Por Luis Martínez, Redacción Jornada
Para algunos los números eran más accesibles mientras que para otros las materias vinculadas a las ciencias sociales o naturales nos resultaban más “amigables”. Y así íbamos pasando de año con alguna que otra materia que sacábamos en diciembre o marzo de acuerdo al nivel de dificultad que enfrentábamos.
Los años pasan y los cambios llegan. Es así que las autoridades nacionales toman una investigación del Observatorio Argentinos por la Educación que analizó las estadísticas oficiales (Relevamiento Anual de Escuelas y la prueba Aprender de 2019) de la camada de alumnos que arrancó 1er. grado en 2009 y que debió terminar el último año de la secundaria en 2020 para analizar la situación.
Encontraron que, a nivel país, de cada 100 estudiantes que empiezan la primaria, sólo 53 llegan al último año de la secundaria en el tiempo esperado; y apenas 16 logran niveles satisfactorios de aprendizaje en Lengua y Matemática.
Y también, que hay mucha diferencia según las provincias. Los porcentajes más altos de alumnos que llegan en tiempo y forma se registran en Ciudad de Buenos Aires (33%), Córdoba (24%) y Tierra del Fuego (21%).
Pero, además, encontraron un dato que preocupa y mucho. Los investigadores también encontraron muy altos niveles de repitencia: el 25% de los alumnos del último año de secundaria tienen más edad de la que debiera corresponder. El dato muestra que se produce un gran "desgranamiento" en el sistema educativo, es decir que, año tras año, hay alumnos que van repitiendo o abandonando los estudios. Algunos abandonan y retoman más adelante.
Mendoza ya hizo los cambios
Emilio Moreno, director de Escuelas Secundarias de Mendoza, dijo en “Juntos de mañana”, el matinal de radio Jornada (FM 91.9), que “el formato de tradicional de la secundaria que conocemos recordemos que no era una secundaria para todos como es ahora. Los avances de la tecnología han cambiado, el sujeto del aprendizaje los jóvenes son diferentes, el acceso a la información es diferente, hay muchos cambios”, señaló.
“Uno antes aprendía contenidos y duraba mucho tiempo. Hoy está saliendo de la secundaria y ya hay cambios tecnológicos y científicos por lo tanto el aprender como lo teníamos nosotros que duraba, ya no es tan así. Por lo tanto, hay que desarrollar la capacidad de aprender a aprender permanentemente. La nueva visión de secundaria, que ya no es tan nueva que ya venimos transitándola, se trata de formar a los jóvenes en competencias, no solo en contenidos”, indicó. “Y sí, a veces es aburrida la escuela secundaria, si hemos visto que da muy buenos resultados cuando se plantea la práctica pedagógica desde otro punto de vista sin descuidar la calidad de los aprendizajes y con el desarrollo de competencia”, aseguró.
"Se ha mejorado en cantidad de matrícula con 10.000 estudiantes más que los 65.000 que había en 2019, cifra que no responde a nuevos ingresos sino al haber podido retener a chicos de tercer, cuarto y quinto año". Este logro, según explicó, se debe "en primer lugar a la práctica pedagógica y también a la recuperación de saberes".
“La provincia ya viene haciendo una transformación. En el 2017 se establecen los COAS que fijan algunas pautas para ir avanzando en la secundaria que la sociedad hoy necesita, uno de esos es el trabajo docente, el régimen académico y logramos uno diferente en el 2019, Se eliminó la mesa tradicional por un proceso de un mes de recuperación de saberes con una evaluación formativa y continua. Esto no significa para nada bajar la calidad educativa ni hacerlo más fácil, el joven tiene que estar presente porque la presencialidad es fundamental para el proceso educativo y si no hay presencialidad no hay forma de avanzar. El chico que no concurre se pierde una gran parte del ciclo que después es imposible de recuperar”, aseguró.
Otro cambio fundamental fue el sistema de evaluación, "que ahora es formativo y continuo, y ya no existe el promedio dado que se tienen que aprobar todos los temas". "No es facilismo, sino que se aprueba cuando se aprende", afirmó.
Moreno indicó que en Mendoza se viene evaluando y observando que "la repitencia no tiene resultados positivos, y si bien no es que se vaya a eliminar, hay programas que van en sintonía con la recuperación de saberes, donde ya no se rinden en una mesa, sino que se acompaña a los estudiantes a través de un proceso".
Mendoza "eliminó el formato antiguo, elitista y conservador con clases expositivas donde solo hablaba el profesor y que ya no funciona, por la actitud activa del estudiante dentro del aula", destacó Moreno.
“Estamos logrando que estén aprendiendo un poco más, porque hemos mejorado la promoción estamos en un 83% a nivel provincial y tenemos que lograr es justamente eso, que el joven cuando salga de la secundaria salga con el contenido y las capacidades desarrolladas para que pueda sentarse en el mundo laboral, seguir la vida ciudadana, hacer su proyecto de vida y también proseguir sus estudios. Este desafío no se consigue de un día para otro”, sostuvo.
“Se hizo el concurso de concentración de docentes que es otro aspecto importante a tener en cuenta. Es bueno que el docente de secundaria no tenga cinco salas sino que tenga una o dos con todas sus horas concentradas que les permita afrontar el trabajo de otra manera”, sostuvo.
Una búsqueda de mejoras para contenidos y formas que permitan a los jóvenes adquirir conocimientos de una manera más práctica y atractiva. Los cambios ya están en marcha.