El encuentro se hizo público recién a su término, pero las razones de su concreción no fueron del todo convincentes. Supuestamente, la coordinación de acciones entre la delegación local del PAMI y la presidenta del Senado (¿en representación del Poder Ejecutivo?) fue la excusa que reunió a la vicegobernadora Hebe Casado y a la polémica diputada nacional de La Libertad Avanza (LLA), Lourdes Arrieta.
Para mayor verosimilitud apareció en las fotos el recientemente designado en el PAMI local, David Litvinchuck, luego de la ruidosa salida de su antecesor, Carlos Sola Vacas, también puesto allí por Arrieta y eyectado de la misma forma en cuestión de meses.
La cumbre Casado-Arrieta se da en medio de un contexto más que particular. La feroz interna por la que atraviesa el Pro mendocino que debería dirimirse en una elección plagada de acusaciones entre el sector de la vice y el que responde a Omar De Marchi.
Pero eso no es todo, las denuncias de avales truchos presentados en la Justicia Federal para constituir La Libertad Avanza (LLA) en Mendoza incluyó a varios afiliados del Pro que oportunamente anunciaron que iniciarían una demanda judicial de la que al parecer, luego, rápidamente se arrepintieron. Ese fue el caso del legislador provincial, Enrique Thomas que dio a conocer públicamente su "perdón" tras una reunión con... Arrieta.
En ese momento la especulación fue que desde Buenos Aires ordenaron bajar la tensión con los libertarios para no interferir en un armado en el que en un futuro próximo podrían coincidir mileístas y macristas desencantados del Pro.
Una idea que sería motorizada por la propia Patricia Bullrich en su disputa con Mauricio Macri.
La actual ministra de Seguridad de Milei entiende que es justamente el sector que le responde en la interna del Pro en todo el país el espacio que puede dotar de territorialidad y por ende, gobernabilidad a Milei. Justamente, dos de las principales falencias libertarias evidenciadas en este tiempo.
Así, Bullrich promueve acompañamiento en la constitución legal de LLA en todos los distritos posibles y ofrece a sus referentes como nexo con la política y los resortes de la gestión, un territorio poco explorado para los libertarios.
Justamente, Casado se enrola entre las seguidoras de Bullrich y es una ferviente adherente al modelo nacional que expresa Milei. Por ello, este gesto de buena voluntad con Arrieta (dueño del sello libertario en la provincia) abre puertas a más especulaciones a futuro.
Lo cierto es que la reunión no pasó inadvertida entre los radicales que creen ver en este armado dos posibles escenarios próximos: 1) el inicio de una nueva gran alianza entre la UCR, el Pro y los libertarios (como sueña Luis Petri para insistir por la Gobernación) o, 2) directamente una nueva sociedad netamente liberal entre el Pro y los libertarios (más algunos de sus recientes aliados, ¿el PD?) que obligue al radicalismo a otro armado de cara a 2025, pero en especial a 2027.
Si bien Alfredo Cornejo se ha esforzado por dar numerosas señales de buena sintonía con Milei (esta próxima semana se instalará en Buenos Aires para sellar en el Congreso el proceso de la Ley Bases y en especial, el paquete fiscal donde aspira a la restitución del impuesto a las Ganancias que genere ingresos para Mendoza), por el momento no descarta nada sobre nuevos acuerdos políticos de cara a las próximas elecciones. Sabe el gobernador que la ebullición popular por la que atraviesa Milei a pesar del duro ajuste todavía puede tener altibajos en la opinión pública. Prefiere esperar para decidir.
Mientras el vínculo entre bullrichistas y mileístas se afianza, es una incógnita la intervención que tendrá De Marchi y lo que queda en pie de La Unión Mendocina (LUM) en esta posibilidad en ciernes. El ex candidato a gobernador también juega a pleno con los libertarios, siendo funcionario del Gobierno nacional y especula con hacer rendir en Mendoza los frutos de ese vínculo.
Lo que parece claro por ahora es que el proceso de reconfiguración del tablero político nacional y provincial ya está en marcha. Todos mueven sus fichas y habrá que estar atentos a futuros gestos públicos que no hacen más que traducir acuerdos privados. Nada mejor que la casta para afianzar el proceso político que supo agudamente, y con éxito, cuestionarla en las presidenciales.