Por Luis Martínez, Redacción Jornada
La rara mezcla de la inmensidad del desierto y la majestuosidad de su arquitectura nos deja boquiabiertos. Es Qatar, la sede del próximo mundial donde el lujo avanzando sobre el mar y la arena nos muestra de lo que es capaz el ser humano.
Llegar a esas lejanas tierras será oneroso, muy oneroso para el grueso de los mortales por distancia y nivel de vida del lugar. Pero algunos igual viajarán y se encontrarán con maravillas inimaginables, pero también con hábitos y costumbres totalmente distintas a las que hay que tener cuidado de no quebrar o romper.
Ante esta situación en “Juntos de mañana”, el matinal de Radio Jornada (FM 91.9) hablamos con nuestro colega Ibrahim Kader de la cadena Al Jazzera que nos dio un rápido curso para entender muchas cosas de lo que nos espera con esta nueva edición de un mundial de fútbol, distinto.
Nos anticipó que a pesar de lo pequeño del país en cuanto a territorio el mundial va a ser “impactante y para la historia”, afirmó y agregó “es un país seguro y es seguro todo el día. A cualquier hora se puede caminar con el celular, la cámara, la familia, sin que nadie moleste es muy seguro y no hay ningún tipo de delito en los niveles que lamentablemente conocemos en Sudamérica”.
“Si es muy necesario manejar, hablar algo de inglés porque el mundo en Qatar afuera del árabe se maneja en inglés, quizás un poco de francés, pero principalmente es en inglés y hablarlo va a ayudar mucho a quien vaya”, indicó.
Más adelante, ingresó en algo que desde el mundo occidental debemos tener en cuenta, las costumbres. “Hay una clara diferencia sobre la mirada de la libertad, de qué se trata la libertad de cada uno y dónde termina una libertad y arrana la otra. Acá todo lo que tiene que ver con la vestimenta, con la acción pública por ejemplo banderazos habrá un poco más de control. Con el alcohol en la calle no hay por ahora ninguna regla para el mundial, pero, sabemos que está prohibido el alcohol en la calle”, señaló.
Otro gran tema será la demostración de afecto. “En la zona pública sea hombre con hombre, hombre con mujer o mujer con mujer, etc. es un tema que también tenemos restringido, es un poco menos demostrativo en comparación con Argentina, con Brasil o con Uruguay donde se reciben con un beso, con un abrazo. En nuestro mundo árabe esas demostraciones de afecto normalmente son más privadas. Nadie va a entrar a tu habitación para ver quién está en tu cama, pero sí en público hay más limitaciones”, afirmó.
En medio de una variada oferta que incluye aristas exóticas, le preguntamos que conviene a la hora de buscar un alojamiento para un bolsillo moderado y dijo “lo que conviene es buscar las ofertas de distintas empresas que están apareciendo hoy en día en Qatar. Por ejemplo, hay un paquete con Qatar héroes que te muestra cuánto sale el vuelo, la estadía para dos personas. Hay paquetes acá en la Argentina que son en pesos más accesibles y en cuotas. Tenemos en cuenta que la realidad cambiaria argentina es compleja”, dijo. “También están saliendo otras ofertas en los países vecinos de Qatar que tendrán un puente aéreo”, señaló.
Por último, explicó “el que va a ir tiene que tener en cuenta que es un viaje relativamente caro para un argentino del promedio. Es un viaje largo. Es un viaje de cambio de costumbres, es un viaje de cambio de idiomas, de cambio de horarios con seis horas de diferencia. Hay todo un mundo distinto de cultura. El que va a ir tiene que estar preparado para comer comida árabe que es muy rica y muy recomendable pero también va a encontrar todos los restaurantes del mundo, de los más baratos y más rápidos a los más top y más chic de moda y los chefs más renombraos, hay de todo. Yo calculo que para comer por día van a necesitar entre 45 a 60 dólares”.
Explicó además que hay un tema cultural muy sensible “un árabe, un catarí es muy difícil que invite a un hombre extranjero a entrar a su casa donde están su mujer, sus hijas o sus hijos. Quizás los extranjeros que viven en ese lugar acedan a esta modalidad”, dijo.
“También hay un proceso de autorizaciones para entrar al país durante el mundial. No es como hoy que cualquier argentino puede entrar libremente. En esa época habrá más restricciones porque no hay tanto espacio para recibir a tanta gente. El tema es la administración del espacio”, finalizó.
Cuántos llegarán para el mundial
Qatar, primer país árabe organizador de una Copa del Mundo de la FIFA, que recibirá cerca de 1,5 millones de visitantes entre el 20 de noviembre y 18 de diciembre próximo, "es bastante liberal" para la vestimenta de los turistas, afirmó Hassan Al Thawadi, secretario general del Comité Supremo de Entrega y Legado.
El funcionario qatarí señaló que "la idoneidad es la clave" para cumplir con el código de indumentaria en el país islámico, donde la exhibición de algunas partes del cuerpo supone una ofensa a la cultura local.
La vestimenta, todo un tema
En torno a la vestimenta, el funcionario consideró que "Qatar es bastante liberal para los residentes y turistas, las personas generalmente pueden usar la ropa que prefieran, pero esperamos que tanto hombres como mujeres vistan con modestia cuando visiten un museo, una mezquita o un edificio gubernamental", explico.
El concepto de modestia se consiste, por ejemplo, "en cubrirse hombros y rodillas", un requisito que no se exigirá en las playas ni en las piscinas de los hoteles. "Allí, el traje de baño está bien", aprobó el máximo responsable del CS. En contraste, la organización de Qatar 2022 alertó que "los aficionados que asistan a los partidos deben tener en cuenta que no estará permitido quitarse la camiseta en el estadio".
Durante el desarrollo de la Copa del Mundo, en el último mes del otoño qatarí, se esperan temperaturas promedio de 25 grados, con picos de 30, aunque los ocho estadios de la competencia tendrán sistema de refrigeración de alta tecnología donde todos estamos esperanzados con Messi y el título.
Maravilloso, exquisito destino para conjugar conocimiento, esparcimiento, cultura y fútbol. Desde este lado del mundo la valija tendrá lugar para volver con el preciado trofeo, la copa del mundo de la mano de nuestro más eximio futbolista, Lionel Messi. Pero, para los que de verdad puedan ir, será correr el velo y descubrir un mundo apasionante al que no habrá que faltarle el respeto rompiendo una cultura milenaria con rígidas formas de gobierno y religión.