A partir del próximo 26 de octubre, los votantes de todo el país se enfrentarán a una experiencia inédita en las urnas: por primera vez en elecciones nacionales, se utilizará la Boleta Única de Papel (BUP), un nuevo formato que reemplazará al histórico sistema de boletas partidarias separadas.
Este jueves, la Cámara Nacional Electoral (CNE) oficializó el diseño base de la BUP, en cumplimiento con lo dispuesto por la Ley N.º 27.781, sancionada en 2024 como parte de una reforma integral del Código Electoral Nacional. La implementación marcará un punto de inflexión en la forma en que los ciudadanos eligen a sus representantes.
El nuevo documento concentrará toda la oferta electoral del distrito en una única hoja, donde el votante deberá marcar con una tilde la opción de su preferencia. Este modelo ya ha sido aplicado en algunas provincias, pero será la primera vez que se extienda a nivel nacional para elegir diputados y senadores.
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Según detalló la CNE, el formato fue diseñado con especial atención en la claridad visual, la accesibilidad y la comprensión ciudadana. Para ello, se realizaron reuniones con representantes del Consejo Consultivo de los Partidos Políticos, organizaciones civiles, ONGs especializadas en temas electorales y jueces federales con competencia en la materia.
El objetivo principal de este nuevo sistema es garantizar mayor transparencia y eficiencia, además de facilitar la fiscalización del proceso electoral. Asimismo, se busca fortalecer la capacitación cívica de los votantes, quienes deberán adaptarse a un método de votación más simple pero completamente distinto al tradicional.
El tamaño de la boleta, establecido por el Decreto 1049/24, permite incluir todos los datos requeridos por el Código Electoral Nacional y asegura la inclusión de las listas oficializadas de cada distrito. Las Juntas Electorales Nacionales provinciales serán las encargadas de confeccionar las versiones finales, una vez confirmadas todas las candidaturas.
Con esta innovación, Argentina se suma a una tendencia creciente en América Latina de modernización de los sistemas de votación. La expectativa está puesta ahora en la respuesta del electorado ante este cambio, en un año electoral que será recordado tanto por sus resultados como por sus formas.