Dos de los hijos de juez federal Walter Bento, acusado de liderar una asociación ilícita encargada de cobrar coimas a cambio de favores judiciales, estaban citados esta semana a prestar declaración indagatoria.
Se trata de Nahuel y Luciano Bento, quienes no se presentaron ante la Justicia. Había sido el abogado Mariano Cúneo Libarona quien, sin éxito, había tratado de posponer la convocatoria. Al no poder hacerlo, se jugó una última carta: acusó trastornos psiquiátricos y psicológicos de los jóvenes.
Así, y con certificados médicos mediante, lograron que la indagatoria sea suspendida. El pasado 10 de marzo los hijos del polémico juez habían sido imputados por ser sospechosos de realizar maniobras de lavado de activos.
Es que para los investigadores, tanto Nahuel como Luciano efectuaban maniobras lícitas para blanquear el dinero que su padre obtenía de manera ilegal. En la valoración de las pruebas en su contra también actuó la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC).
Fue el martes cuando el mediático abogado Cúneo Libarona presentó los certificados firmados por psiquiatras y psicólogos en donde se aconsejaba no someter a ninguno delos dos jóvenes a una situación de estrés debido a los “trastornos” que padecen.
Nahuel (30) y Luciano (27) trabajan en Tribunales Federales. El primero lo hace en la Cámara y el más chico en el Tribunal Oral 1. Los dos están con licencia psiquiátrica, que solicitaron el año pasado cuando su padre y su madre (Marta Boiza) quedaron involucrados en el escándalo de las coimas.
Cabe señalar que, al no estar en condiciones de prestar indagatoria, los jóvenes no podrían ser sometidos a un eventual juicio. Por ello ahora la Corte deberá poner sus peritos para determinar si, fehacientemente, ninguno de los dos está en condiciones de sentarse en el banquillo de los acusados.