Por Roberto Follari, Especial para Jornada
Semana de show, la que va de jueves 4 a martes 9 de julio: el gobierno de Karina y Javier Milei -cabe recordar que es ella el Jefe- parece haber registrado la caída en popularidad que las encuestas muestran. Por debajo de 45% de aprobación, se propone el tardío y parcial triunfo de la ley Bases como un momento de relanzamiento del gobierno.
Tal reinicio resulta necesario: hasta los empresarios más pro-gobierno manifiestan desconcierto por la falta casi absoluta de gestión. No es raro, pues un gobierno anti-Estado no se ocupa de gestionar el Estado. Pero no es fácil sostener así un mínimo de legitimidad ante la población. De tal modo, los ya bastante rechazados viajes al exterior sin finalidad oficial, parece que empiezan a reemplazarse por algunos viajes por el país (el mal llamado “interior”), espacio que el presidente conoce menos que poco y donde el Jefe está organizando el partido propio, consiguiendo afiliados y avales.
Mientras, se lanzó en San Juan, en la conocida casa/monumento de Sarmiento, un Plan Nacional de Alfabetización. El mismo no deja de presentar incógnitas. ¿Alfabetizar en un país casi sin analfabetos? ¿O es que se habla de incentivar “comprensión lectora”, lo cual es un concepto diferente? ¿El gobierno que eliminó el Ministerio de Educación y que no tiene ministro/a que sepa de esta problemática, de golpe se interesa por ella? ¿se va en serio a invertir para formación docente, con los efectos que ello tiene en horadar el sacralizado “déficit cero”?
Luego, la noche del día 8, tendremos el publicitado Pacto de mayo/julio. El mantenimiento del nombre inicial es un misterio. Tucumán recibirá por pocas horas al presidente y firmarán algunos gobernadores, algún ex presidente, algunos empresarios, ciertos legisladores. No ha de ser como se había esperado: más allá de las pompas y los fastos, cinco o más gobernadores no asistirán, Jalil va pero no firma; ex presidentes, muy poco, pues no habrá peronistas. Y aunque serían sólo de acompañamiento, los sindicalistas ausentes, sin CTA y con poco de CGT. Movimientos sociales, nada o casi nada. Empresarios sí, por supuesto: ello deja claro con quiénes se sostiene el gobierno.
Pero el show nao ten fim. Unas horas después viene el desfile de las Fuerzas Armadas por el 9 de julio, dentro de los mimos que a ese sector propinan Petri y Villarruel. Con Petri, la indisciplina se ha generalizado: la fiesta “del padre” en Mendoza con baile de carnaval incluido, y aparte la agresión con cal a soldados, no pasan desapercibidos. Por su parte, ella ocupada en defender la dictadura, y por ello no en meter a los militares en la lucha contra el narco, pretensión que el mendocino y la Bullrich exponen cada vez que pueden. Posibilidad que sectores de las Fuerzas Armadas resisten, pues saben que su presencia en cuestiones de seguridad interior puede volver a ponerlos en la picota pública, de la cual han podido salir en los últimos tiempos.
Han llamado a desfilar a veteranos de Malvinas, lo cual es plausible: sin embargo Inglaterra ha decidido explotar masivamente petróleo en las islas, y el gobierno no ha tenido una nota de rechazo. También el gobierno habla de unidad entre veteranos y las Fuerzas Armadas: la cual no resulta obvia, si se recuerda cómo sufrieron muchos soldados por el tratamiento de sus superiores cuando el conflicto. Otro sector de veteranos ya se manifestó contra la opción de participar, denunciando uso político por parte de las autoridades.
Y como de medianoche, por fin desembarcó Sturzenegger en “su” ministerio: se han quitado ministerios a granel, pero para él se ha inventado uno, dedicado a “desregulación”. Habrá que ver si esta vez le va mejor al funcionario ligado al más acendrado liberalismo económico y a los organismos internacionales: su fracaso fue muy sonado en dos ocasiones, la del gobierno de De la Rúa y la del de Macri. Estuvo procesado judicialmente durante varios años por el “megacanje”. Lejos de esas evidencias, Javier Milei opina que tenerlo en el gabinete “es un lujo”. Se verá: las diferencias con Caputo implican la crónica de una pelea anunciada.
Silenciando el atentado, viendo si el PRO desaparece
Llamativa la prensa, silenciando minuciosamente el juicio por el atentado a Cristina. Con la desaparición de Loan, parece que no hay otros temas: ni la victoria complicada en fútbol contra Ecuador (con un Dibu glorioso) pudo desviar de la tediosa serie de horas y horas en Corrientes. Obvio que ese tema importa, y mucho: pero no es el único.
Con lo de Cristina vimos a Sabag Montiel recitar un guión hecho para quedar como único responsable, probablemente dictado desde más arriba. Todos -incluida buena parte de la tv- fingen demencia, y se habla del tema como de asunto menor. El financiamiento a Morel, demostrado en un “trabajo de carpintería” muy bien pagado por la familia Caputo, no se ha relacionado al caso: Revolución Federal no es investigada en el juicio. Tampoco la elocuente frase de Milman: “voy a estar en camino a Pinamar”…, ha sido considerada para este momento. Todo sería asunto personal de un loquito suelto, Sabag Montiel. Pero bien se sabe de los presuntos locos sueltos, desde el asesinato de John Kennedy.
Mientras, trabajosamente Macri desplaza a Bullrich de la dirección de la Asamblea del PRO. Ella protesta vivamente y se lleva a un sector minoritario del partido: poco puede reclamar, pues si bien es cierto que no le cumplieron los acuerdos, también lo es que ella ya no parece pertenecer al partido sino a la agrupación de gobierno. El nuevo jefe de la Asamblea carece de prosapia: y ha mostrado poca calle en sus primeras declaraciones.
Es que Macri pretende lo imposible: diferenciarse del gobierno, apoyándolo en todo. No se puede. Cuando se preguntó a Yeza en qué se distinguen del gobierno, se perdió en soliloquios: no sabe. No pasa de generalidades como “somos republicanos” y parecidas expresiones, que encima poco se alinean con la realidad: el espionaje ilegal y los negociados en tiempos de Macri no compiten por ningún cetro de republicanismo.
El gobierno de los Milei ya respondió a Macri: si quería oponerse demandando el presupuesto para el gobierno de la CABA, allí tendrá pronto ese presupuesto, y a callarse. De modo que el PRO se opone en serio a algo, o está destinado a ser vagón de cola de LLA. Y no dio buenas señales en el Congreso: hasta en el Senado la UCR se mostró fiel al hiper/oficialismo de De Loredo. Contó con el apoyo/complicidad del PRO, y así impidieron que se pudiera tratar la nueva fórmula jubilatoria que Milei (Javier, en este caso) declara que va a vetar en cualquier deriva.
No se puede ser oficialista y opositor al mismo tiempo. Hasta ahora, Macri no parece haberse dado cuenta. Bullrich lo resolvió: se pasó al gobierno con Petri como su protegido, y concretó ella así su enésimo cambio de identidad partidaria desde su remoto tiempo en el peronismo revolucionario.
Buscando a Loan, vendiendo IMPSA
Mientras, siguió la saga del niño desaparecido, que se ha convertido en una especie de Gran Relato Nacional: Crónica tv ya no tiene ningún otro tema en el aire, y los demás canales le dedican tal cantidad de horas, que las reiteraciones, confusiones y superposiciones informativas son la comidilla diaria.
Lo cierto es que la tía del niño, que responde al inesperado nombre de Laudelina, apareció de manera súbita con un relato que pareció de entrada poco creíble: había visto que el chico había sido atropellado por la camioneta de Pérez. Lo insólito es que dijera esto recién entonces, habiendo ya pasado casi dos semanas del inicio de la búsqueda. Pero más curioso aún fue que el relato lograba de una vez todo lo que los implicados necesitaban: paso de la jurisdicción federa a la provincial, y penas mínimas en relación a las que se darían en caso de secuestro para venta o para trata.
Una lápida sobre esta endeble versión, fue la inoportuna declaración del gobernador Valdez, según la cual lo dicho por Laudelina implicaba un avance importante hacia el esclarecimiento y resolución del caso. Además de la indebida ingerencia sobre una cuestión judicial -que aparte ha trascendido largamente más allá del ámbito provincial-, dejó sembrada la sospecha sobre quién patrocinaba a Laudelina.
Recuérdese que Valdez es de los gobernadores de la derecha ideológica, asociado a las posiciones del gobierno nacional y miembro del ala conservadora de la UCR. Con lo ocurrido días antes del Pacto de mayo/julio, su presencia en Córdoba se verá empañada por la situación que se vive respecto de Loan.
Siguen las idas y vueltas, ahora está de nuevo la jurisdicción nacional a cargo. La protesta social ante la falta de avances en la indagación crece, así como la referencia a que este tipo de casos no es nada nuevo en la provincia de Corrientes. Territorio semifeudal, de los más atrasados del país, con amplia frontera hacia el Brasil, la sombra de la trata está claramente presente. Una temática poco referida en Argentina, y realmente extrema: niños, niñas y jóvenes -estas últimas casi siempre mujeres- desaparecen en diversos sitios del territorio, con más frecuencia en los más pobres. Poco se dice al respecto: un cuento como “Le viste la cara a Dios”, de Gabriela Cabezón Cámara, llama la atención crudamente sobre el tema; el caso de Marita Verón en Tucumán -y la lucha de su madre Susana Trimarco- tuvo visibilidad en su tiempo, pero ha quedado en el olvido. La trata es cuestión siniestra y decisiva, y las declaraciones desaprensivas sobre venta de niños o venta de órganos resultan muy problemáticas ante este panorama.
El hambre y las carencias económicas no son la única causa, pero sí una principal en las acciones de secuestro para trata sexual de las personas: no es casual que sea el Norte del país, la zona donde esto parece darse con mayor facilidad.
Mientras, en Mendoza hemos tenido la tristeza de ver que se vende Metalúrgica Pescarmona a una empresa estadounidense. En una muestra de lo que va a posibilitar el RIGI (toda clase de garantías y ventajas para la avidez del capital extranjero): el gobernador lo anunció, junto a un funcionario nacional de inhallable competencia verbal.
Pescarmona es un hito no sólo para la provincia, sino para el país: así lo señaló Abel Furlan, de la UOM, con mucha razón y desde Buenos Aires. Una empresa con ejemplar capacidad para llevar capitales y tecnología de la Argentina a muchos países del mundo. Ahora será a la inversa: seremos enclave en Mendoza de una empresa trasnacional con sede en el Norte desarrollado del planeta.
Se argumentó que el Estado había intervenido, y que ello había arruinado a una empresa que como privada iba viento en popa. En Mendoza, muchos recordamos que fue al revés: la empresa se endeudó y pidió ayuda al gobierno nacional, que encabezaba por entonces Cristina Fernández. La intervención del Estado nacional salvó a la empresa de la quiebra, la mantuvo en actividad y evitó el despido de los empleados. Luego se sumó la provincia de Mendoza como socia minoritaria: la responsabilidad por la suerte de la empresa fue, en los últimos años, compartida con parte de acciones privadas, una proporción fuerte del gobierno nacional, y una más chica del de Mendoza. Fue el modo de que la empresa se mantuviera: no hubo ninguna intromisión inoportuna.
Lo cierto es que estamos en la hora -que algunos festejan- en que capital privado extranacional se hará cargo de la empresa. Veremos cómo funciona y qué le deja a nuestro país, de modo que la conveniencia pudiera ser mutua y no meramente unilateral como a menudo sucede.
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