Por Luis Martínez, Redacción Jornada
Donde antes existían grandes olivares hoy prosperan emprendimientos inmobiliarios. Todo ayuda y además de conseguir la Identidad Geográfica, un grande de la escena nacional como Juan Leyrado está en Mendoza presentando un trabajo de larga data y de su autoría, “Oliva”.
Según el INTA a partir de 1960 se inició una decadencia de la olivicultura argentina como consecuencia de la competencia con los aceites de girasol y maíz (en teoría más sanos y baratos), lo que provocó la caída de la rentabilidad de las explotaciones y, en consecuencia, el abandono de plantaciones o la reconversión mediante injerto con variedades de mesa o de doble aptitud. “Ya a principios de los 90 las principales provincias olivareras eran Mendoza, San Juan y Córdoba. En ellas se concentraba aproximadamente el 80% de la superficie cultivada, estimada en 29.600 ha, localizadas fundamentalmente en los departamentos de Pocito, Rawson, Rivadavia y Zonda en San Juan; Maipú, Lavalle y Junín en Mendoza y Cruz del Eje en Córdoba”.
De acuerdo a ese trabajo realizado por el INTA las variedades más utilizadas en las zonas olivícolas de la provincia son Arauco, Arbequina, Farga y Empeltre.
Mendoza finalmente presentó la etiqueta de seguridad para el aceite de oliva con sello IG. Mendoza, se convirtió en la primera región del continente americano en tener el sello Indicación Geográfica (IG) para sus aceites de oliva extra virgen.
Esta etiqueta, de validez mundial y estrictas medidas de seguridad, estará en 11 marcas que obtuvieron una certificación que hasta ahora solo lograron algunas regiones de la Unión Europea y Túnez, en África.
En radio Jornada (FM 91.9), Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo y miembro de Asolmen (Asociación Olivícola de Mendoza) nos explicó “tradicionalmente nuestra provincia siempre ha tenido un aceite de oliva de excelente calidad y en este caso hemos logrado la indicación geográfica que es un sello que se da a determinado producto de determinada región geográfica. Es una de las maneras con las que nosotros buscamos agregarle valor al producto. Porque talan olivos, sacan frutales y viñas para construir barrios privados y eso ha hecho que Mendoza que era la primera provincia productora olivícola del país pase al cuarto lugar detrás de San Juan, La Rioja y Catamarca”, señaló.
Le consultamos que beneficio otorga esto a la hora de comercializar y nos dijo “tiene fundamentalmente dos ventajas. Una es un argumento más de venta en el marco de las comidas saludables y la trazabilidad del producto y esto le da un respaldo muy importante porque se certifica la calidad no solo del producto final sino de las materias primas. Y en segundo lugar es que puede tener un 0,5% más de reintegro a las exportaciones”, indicó.
Un producto exquisito y saludable
De más está decir lo sabroso que es el aceite de oliva, cocinar con él da un toque especial, preparar ensaladas utilizándolo otorga un sabor diferencial. “Lo principal a tener en cuenta es que el aceite de oliva es un jugo, un jugo de aceitunas sin proceso químico como los aceites de grano, no quiere decir que sean malos, sino que los procesos son distintos y por eso es un producto muy natural, con muchísimas bondades, que tenemos que favorecer en el consumo porque estamos lejos de consumir lo que consume España o en otros países productores”, dijo Bustos Carra.
Para ilustrarnos informó que “en general en el país con mucha suerte se consumen 300 CC. per cápita y por año mientras que en España se consumen 10 litros per cápita y por año. Es muchísima la diferencia y llama la atención porque la mayoría somos descendientes de italianos o españoles”, indicó.
“Me bien acá a Mendoza y me puse a escribir lo primero de esta obra, estando acá y en los olivares y me impregné de todo esto y aprendí más y más. A partir de eso hicimos la obra que estrenamos antes de la pandemia en Mar del Plata con mucho éxito”, señaló Juan Leyrado en “Lado A” el matinal de radio Jornada (FM 91.9). “Apareció la posibilidad de hacerlo en el festival del aceite nuevo y dije yo lo hago, pero quiero que los actores, son cuatro, sean mendocinos, que el iluminador, el escenógrafo sean de Mendoza”, dijo.
“La historia del aceite es muy profunda y, además, por la nobleza del producto, un fruto que lo único que se hace es exprimirlo no se le agrega absolutamente nada, es lo más sano, lo más puro “, afirmó ratificando su gusto tanto que cuando sale a comer lleva su propio aceite de oliva.
Lo marcamos en reiteradas ocasiones. El crecimiento demográfico desordenado provoca que se avance sobre el cordón productivo dejando cada vez menos espacio para la producción. Afortunadamente con la ley de Ordenamiento Territorial esto tiende a cambiar de lo contrario llegará el momento en que el cemento predominará sobre la tierra cultivable y, allí estaremos en problemas. En tanto, el Ministerio de Economía de Mendoza, a través de la Subsecretaría de Agricultura y Ganadería, busca revertir ese panorama y avanza en la conformación de una línea de crédito específica orientada al sector olivícola, con el objetivo de ampliar en 3.000 hectáreas la superficie implantada con olivos en la provincia.
Mientras tanto, como hace Leyrado disfrutemos del exquisito aceite de oliva que tenemos en la provincia, envidia de muchos.