, sufrimos el robo de 50 metros de tela olímpica. Y también, en primera hora de la mañana del lunes, detrás de las tribunas que dan al río Mendoza y a 20 metros de la comisaría nueva, nos robaron reflectores y el cableado completo de la cancha de sintético. Y, detrás de la cancha de Futsal, se llevaron el cableado donde se iba a colocar el tablero eléctrico", expresa un comunicado de la comisión directiva lamentando el hecho.
"¿Cómo seguimos? ¿Cómo se repone este daño? Realmente es difícil y no entendemos porque le hacen este daño a un club", expresa la publicación en redes sociales del club lujanino.
En junio del 2020, la institución fue saqueada por delincuentes que, en la noche, se alzaron con 20 postes de las canchas auxiliares que dan hacia el sector sur del estadio principal. Por estos días, la preocupación no solo es por robos que sufre el club, sino por la inseguridad cuando los jugadores y jugadoras salen de entrenar.
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Si bien en la zona no hace mucho está la nueva sede de la Comisaria N° 11, para los padres y encargados del club esto resulta insignificante debido a los recientes hechos de inseguridad. Lo cierto es que la distancia entre la jefatura policial y el club es de 20 metros, pero esto pareciera no importarles a los malvivientes para que hagan de las suyas.