Por Luis Abrego
Mendoza inaugura el domingo su propio cronograma electoral con siete elecciones anticipadas, en sendos departamentos, todos de sesgo opositor. El peronismo busca no perder más terreno y el radicalismo dar un golpe capaz de anticipar la elección provincial. San Carlos será esta vez el centro de una disputa con olor a revancha.
Cuando los seis municipios que administra el PJ tomaron la decisión de desdoblar sus comicios para elegir intendentes y concejales la especulación se transformó en profecía autocumplida para el ahora Frente Elegí (FE). Esa decisión fue la única que consensuaron camporistas y peronistas desencantados movidos por un claro instinto de supervivencia frente al contexto provincial. Por otras razones, luego se sumó San Carlos.
Con esa impronta, y pese a la cláusula que impide las reelecciones indefinidas, el peronismo apunta a retener sin sobresaltos La Paz, Santa Rosa, Lavalle y Tunuyán. En los dos primeros sus jefes comunales pueden reelegirse (Fernando Ubieta y Florencia Destéfanis); pero en los dos restantes el predominio parece también claro de continuidad, aunque Roberto Righi y Martín Aveiro no podrán competir (éste último sí lo hará como concejal en un enroque que habilita suspicacias). ¿Se confirmará el pronóstico peronista en las cuatro o habrá sorpresas?
Maipú y San Rafael parecen ser casos especiales por distintas razones: son más grandes y extensos, más productivos, con mayor población y simbólicamente más apetecibles. Matías Stevanato buscará su reelección; pero no Emir Félix, que sin embargo ideó una nueva rotación con su hermano Omar en un abierto y exclusivo manejo familiar de alternancia en el Estado.
Asimismo, tanto Stevanato como Félix tendrán más competencia opositora, aunque con disputa interna hacia el interior del Frente Cambia Mendoza (FCM). En Maipú el reincidente Néstor Majul deberá revalidarse principalmente con el presidente del Concejo Deliberante, el también radical Mauricio Pinti en una carrera que habilitó el propio Alfredo Cornejo para proveer de competitividad en las generales a quien se imponga y a la que se sumó Pedro Careddu. Lo mismo sucederá en San Rafael donde el radical Abel Freidemberg volverá a insistir, pero antes deberá sortear a su correligionario Francisco Mondotte y a Alfredo Andión.
Son estas dos comunas las que generan mayor expectativa en virtud del premio que supondría un histórico cambio de signo político en el mapa provincial. Pero, sin embargo, estas PASO sólo podrán dar cuenta de algún indicio en esa dirección. O por el contrario, la reafirmación de que todo sigue igual.
Durante 40 años, tanto Maipú como San Rafael han sido bastiones casi inexpugnables para la UCR que nunca ha podido gobernar allí, incluso en los peores traspiés electorales del peronismo. Sin embargo, el desvarío de la gestión de Alberto Fernández ofrece una ilusión que tal vez no se explique en clave política sino en la propia idiosincrasia de ambas comunas.
San Carlos es una incógnita más difícil de develar. La salida de Cambia Mendoza de la Unión Popular (UP) de Jorge Difonso (para recalar en la nueva estructura de Omar De Marchi) y la renuncia de su actual intendente Rolando Scanio a buscar la reelección dispone un escenario nuevo que alienta tanto a radicales -con Silvio Panocchia-, como a Edgardo Abraham a intentar dar el batacazo. Allí también pone sus fichas el Partido Verde (PV) para aprovechar la impronta antiminera que Difonso supo edificar en esas tierras con la interna que proponen Marcelo Romano y Leonor Bianchetti.
Para mayor complejidad, en los siete municipios, será el debut de la Boleta Única Papel que si bien es un avance significativo en calidad institucional y transparencia electoral se trata de una herramienta mayormente desconocida, pese a la rapidez y simpleza que su uso prevé. No obstante, puede acarrear errores, confusiones e impugnaciones que conspiren contra las chances o los cálculos previos de algún candidato. Habrá que ver.
Muchos de estos interrogantes empezarán a quedar saldados el domingo por la noche, pero sólo de forma provisoria, aunque sí permitan despejar contendientes y afinar estrategias. La instancia de la elección general el 3 de setiembre será la definitiva para ratificar la voluntad popular. El único motor válido de las democracias, aún en el mar de incertidumbres de un país siempre al borde del abismo.