Por Emilio Vera Da Souza
Redacción Jornada
Concluyó la cuarta campaña de trabajo del proyecto de conservación y estudio de la tumba egipcia de Amenmose, que llevan adelante investigadoras del Conicet y de varias universidades nacionales argentinas desde hace más de cuatro años.
Las exploradoras lograron abrir la entrada original de la antigua edificación, de más de 3.500 años, y recuperaron más de 500 objetos valiosos para su investigación, entre otros grandes avances.
Un equipo de expedicionarios trabaja en el ligar
El equipo de investigadores del CONICET lleva adelante el estudio de la tumba de Amenmose en Luxor, Egipto, construida aproximadamente en el 1.500 a.C. Realizaron tareas de mantenimiento y conservación, ya que resulta un lugar de interés para arqueólogos e historiadores. Este año se llevó adelante la cuarta campaña, en la que lograron abrir la entrada original y recuperaron más de 500 objetos de gran valor para la investigación histórica, arqueológica y antropológica.
Amenmose fue un noble que vivió entre el 1400 y el 1450 a.C, considerado un personaje importante del Antiguo Egipto. Tanto es así que el Ministerio de Antigüedades de Egipto apoyó los estudios y trabajos realizados por las científicas argentinas, entre los que se encuentran investigadoras de diferentes disciplinas: arqueología, historia y técnicas en conservación especializadas del CONICET y de universidades nacionales y de varios países que trabajan juntos con acuerdos internacionales formando expertos y preparando técnicos para participar de próximos programas de investigación.
La tumba investigada está ubicada en el Valle de los Nobles, Luxor, donde vivía la población qrnawi hasta el año 2006, pero tuvieron que ser reubicados en otros lados para poder preservar las tumbas.
Esta semana concluyó el cuarto año de trabajo en la tumba de Amenmose, donde se lograron muchos de los objetivos propuestos. En primer lugar, poder acceder a la tumba por su entrada original, que contenía siete metros de sedimento que impedían su acceso. “Fue trascendental para el proyecto Amenmose abrir la entrada original de su tumba a principio del año”, explicaron las responsables de la dirección del equipo que trabaja en el lugar.
Descubrimiento de objetos importantes
Pero lo más importante fue el hallazgo de más de 500 objetos que fueron excavados y alrededor de 130 fueron tratados en el área de conservación por Myriam Hara, Belén Castro, Agustina Andrade, Doris Hernández y María de los Ángeles Suárez (equipo de conservación). Además, se realizaron 40 dibujos sobre los hallazgos y se tomaron más de 10.000 fotografías de la tumba de Amenmose.
También se informó que “se llevan adelante tareas de limpieza y consolidación de las pinturas murales que decoran la tumba, revelando colores e imágenes que permanecían inéditos y contribuyendo a preservar escenas de 3500 años de antigüedad”.
Amenmose es un importante personaje del Antiguo Egipto. Su tumba es motivo de interés para arqueólogos, historiadores y conservadores, que desde 2020, con el apoyo del Ministerio de Antigüedades de Egipto, realizan trabajos de mantenimiento y conservación del histórico lugar, ubicado en el Valle de los Nobles, en la ciudad de Luxor.
La entrada principal a la antigua tumba
Las referentes de las tareas detallaron que la meta de la iniciativa arqueológica es "restaurar y estudiar en profundidad" el lugar y sus destacadas pinturas y relieves, que tienen más de 3.500 años de antigüedad.
En 2022 solo podían ingresar a la tumba mediante un pequeño boquete de 50x37 centímetros por una tumba vecina. Sin embargo, al año siguiente, encontraron la entrada original a la tumba, tapada por unos siete metros de sedimentos, lo que impedía su ingreso.
En enero, poco después del inicio de la cuarta campaña de investigación, lograron destapar la entrada e ingresar por primera vez desde allí. "Este descubrimiento incide de manera positiva en todo lo que son los trabajos de conservación de este monumento”, precisó la arqueóloga Liliana Manzi.
El hallazgo permite conservar y estudiar numerosos objetos valiosos de la antigua civilización egipcia. Encontrar la entrada original era el principal objetivo de la cuarta campaña, también pudieron lograr otros importantes hallazgos: encontraron “dos tumbas más en un patio de la construcción funeraria (catalogada con el número 318 y las siglas TT de acuerdo a la nomenclatura arqueológica protocolizada.
Las nuevas tumbas abiertas en la piedra caliza serán objeto de excavación en futuras campañas, indicó la responsable de la dirección del equipo.
A lo largo de un mes de trabajo, las investigadoras, a cargo de la historiadora Andrea Zingarelli, excavaron y catalogaron más de 500 objetos. Alrededor de 130 fueron tratados especialmente en el área de Conservación, así como se realizaron 40 dibujos técnicos para ilustrar lo hallado y se tomaron imágenes con escalas de referencia para cotejar con otros hallazgos y establecer relaciones temporales historiográficas.
"Se recuperaron ushebtis, unas figuras de arcilla o fayenza, que son ayudantes del difunto; varios fragmentos de momia; de sarcófagos; y cerámicas, que son indicadoras de diferentes períodos cronológicos, de tiempos faraónicos y de tiempos bizantinos; y también de la población qurnawi", agregó la especialista. La población qrnawi habitó en el lugar hasta 2006, cuando fueron reubicados.
Toda la información procesada será volcada a una base de datos digital para garantizar el acceso para su estudio futuro.
La tumba de Amenmose corresponde al período entre "el reinado de Hatshepsut y Tutmosis III", en el 1.500 antes de Cristo: en su interior se relevaron "dibujos de escenas relacionadas con la vida o biografía de Amenmose y una serie de inscripciones vinculadas tanto con su vida como con cuestiones de culto religioso y funerario", indicó Manzi.
Financiamiento y divulgación de los descubrimientos
Para poder llevar adelante la campaña arqueológica, las científicas se valen de los fondos que logran recaudar por parte de particulares. "Básicamente el proyecto se sustenta con aportes de colegas, familiares, amigos", contó la profesora de Historia Andrea Zingarelli.
De qué se trata el proyecto y quiénes son las investigadoras argentinas
Según se describe el Proyecto Amenmose se propone la conservación y estudio de la tumba localizada en la necrópolis de Sheikh Abd el-Qurna, en la ciudad de Luxor de Egipto.
Se trata de una de las tumbas que están entre las numerosas capillas funerarias de altos y medianos dignatarios distribuidas de manera irregular a lo largo de las colinas occidentales de Tebas en distintos sectores: Dra Abu el-Naga, el-Assassif, el-Khokha, Gournet Murai, Deir el-Medina y Sheikh Abd el- Qurna.
"A este conjunto de tumbas se las denomina tumbas privadas o tumbas de nobles y constituyen una de las mayores fuentes de información de la sociedad egipcia antigua", describen las investigadoras, que a partir de la aprobación obtenida del Ministerio de Antigüedades de Egipto en abril de 2019, pudieron iniciar diversas líneas de investigación interdisciplinarias con base en egiptología, en historia, en conservación y en arqueología en ese sitio.
Las integrantes del proyecto son de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Conicet.
Tiempo atrás, en la década de 1980, un grupo de científicos de Japón había realizado una investigación superficial de este monumento y sus conclusiones sólo fueron publicadas en japonés y no estaba accesible para otros investigadores.
A partir de las dos primeras campañas de este grupo de argentinas, "los textos de las paredes de la tumba están casi todos traducidos", destacó la profesora de Historia especializada egiptóloga.