Los investigadores se empeñan en buscar la fórmula de la longevidad, con conclusiones cada vez más aplastantes, mientras nosotras nos empeñamos en hacer todo lo contrario de lo que (en muchos casos) sabemos que es lo que nos beneficia. El estrés, el sedentarismo, una dieta inadecuada, el aislamiento social, el consumo de tabaco y alcohol… son hábitos demonizados por la ciencia pero que no acabamos de erradicar.
Un estudio de longevidad que se ha llevado a cabo por expertos de la Universidad de Harvard, con Xuan-Mai Nguyen a la cabeza, publicado en la Revista Americana de Nutrición Clínica, asocia directamente la mortalidad y la longevidad, a factores concretos y opuestos entre sí.
En total, son 7 los hábitos que recomiendan incorporar para llegar a ganar, en el mejor de los casos, hasta 20 años de vida.
Las mujeres que suman uno de estos hábitos, ganan 4 años de vida
Según la autora del estudio científico de la Facultad de Medicina de Harvard, los cambios que propone en sus conclusiones pueden hacerse progresivamente o de golpe, y bien todos ellos, o sólo alguno. Obviamente, cuantos más se incorporen a la rutina, más esperanza de vida se irá sumando, especialmente en el caso de las mujeres, que con uno sólo de estos consejos ya podrían ganar 4 años de vida.
Otra de las grandes conclusiones de la investigación es que, cuanto antes empecemos, mejor nos saldrán las cuentas. Si los cambios se ponen en marcha a los 40 años, la longevidad aumentada puede sumar 20 años, mientras que si lo hacemos a los 60, vamos a ganar 18. Una proporción nada desdeñable.
Los 7 hábitos que Harvard asegura prolongan la vida
Según concluye la investigación, "una combinación de 7 factores del estilo de vida propuestos se asocia con un riesgo significativamente menor de mortalidad prematura y una esperanza de vida estimada prolongada".
En el caso de las mujeres que incorporaron las costumbres beneficiosas de las que habla el estudio, "la esperanza de vida llegó a aumentar hasta en 20,5 años en comparación con quienes no lo hicieron". Las reglas de oro de Harvard para retrasar el envejecimiento son las que enumeramos a continuación.
Mantenerse activas físicamente
Practicar ejercicio físico es el hábito que tiene un mayor impacto sobre la longevidad de las mujeres. Sólo con seguir esta recomendación, las mujeres que lo hicieron para el estudio, consiguieron reducir casi un 50 por ciento el riesgo de muerte.
El ejercicio regular es fundamental para conseguir una vida larga y saludable. En cuanto al tipo de ejercicio a desempeñar, los expertos recomiendan combinar los aeróbicos con los de fuerza, cada vez más ponderados. El ejercicio puede mejorar la salud cardiovascular, fortalecer los músculos y huesos, y promover la salud mental, ingredientes fundamentales para un envejecimiento saludable.
Abstenerse del tabaco y los opiáceos
En este caso, y según el estudio de Harvard, se trata del segundo hábito que nos resta años de vida.
Si no consumimos ninguna de estas sustancias, estaremos reduciendo casi un 40 por ciento nuestro riesgo de muerte prematura. En cuanto al tabaco, la investigación pone el foco en 'no haberlo consumido nunca'.
Mantener el estrés bajo control
Si conseguimos que la ansiedad y el estrés de la vida moderna no se apodere de nosotras, a lo que pueden contribuir determinadas técnicas de relajación y meditación, estaremos blindándonos en más de 20 por ciento.
Reducir el consumo de alcohol
La investigación no habla de eliminarlo del todo (aunque sería lo ideal), pero sí de reducir el consumo de bebidas alcohólicas. El límite lo pone en cuatro bebidas a la semana máximo, lo que nos ayudaría a reducir casi un 20 por ciento el riesgo de muerte.
Trabajar una higiene del sueño reparadora
Dormir bien es un hábito absolutamente necesario para mantener la salud, descansando las horas suficientes (entre 7 y 9), sin interrupciones y en un colchón adecuado. Si lo llevamos a cabo, Harvard nos 'garantiza' un aumento de la esperanza de vida.
Apostar por una dieta más verde
Somos lo que comemos, y en esta línea, los investigadores concluyen que una dieta restringida en calorías (nunca muchas más de las que vamos a 'quemar') y fundamentada en alimentos ricos en nutrientes verdes (verduras, frutas, granos enteros y proteínas magras) va a activar los mecanismos necesarios para que nuestro cuerpo se apunte a la longevidad.
Dietas como la Mediterránea, equilibrada y nutritiva, aumenta un 21 por ciento las posibilidades de vivir más años.
No descuidar la interacción social
Puesto que los seres humanos somos seres sociales, y la soledad es un factor de riesgo para la depresión y otras enfermedades, los científicos insisten en la necesidad saludable de compartir con amigos, familiares… y no abandonar las ganas de relacionarnos de una manera positiva y enriquecedora. No se trata de la práctica que suma más puntos para la lotería de la longevidad, pero también aporta beneficios a considerar.
Fuente: Mujer. es
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