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La ejemplar actitud política de Nicolás Becerra

Este fin de semana falleció Nicolás Becerra. Un político mendocino de raza, histórico dirigente del Partido Justicialista, que fue votado como senador provincial el 30 de octubre de 1983, en el día histórico de la recuperación de la democracia en nuestro país, luego de los nefastos siete años y medio en que imperó la dictadura militar.

09/04/2023 23:25
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Por Roberto Suárez, Especial para Jornada

Este fin de semana falleció Nicolás Becerra. Un político mendocino de raza, histórico dirigente del Partido Justicialista, que fue votado como senador provincial el 30 de octubre de 1983, en el día histórico de la recuperación de la democracia en nuestro país, luego de los nefastos siete años y medio en que imperó la dictadura militar.

Luego su trayectoria fue amplia a nivel político e institucional.

Funcionario durante el gobierno de Carlos Menem y legislador nacional, ocupó además los ministerios de Obras y Servicios Públicos y de Gobierno durante la gestión de José Octavio Bordón. También fue senador provincial y durante casi dos años fue titular del Departamento General de Irrigación (89-90).

Se desempeñó como diputado nacional del PJ de Mendoza entre 1991 y 1995, como Defensor General de la Nación, secretario de la jefatura de Gabinete (cuando Eduardo Bauzá era el titular del área) y fue procurador general de la Nación entre 1997 y 2004.

Al dejar la Procuración, Becerra fue nombrado árbitro en el Tribunal del Mercosur hasta 2008.

Fue un reconocido abogado penalista y simpatizante de Independiente Rivadavia, club del cual también fue dirigente.

Este año en que se cumplen 40 años de vida democrática, y ante su desaparición me parece muy importante rescatar un gesto político suyo, que sirve de ejemplo en estos momentos de tanta grieta, de tanta crispación, de tanta división, de actitudes negativas y sectarias de varios protagonistas de la dirigencia política.

Fue en aquellos días de gloria de 1983, del rescate de las libertades y los derechos humanos para los argentinos cuando ocurrió un hecho trágico que conmovió el flamante esquema de gobernabilidad en Mendoza, que había designado como gobernador de la Provincia a Felipe Llaver y a José Genoud como vicegobernador, ambos del partido radical, y a las autoridades del Poder Legislativo provincial: como presidente provisional del Senado al senador radical Orlando Molina Cabrera, y como vicepresidente provisional de esa cámara por el justicialismo a Nicolás Becerra.

La crónica de diario Los Andes de esos días de diciembre informaba un accidente automovilístico, ocurrido en el departamento de Santa Rosa, en el que falleció el presidente provisional de la Cámara de Senadores de la provincia, doctor Orlando Molina Cabrera, mientras que el vicegobernador electo, José Genoud, solo recibió golpes de poca consideración, heridas menores. El accidente se produjo a dos kilómetros al norte de la ruta, sobre calle Valli.

Por esa arteria, con calzada de ripio, se desplazaba hacia el sur el vehículo que conducía el doctor Molina Cabrera, que llevaba además al doctor José Genoud, al doctor Juan Fernando Armagnague, diputado provincial, a Julio Antonio Sánchez y al menor José Genoud, de 5 años, hijo del vicegobernador electo.

Los accidentados habían participado de un almuerzo en la localidad de Balde de Piedra, ubicada a poco más de 20 kilómetros de la villa cabecera de Santa Rosa. La información policial da cuenta de que el rodado sufrió el reventón de dos neumáticos. El doctor Molina Cabrera habría conseguido la estabilidad del auto por 100 metros, sin poder impedir que volcara violentamente sobre el lado izquierdo.

En el momento del vuelco, se produjo la rotura del parabrisas, tras lo cual el legislador y Sánchez, que viajaba junto a él, habrían sido despedidos del vehículo. El doctor Genoud, su hijo y el diputado Armagnague, quedaron aprisionados en el asiento posterior, según la versión policial.

Detrás del rodado viajaban otros vehículos, cuyos ocupantes prestaron rápido auxilio a los pocos minutos. Perdieron la vida Molina Cabrera y Julio Sánchez; Genoud sufrió traumatismo de cráneo con herida cortante en el cuero cabelludo; su hijo, herida cortante en la misma zona, y Armagnague, traumatismo de cráneo y lesiones en un tobillo.

El cuerpo del doctor Molina Cabrera fue velado en la Legislatura provincial y el Senado dispuso asueto administrativo en la Casa de las Leyes. Ahí fue que, en horas de la noche, el vicepresidente provisional del Senado, Nicolás Becerra, se habría reunido con José Genoud para anticiparle su decisión de dejar el cargo de presidente provisional para que la UCR decida sobre la nueva designación, cargo que podía ocupar, y lo colocaba como segunda autoridad sucesora del Gobernador, pero que resignaba ante el partido radical que había logrado la mayoría.

Un gesto de alta cultura ética que tuvo el político que deja la vida terrenal, un ejemplo de mucho valor hoy en que, a 40 años de democracia, es más necesario que nunca el diálogo y deponer las actitudes corporativas e individuales que han sumido al país en una profunda crisis. 

 

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