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Así gana el Real Madrid

Ya no es noticia y sin embargo, lo es en otro sentido. El Real Madrid se consagró campeón mundial por quinta vez, desde que el torneo se juega con el formato que incluye la presencia de los ganadores de las copas continentales, pero por octava ocasión si tomamos en cuenta aquellas Copas Intercontinentales que se llegaron a disputar desde 1960, entre el campeón sudamericano y el europeo.

11/02/2023 23:25
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Por Sergio Levinsky, desde Rabat

Los ocho títulos que lo consagraron como el mejor equipo del planeta del año ya son abrumadores, pero más aún si se tiene en cuenta lo que ocurrió desde 1998, cuando ganó su primera Liga de Campeones de Europa en treinta y dos años (la última la había conseguido en 1966 con el equipo llamado “Yeyé”). Desde entonces, al vencer en la Intercontinental en Japón a Vasco da Gama, comenzó una sucesión de éxitos que se profundizó desde la temporada 2000/2001 con la llegada a la presidencia del club blanco de Florentino Pérez y el concepto de “Los Galácticos”, súper estrellas que llegaron para generar un marketimg mucho mayor hasta convertir al Real Madrid en una enorme potencia futbolística.

 

Lo cierto es que con infinidad de críticas que se le puedan formular a Florentino Pérez (uno de los empresarios más poderosos de España como principal accionista de “Aceros y Dragados”), el Real Madrid ganó cinco Mundiales de clubes, seis Ligas de Campeones de Europa  y cinco Supercopas de Europa. En total de títulos internacionales, los blancos encabezan la tabla histórica con 29 conquistas (14 Champions, 8 Mundiales, 5 Supercopas de Europa y 2 Europa Leagues (ex Copa UEFA), seguido del egipcio Al Ahly (cuarto en el torneo que acaba de finalizar al caer 4-2 ante el Flamengo horas antes de la final, en Tánger), con 24, Barcelona con 20, y Boca, Independiente y Milan con 18.

 

En este caso, el Real Madrid se terminó imponiendo con claridad a los sauditas del Al Hilal, dirigidos por Ramón Díaz, con un contundente 5-3 en el que siempre estuvo arriba en el marcador, con dos tantos de su gran figura, el brasileño Vinicius Junior (que se hizo acreedor al Balón de Oro como mejor jugador del campeonato), otros dos del uruguayo Fernando Valverde, y el restante de Karim Benzema, quien estuvo en duda hasta el final porque se está recuperando de una larga lesión (que lo marginó del Mundial de Qatar) y que ni siquiera estuvo en Marruecos para la semifinal ante el Al Ahly.

El Real Madrid se lució en varios momentos del partido, generando una ovación de gran parte de los cuarenta y cinco mil espectadores presentes en un repleto estadio Moulay Abdellah de Rabat, aún cuando su entrenador italiano Carlo Ancelotti, no contó con varios de sus jugadores titulares en el sector defensivo. No estuvieron (por lesión) ni su gran arquero Thibaut Courtois, ni su marcador central Eder Militao ni su lateral izquierdo Ferland Mendy, pero es tal su recambio que ingresaron por ellos Andriy Lunin, Antonio Rüdiger y Edouard Camavinga, que si bien es volante central, se adaptó desde hace varias semanas a jugar como lateral izquierdo, sin que se sintiera demasiado la diferencia.

 

El Real Madrid sabe como jugar esta clase de partidos, y ya se convirtió en natural que al terminar una final suene su himno, “Madrid y nada más, Hala Madrid” como una costumbre, al punto de que sólo Boca interrumpió el festejo en  aquel recordado partido de Japón en 2000 cuando Carlos Bianchi era el entrenador xeneize.

 

Al margen, hay que rescatar el trabajo de Al Hilal durante todo el torneo. Comenzó desde muy lejos, en cuartos de final, levantando a falta de dos minutos lo que parecía una segura derrota ante el local Wydad Casablanca. La entrada del argentino Luciano Vietto provocó un penal que terminó siendo el empate que obligó al alargue y los penales, que le dieron el pase a la semifinal, y allí sorprendió eliminando al poderoso Flamengo con un 3-2 notable, y otra vez Vietto participando con dos penales que provocó más un golazo.

Pero ya en la final, se encontró con un Real Madrid inexpugnable y por momentos lujoso, con un sistema de 3-5-2, con apenas tres defensores y Camavinga retrocediendo al lateral izquioerdo desde la mitad de la cancha, con el “Pajarito” Valverde como comodín por la derecha entre volante y delantero, y con dos cracks en el ataque,. Nada menos que Vinicius y Benzema. Esto complicó mucho a Al Hilal, que se dio cuenta de que no había margen de error y terminó pagándolo caro, pero que de todos modos deja una buena imagen con sus tres goles, otra vez dos de Vietto (al cabo, Balón de Plata del torneo) y otro del franco-maliense Moussa Marega, que se perdió uno increíble y sin arquerio que pudo haber sido el 5-4 y acaso, con otro final de la historia.

 

Más allá de las diferencias generales de equipo (la sensación es que si bien el fútbol árabe ha crecido, le sigue faltando para el máximo nivel), un aspecto importante de la final fue el punch, la definición. El Real Madrid necesita pocos toques para llegar y marcar goles, porque tiene delanteros infalibles. En Al Hilal falta un nueve, un centro delantero que tenga una alta eficacia (dinero para fichar, no le falta) pero Vietto no lo es, es un nueve atrasado, y tampoco Marega, visto lo visto.

 

De todos modos, la actuación de Al Hilal relanza al mercado de élite a Ramón Díaz, que ya se convirtió en un trotamundos y que no se vería desentonando en una selección nacional de buen nivel. Lee bien los partidos, confía en un estilo ofensivo y sencillo y tiene mentalidad ganadora, Un buen cóctel.

Párrafo final para el Flamengo, y un nuevo fracaso para los clubes sudamericanos. La Conmebol y cada uno de los clubes que participan al más alto nivel en la Copa Libertadores deberán replantearse por qué de los últimos trece Mundiales de Clubes, seis veces (casi la mitad) no llegaron siquiera a la final. Algo no se está haciendo bien y desde aquí venimos insistiendo en que si se va a copiar el modelo europeo de juego, no va a funcionar porque la idiosincracia es diferente. Allí no se apuesta a la gambeta sino al pase. Desde el otro lado del Océano Atlántico se juega diferente: se encara más, se utiliza el uno contra uno, se corre menos y se juega más. Cuando se enfrentan el original y la copia, por lo general gana el original.

 

El Flamengo viene haciendo un notable esfuerzo económico para atraer jugadores brasileños de gran trayectoria en Europa, sumados a muy buenos jugadores sudamericanos de otros países, pero los planteos de su entrenador portugués Vitor Pereira no fueron acertados y la derrota en semnifinales ante el Al Hilal pegó muy duro en sus hinchas.

 

Mientras la FIFA piensa si seguir con este modelo de Mundial de Clubes por dos años más, y si luego podrá implementar otro de 32equipos (que no parece nada fácil porque requiere de más semanas y la UEFA no quiere ceder a sus equipos) para 2025, en las tribunas se sigue cantando aquello de “Así gana el Madrid”, algo natural en un club demasiado acostumbrado a ganar.

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Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista Diario Jornada.

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