Por Roberto Suárez
En nuestro país en 1983 Raúl Alfonsín accede al poder, luego de los nefastos siete años (1976-1983) de gobiernos militares que implementaron el terrorismo de estado torturando, ejecutando y desapareciendo personas, anulando la ley de amnistía que se habían dictado para su retirada los jerarcas de las fuerzas armadas y luego llevando adelante lo que se conoce históricamente como Juicio a las Juntas, el proceso judicial realizado por la justicia civil en la Argentina en 1985, contra las tres primeras juntas militares de la dictadura llamada Proceso de Reorganización Nacional debido a las graves y masivas violaciones de derechos humanos cometidas en ese período. La sentencia condenó a los integrantes de las tres primeras juntas militares a severas penas por delitos de lesa humanidad, incluyendo la prisión perpetua a los principales responsables.
Mientras la Transición Democrática, nombre por el que se conoce al período de la historia de Chile iniciado el 11 de marzo de 1990, día en que Augusto Pinochet Ugarte entregó el poder al presidente democráticamente elegido, Patricio Aylwin. Es sin dudas uno de los puntos más difíciles de explicar en la historia democrática trasandina. Es menester recordar que el General Pinochet debía permanecer en la comandancia en Jefe del Ejército hasta 1998, por lo que siempre siguió presente en la política chilena como un actor relevante y casi como líder de la oposición. Y también se convirtió en senador vitalicio. Augusto Pinochet nunca enfrentó la justicia por sus actos mientras estuvo con vida.
El caso de Víctor Jara entra en su etapa final, 50 años después del crimen
En estos días florece en Chile uno de las imágenes más atroces de su pasado, aún no esclarecido, la muerte de uno de sus más grandes artistas, Víctor Jara. En aquellos años yo era colaborador en la revista Claves, que dirigía Fabián Calle y donde se cubría todo el espanto que significaba la represión en el país vecino. Uno de los redactores que más escribía e investigaba sobre el tema era Aldo Luis Gordano. En uno de esos artículos se público el último poema que escribió Víctor Jara en ese fatídico estadio de Santiago.
El golpe militar del dictador Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, sorprendió a Víctor Jara en la Universidad Técnica del Estado donde fue detenido junto a profesores y alumnos.
Desde allí lo llevaron al Estadio Chile, recinto que los militares utilizaron durante un tiempo como centro de detención donde, según numerosos testimonios, a Jara lo torturaron durante horas, le golpearon las manos hasta triturarles los dedos con la culata de un fusil, y finalmente le acribillaron con 44 disparos el día 16 de septiembre.
Después de muchos años se pudo esclarecer el asesinato del autor de “Te recuerdo Amanda”, a través de testigos y represores. Según la declaración judicial del ex conscripto José Alfonso Paredes, hoy detenido por el caso, quien confirmó que una vez alojado Víctor, junto con otros detenidos en el estadio devenido gigantesca prisión, un subteniente "comenzó a jugar a la ruleta rusa con su revólver apoyado en la sien del cantautor. De allí salió el primer tiro mortal que impactó en su cráneo". "El cuerpo de Víctor Jara cayó al suelo de costado. Paredes observó cómo se convulsionaba. Y escuchó al subteniente ordenarle a él y a los otros conscriptos que descargaran ráfagas de fusiles en el cuerpo del artista". Según la autopsia, el cuerpo de Jara tenía alrededor de 44 impactos de bala.
El mismo testigo indica que metieron el cuerpo de Jara en una bolsa y luego lo cargaron en un vehículo militar. Otras 14 personas fueron acribilladas junto a él y sus cadáveres tuvieron en principio igual destino. El testimonio de Paredes coincide con el de otros ex prisioneros al señalar que Jara fue interrogado al menos dos veces en los camarines del estadio y que fue sometido a torturas que incluyeron la fractura de sus manos a golpe de culata, un símbolo del ensañamiento con que actuaron los agentes del naciente régimen militar al reconocer al músico.
Hace unos años exhumaron el cuerpo del director de teatro y cantautor. La diligencia, ordenada por el juez Juan Eduardo Fuentes, quien instruía la investigación de la muerte del folclorista, podría dilucidar aspectos clave del caso y se esperaba que sirva para validar la declaración del ex recluta José Adolfo Paredes Márquez, hasta ahora, el único detenido por el crimen. En tanto, el abogado de derechos humanos Nelson Caucoto, afirmó que dicha exhumación ha sido dolorosa para los familiares del cantautor "pero tiene un aporte sustancial y trascendente para la investigación". Al Cementerio General de la capital chilena acudió la viuda del artista, Joan Turner, quien recibió la nacionalidad chilena de manos de la presidenta Michelle Bachelet, en un acto en el Palacio de La Moneda, en el que estuvo acompañada de sus hijas
Caucoto manifestó su disconformidad con el dictamen del juez, ya que adujo que el interés de la familia del cantautor es dar con el paradero de los autores intelectuales del crimen, y no de quienes cumplieron con la Obediencia Debida
"No es nuestro interés perseguir a los reclutas, son una parte dentro de todo el eslabón, son la parte más débil, más vulnerable. Me interesan los jefes, quiénes dieron las órdenes de ejecución de Víctor Jara", subrayó.
Lo que demuestra que en la Argentina con la llegada del primer gobierno democrático el procedimiento fue muy distinto, los que primero cayeron presos fueron los comandantes de las juntas, los que dieron la orden de torturar, matar y desaparecer.
Hoy el gran Víctor Jara sigue siendo noticia por todo aquello que ocurrió alrededor de su asesinato.
“Me da vergüenza que tuviéramos que esperar 50 años para conocer el resultado de un juicio de un crimen atroz. Pero uno también tiene que conjugar una serie de factores, porque los juicios en Chile comenzaron recién el año 2000, cuando se designaron los jueces de derechos humanos con dedicación exclusiva. Antes no hubo justicia. No hubo nada”, dijo Nelson Caucoto, el abogado que retomó el caso hace 24 años y que alegó este martes 18 de julio ante la Corte Suprema de Justicia chilena.
Mientras que hoy un juez de EEUU despojó de la ciudadanía estadounidense al exteniente chileno Pedro Barrientos, quien en 2016 fue hallado "responsable" en una corte de Florida de la tortura y el asesinato extrajudicial en 1973 del cantautor y director de teatro Víctor Jara en un caso civil.
Según los documentos judiciales, el juez Roy Dalton, del Distrito Central de Florida, despojó de la ciudadanía a Barrientos por su papel en la muerte del cantante folclórico.
Hoy mismo, el diario español El País dio cuenta de la causa judicial adicional abierta en Chile dos décadas después de que el cantautor chileno fue detenido el 12 de septiembre de 1973, transcurrido un día del golpe de Estado de Pinochet.
Ahora se da cuenta de la causa judicial adicional abierta en Chile dos décadas después de que el cantautor chileno fue detenido el 12 de septiembre de 1973, transcurrido un día del golpe de Estado de Pinochet.
Ha sido una coincidencia que el caso judicial del crimen de Víctor Jara, haya llegado a su fase final, a la Corte Suprema, en la víspera de que Chile conmemore, el próximo 11 de septiembre, los 50 años del golpe de Estado.