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El aceite de oliva mendocino va en busca del lugar perdido

La provincia supo ser el primer productor de aceite de oliva del país. Políticas económicas erráticas, desatención entre otros motivos nos han llevado al cuarto lugar cediendo terreno ante el avance de la construcción

30/05/2022 15:32
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                                                                                                                                                                              Por Luis Martínez, Redacción Jornada

La provincia supo ser el primer productor de aceite de oliva del país. Políticas económicas erráticas, desatención entre otros motivos nos han llevado al cuarto lugar cediendo terreno ante el avance de la construcción. Donde antes existían grandes olivares hoy prosperan emprendimientos inmobiliarios. Ahora, la intención es remontar y, para eso, una de las acciones es conseguir la indicación geográfica, proceso ya bastante avanzado para recuperar el terreno perdido.

Según el INTA a partir de 1960 se inició una decadencia de la olivicultura argentina como consecuencia de la competencia con los aceites de girasol y maíz (en teoría más sanos y baratos), lo que provocó la caída de la rentabilidad de las explotaciones y, en consecuencia, el abandono de plantaciones o la reconversión mediante injerto con variedades de mesa o de doble aptitud.  “Ya a principios de los 90 las principales provincias olivareras eran Mendoza, San Juan y Córdoba. En ellas se concentraba aproximadamente el 80% de la superficie cultivada, estimada en 29.600 ha, localizadas fundamentalmente en los departamentos de Pocito, Rawson, Rivadavia y Zonda en San Juan; Maipú, Lavalle y Junín en Mendoza y Cruz del Eje en Córdoba”.

De acuerdo a ese trabajo realizado por el INTA las variedades más utilizadas en las zonas olivícolas de la provincia son Arauco, Arbequina, Farga y Empeltre.

Ahora bien, de conseguirse este objetivo impulsado por los productores, esta sería la primera indicación geográfica del país para un aceite de oliva. Al conseguir la Indicación de Origen del aceite de oliva virgen y extra virgen, Mendoza sería la primera identificación geográfica del país para este tipo de producto, lo que abre las puertas a la creación de estrategias para posicionar la calidad del aceite de oliva en todo el país. Es decir, el producto suma un valor agregado de alta importancia.

La Indicación Geográfica se define por ley como “la designación que identifica un producto como originario del territorio de un país, región o localidad, cuando determinada calidad u otras características del producto son atribuibles fundamentalmente a su origen geográfico”.

 

El objetivo a conseguir

En “Juntos de mañana”, el matinal de radio Jornada (FM 91.9), Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo y miembro de Asolmen (Asociación Olivícola de Mendoza) nos explicó “tradicionalmente nuestra provincia siempre ha tenido un aceite de oliva de excelente calidad y en este caso hemos logrado la indicación geográfica que es un sello que se da a determinado producto de determinada región geográfica. Es una de las maneras con las que nosotros buscamos agregarle valor al producto. Porque talan olivos, sacan frutales y viñas para construir barrios privados y eso ha hecho que Mendoza que era la primera provincia productora olivícola del país pase al cuarto lugar detrás de San Juan, La Rioja y Catamarca. Entonces esto lo hemos trabajado durante cuatro años, ya prácticamente está listo, solo estamos esperando el anunció y la confirmación que a nivel internacional es la primera que se le va a dar y después de Túnez la primera fuera de Europa”, señaló.

Le consultamos que beneficio otorga esto a la hora de comercializar y nos dijo “tiene fundamentalmente dos ventajas. Una es un argumento más de venta en el marco de las comidas saludables y la trazabilidad del producto y esto le da un respaldo muy importante porque se certifica la calidad no solo del producto final sino de las materias primas. Y en segundo lugar es que puede tener un 0,5% más de reintegro a las exportaciones”, indicó.

Un producto exquisito y saludable

De más está decir lo sabroso que es el aceite de oliva, cocinar con él da un toque especial, preparar ensaladas utilizándolo otorga un sabor diferencial. “Lo principal a tener en cuenta es que el aceite de oliva es un jugo, un jugo de aceitunas sin proceso químico como los aceites de grano, no quiere decir que sean malos, sino que los procesos son distintos y por eso es un producto muy natural, con muchísimas bondades, que tenemos que favorecer en el consumo porque estamos lejos de consumir lo que consume España o en otros países productores”, dijo Bustos Carra.

Para ilustrarnos informó que “en general en el país con mucha suerte se consumen 300 CC. per cápita y por año mientras que en España se consumen 10 litros per cápita y por año. Es muchísima la diferencia y llama la atención porque la mayoría somos descendientes de italianos o españoles”, indicó.

Le preguntamos si el precio tiene que ver en el consumo a la hora de comprar aceite “sí por supuesto que tiene que ver. Pero también tiene que ver la manera de cocinar y parte de esta tarea es explicar esto también”, dijo.

La tala indiscriminada para inversiones inmobiliarias

Lo marcamos al comienzo de esta nota. En donde existían grandes olivares hoy hay emprendimientos inmobiliarios. No es casual. La falta de rentabilidad debido a erráticas políticas económicas y la falta de sucesores en el cambio generacional, entre otros motivos, han hecho estragos y zonas donde antes había viñedos, olivares u otras frutales, hoy aparecen barrios privados.

“Actualmente hay unas 14 mil hectáreas cultivadas y se han perdido unas cuatro mil o cinco mil, es una cifra muy importante. Y a eso agregue también baja en la producción. La falta de una política económica también influye, la falta de una política exportadora, una política tributaria totalmente arbitraria, injusta y confiscatoria en muchos casos. Todo eso hace perder rentabilidad y por ende se pierden cultivos porque realmente los costos no dan”, afirmó.

Para algunos las hectáreas perdidas son más y podrían llegar a las 15.000 hectáreas y ante esta situación desde el Gobierno detallaron que están trabajando en un proyecto de un parque olivícola para la provincia de Mendoza. De esta manera se ayudará a incentivar la producción a nivel local.

Lo marcamos en reiteradas ocasiones. El crecimiento demográfico desordenado provoca que se avance sobre el cordón productivo dejando cada vez menos espacio para la producción. Afortunadamente con la ley de Ordenamiento Territorial esto tiende a cambiar de lo contrario llegará el momento en que el cemento predominará sobre la tierra cultivable y, allí estaremos en problemas.

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