Las manos son muy utilizadas en estos tiempos, bueno en todos los tiempos, han sido las protagonistas de la historia, todas las cosas que hace el hombre se valen de las manos para ser concretadas
Por Jorge Sosa, Redacción Jornada
Las grandes obras de la humanidad, incluso las antiguas, somo son las grande pirámides de Egipto no hubieran sido posible sin el uso de las manos.
Para todo nos sirve, desde prenderse un botón con el ojal hasta enfrentar a un enemigo con los puños cerrados. Son indispensables en cualquiera circunstancia. Me rasco y ahí están las manos, me peino y ahí están las manos, cocino y ahí están las manos, hago la vertical y ahí están las manos.
Poco seríamos, poco hubiésemos evolucionado si no hubieran estado las manos con nosotros. Por eso existía en la escuela pasada una materia que se llamaba “trabajos manuales”, que nos hizo hacer una hermosa canastita de mimbre que vaya a saber dónde la he guardado.
Las manos hablan y no solamente por la forma de moverlas, de manipularlas, hablan porque con las manos se concreta el lenguaje de señas que tanto bien le hacen a aquellos que tienen algún impedimento en la audición.
Sirven para todo, desde destapar una botella hasta escribir, sin ellas seríamos inservibles. Las manos fue uno de los inventos más significativos del hombre. Se pasó Dios con este detalle.
Nos traen mensajes del pasado, ahí están “las Cuevas de las Manos” en Santa Cruz donde nuestros antepasados nos dejaron señales de sus vidas impresos en las paredes cavernosas.
Hay distintos tipos de mano. Están las manos sutiles, armoniosas que generalmente les corresponde a las mujeres porque ellas atienden mucho el estado de sus manos y hasta se pintan las uñas para que aparezcan más llamativas, más apreciables.
Y están las manos gordas, casi deformadas, como su sapo embarazado que abarcan su buena superficie y tiene dedos grosos como si fueran codeguines adheridos a ellas.
Los dedos son los protagonistas. El índice es el más usado, sirve para tocar el timbre o para reventar espinillas. El del medio es el dedo insultativo con él podemos mandar mensajes de agresividad a algún semejante. El anular sirve para poner el anillo del casamiento o donde estaba el anillo de casamiento en caso de divorcio cometido. El dedo gordo es muy importante porque nos sirve para agarrar y esto es lo que nos diferencia de otras especies animales, podemos agarrar y eso significa que ponemos manipular instrumentos que fue lo que lo hizo crecer al hombre en esto que llamamos civilización. El meñique tiene poco uso, sirve para terminar el aplauso, o para rascarse el interior de la oreja cuando la oreja pica.
En esta época de pandemia las manos han adquirido inusitada importancia. Debemos tener cuidado con lo que tocamos, y debemos lavarlas cuántas veces sea posible para evitar contagios. Es fundamental. Para el saludo también porque ahora se ha extendido la modalidad de chocar los puños para saludarse y ahí también las manos son protagonistas.
Pero una mano que no sepa acariciar no tiene capacidad de cariño, tiene amputado el sentimiento. Debería haber una materia que nos enseñara a acariciarnos. Porque ese es el lado bueno de la mano, el lado de entregarse al otro suavemente, dulcemente, amorosamente.
Las manos que no sepan acariciar son manos desalmadas. No merecen aplauso alguno.
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