Hace tres semanas Lucas Nahuel Ampuero desapareció en Godoy Cruz. Finalmente parte de su cuerpo (más precisamente su brazo izquierdo) fue hallado el viernes 3 de marzo en el piedemonte mendocino.
Este fin de semana un nuevo hallazgo en la zona causó estupor: hallaron una cabeza y torso incinerados dentro de una bolsa con cal, y todo indicaría que se trata de Ampuero.
Fue cerca de las 16 del sábado cuando un grupo de niños estaba jugando detrás de unos cerros, en las cercanías del asentamiento La Quebrada, y dieron con la bolsa que despedía una fuerte olor. Al abrirla encontraron los restos humanos calcinados.
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Rápidamente, los menores le advirtieron a una familiar lo que acababan de encontrar y la mujer se comunicó con la línea de emergencias 911.
Cuando el personal policial arribó al lugar constataron que los restos del cadáver se encontraban en la bolsa, y dieron aviso a la Policía Científica y a la División de Homicidios y de Investigaciones.
Bajo la directiva a la fiscal de Homicidios Andrea Lazo los peritos llevaron adelante las labores de rigor. Ahora, la representante del Ministerio Público aguardará por los resultados del cotejo de ADN para determinar si, efectivamente, los restos pertenecen a Ampuero.
El único detenido que tiene la causa es Franco Nahuel Ábrego, conocido como el “Cara Cortada”, que está imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y ensañamiento. Con esa calificación, arriesga como única pena la prisión perpetua.
La hipótesis principal es que Abrego Díaz asesinó de un disparo a Ampuero el domingo 26 de febrero en su casa de calle La Quebrada. Luego, con ayuda de su madre, Nora Beatriz Díaz (tiene pedido de captura), ocultó su cadáver en un tacho de 200 litros y lo prendió fuego.