Por Luis Martínez, Redacción Jornada
Ante la discusión planteada por el fuerte incremento de los remedios con alto impacto en la billetera de todos y, en medio de dos realidades distintas como la que atraviesa la próspera industria de los laboratorios y, la dura realidad de las farmacias (reciben las quejas, no forman precios y, como si fuera poco, cada vez les queda menos margen de ganancias), es que consultamos a Mario Valestra, titular del Colegio Farmacéutico de Mendoza.
En “Juntos de mañana”, el matinal de Radio Jornada (FM 91.9) Valestra señaló “no somos los formadores de precios pero sí somos víctimas a la hora de poner la cara ante un aumento”.
Destacó que “el medicamento tiene el mismo precio desde Ushuaia a La Quiaca o desde Mendoza a CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires)” y afirmó que “se van a retraer los precios al uno de noviembre de los 10 laboratorios que aumentaron los precios durante este mes que aproximadamente subieron entre un 3 y un 5%.
Sobre el congelamiento explicó que este compromiso entre la industria y el Gobierno tiene dos factores: control y monitoreo. “El primero de ellos ya se hace, porque todo medicamento al ser dispensado debe validar una receta transmitiendo datos”, dijo. Aunque “lo que se agrega ahora es el monitoreo. Cada vez que se modifique una lista de precios, un laboratorio debe informar a la Anmat y a la secretaría de comercio. Ahí se va a tener un monitoreo de la evolución de los precios si es compatible al IPC”. “Me parece que es una medida muy importante para que no haya duda en relación a disparadas de precios”, concluyó.
¿Cómo funciona el sistema?
Valestra explicó cómo es el funcionamiento del sistema a la hora de comprar y vender los medicamentos. “Nosotros, la farmacia, cuando adquiere un medicamento, tiene un promedio de pago que ronda entre 7, 14 y 21 días cuando nosotros a la obra social estamos financiando a 60, 90 y hasta 120 días y en una época inflacionaria como la que tenemos a nadie le sirve los aumentos de precio, mucho menos a nosotros. Es decir, por un lado no formamos el precio y por otro nos vemos muy perjudicados cuando el medicamento aumenta en forma descontrolada cobrando a tres meses se licuó totalmente tu margen de ganancia”, señaló.
Agregó que las farmacias tienen márgenes muy chicos donde “si te atrasas para poder recuperar costos te come capital. Las farmacias chicas se ven altamente perjudicadas porque al no tener volumen de venta no consigue condiciones especiales para poder estirar los pagos. En general hay una situación muy difícil en el país”, puntualizó.
El otro problema de fondo
Aprovechó el diálogo para indicar que “nosotros apuntamos a un problema más de fondo relacionado con la salud. Nos parece que esto de congelamiento no era lo que queríamos porque tampoco es una solución al problema porque a la gente le cuesta cada vez más adquirir los medicamentos y eso ya es un tema de la economía en general, de la macroeconomía, de la sociedad argentina”.
Ante la consulta si hay caída de ventas respondió “sí, por supuesto que sí. Cuando hay una crisis económica es percepción que tiene la comunidad en general que lo último que se deja de consumir son alimentos y medicamentos no es así. La gente se priva de comprar cosas y se priva también de medicamentos que no sean estrictamente los esenciales. Hay una situación grave en perjuicio de la salud del paciente. Esto es muy grave pero hay un problema de fondo que es el poder adquisitivo de la gente. Ya no solo pasa porque el medicamento esté caro o barato. El verdadero problema hoy es el medicamento de alto costo y oncología que verdaderamente tiene un precio que saca de contexto a toda la seguridad social tanto pública como privada y no el medicamento ambulatorio”, expresó.
Notarán lo complejo de la situación que se ve afectada, como todo, por el constante aumento de precios. La inflación golpea fuerte y, en materia de medicamentos se nota mucho más. Altos precios ante bolsillos cada vez más escasos, una variante compleja que no deja ganadores, por el contrario, es una situación en donde sin dudas, todos perdemos.