Por Roberto Follari, Especial para Jornada
Orban asumió como presidente semestral de la Comunidad Europea y viajó a China, Rusia y Ucrania. Inició las tratativas de paz en los hechos, sin preguntar a Bruselas, ni seguir los consejos belicistas de Von der Leyen. Horror para los europeos: ellos quieren la guerra, están lanzados en la marcha hacia un conflicto armado con Rusia.
Tan enceguecida está la elite europea, que Putin les recuerda con cada vez más frecuencia que puede usar armas atómicas: un desastre para la humanidad. A la insensata dirigencia de la Comunidad parece no importarle. La derrota ucraniana no les parece soportable, de modo que están dispuestos a meter el hocico directo de la OTAN en ese país, pasando una línea roja de consecuencias imprevisibles, pero en cualquier caso nefastas.
La población europea ni se entera. Ninguna advertencia sobre lo que ocurre. La pérdida de la ilustración, las nuevas subjetividades que operan como zombis sin captar nada más allá de las propias narices, llevan a que la dirigencia siga sin problemas con sus absurdos preparativos de una guerra que sus poblaciones no están en condiciones de asumir.
Lo cierto es que mientras Putin y el mismo Zelenski plantean la necesidad de acabar con la guerra -tal pronunciamiento de Zelenski es decisivo-, y China se pone en la voluntad de ayudar a la paz; cuando el posible triunfo de Trump deja claro que la guerra de Ucrania tiene futuro muy breve, Europa desespera en sentido contrario.
Bruselas se escandaliza porque alguien quiere la paz (¿??), provoca a Rusia usando los bienes que les ha confiscado a sus ciudadanos en el exterior, y deja más que nunca las banderas de la paz en manos de la extrema derecha: Orban y Trump son los nuevos acólitos del final del conflicto. Esa ceguera infantil de Europa llega al extremo: habla de hacer una OTAN sin Estados Unidos. Y no por la plausible idea de independizarse del coloso del Norte, sino…¡¡porque este podría aceptar la paz!!
La deriva europea es vergonzosa, y tiende a una especie de locura bélica de quien se ha creído su propia propaganda de guerra en pro de la “democracia ucraniana”. Pero ya Zelenski no es presidente constitucional (no llamó a alecciones al expirar su mandato), Ucrania dio un golpe de Estado con apoyo occidental en 2014 que es el responsable del régimen actual, este es uno de los más corruptos del mundo (se han gastado en mansiones una parte de la ayuda de guerra recibida), los neonazis florecen en el entramado institucional de esta supuesta democracia. Y luego, las elites políticas no entienden por qué les gana la extrema derecha: es que ¿quién podría creerles?
Kamala Harris liquida las reverencias a Netanyahu
Acabó el show del horror con Biden, y este aceptó por fin dejar su implausible candidatura. El atentado a Trump mostró ineptitud -si no algo peor- del servicio secreto en el cuidado del contrincante electoral. El anterior atentado a Fico (que lo obligó a dejar la presidencia de Eslovaquia), muestra que hay contundencia en los que se benefician con la guerra: a sus adversarios, la muerte.
Pero el complejo guerrerista no pudo seguir sosteniendo a Biden. Y la candidata “natural” es la vicepresidenta Kamala Harris, bastante desdibujada en ese rol. Aunque ahora, es cierto que los demócratas vuelven a ilusionarse con alguna posibilidad electoral. Y la ex activista ha sabido recoger el guante.
Ante la visita de Netanyahu a Washington, la nueva postulante no se sacó la foto típica llena de sonrisas con el aliado israelí. Confirmó esa alianza -faltaba más-, pero salió con los botines de punta en sus declaraciones, dejando claro que no está dispuesta a permitir que niños sigan siendo bombardeados en Gaza ante la mirada atónita del mundo. Tras reunirse con el guerrerista israelí, Kamala se explayó en la crítica a las muertes interminables que Israel produce en Gaza y exigió un pronto tratado de paz que se podría anticipar con un alto al fuego, que también obligue a Hamas a someterse a la necesidad de acabar el conflicto. Obvio que Harris está buscando el voto perdido de los muchísimos estudiantes que protestaron contra Israel hace meses.
Por más aplausos que algunos congresistas hayan dado al premier israelí, este tiene poco más de hilo en su carretel. Con varios ministros renunciados, protestas permanentes de los parientes de secuestrados por Hamas y la extraña idea de los hiperortodoxos que fogonean la guerra pero no quieren ir a hacerla, no le faltan problemas internos. A ello se sumó el misil de los hutíes que cayó en plena Tel Aviv y les mostró a los locales que el escudo contra proyectiles aéreos está lejos de ser infalible, aunque Israel respondió con bombardeos en Yemen. A la vez, no faltaron las protestas contra Netanyahu en su visita estadounidense: el hotel en que estaba fue plagado de insectos varios, obligando a una severa desinfección de emergencia.
Amargas olimpíadas
Con varios escandaletes deportivos inició la Olimpíada: desde una campeona olímpica defenestrada porque -amazona ella- apareció un video donde daba látigo brutalmente a su caballo, al partido futbolero donde la hinchada de Marruecos interrumpía a su gusto la contienda invadiendo reiteradamente el campo sin sanción alguna. Partido que llevó a un raro desenlace: acabó cuatro horas luego de iniciado, y tras enorme demora…¡¡implicó la anulación tardía de un gol argentino!!
No faltó la silbatina a la delegación israelí al desfilar por el Sena, ni los carteles previos de quienes declaraban “persona non grata” a Milei en París. Este logró una de sus primeras reuniones políticas de alguna relevancia, si bien Macron también fue abucheado en la ceremonia de apertura y es un presidente devaluado, que ha perdido por amplio margen las tres últimas elecciones sucesivas en su país. Allí, Milei tuvo que cargar con el regalito que le dejó Villarruel declarando “colonialistas” a los franceses: que lo han sido masivamente, claro, pero no es diplomático que se lo recuerden.
La ceremonia fue deslumbrante, múltiple, llena de efectos especiales, colorido, música y sorpresas estéticas. Un verdadero logro de la organización francesa y el Comité Olímpico. Y allí el discurso inaugural fue claro en que estos eventos no tienen poder para cambiar guerras ni solucionar conflictos, pero que son un pequeño aporte hacia una mejor convivencia entre regímenes múltiples. Una verdad menos que a medias, porque a Rusia se le ha impedido participar, lo mismo que a Bielorrusia. A Ucrania sí, pues sería país agredido. Y lo es: sólo que antes participó de todos los aprestos para poner los misiles occidentales en las fronteras mismas de Rusia. Si hubo agresión, ha sido mutua.
La delegación de Argelia tiró flores al Sena, en conmemoración de la matanza que contra argelinos residentes en Francia se hiciera en el año 1961. Más de 300 cadáveres de asesinados por las fuerzas policiales francesas fueron tirados a las aguas del río. Las cámaras oficiales de la tv desviaron la atención, porque “los juegos olímpicos no aceptan cuestiones políticas”. Ah, pero la suspensión de Rusia, ¿qué será?
Argentina ha sido silbada con entusiasmo por los franceses , en rugby y en fútbol. Al obvio resentimiento por su derrota en el Mundial, se suma la pretendida superioridad moral de quienes juzgan que los cantos futboleros argentinos fueron racistas. Increíble: que Francia, la de la ocupación de media Africa, hable de supuesto racismo de otros y no asuma su pasado colonial. Diferente es decir, en cambio, que los argentinos no somos buenos ganadores: la burla al perdedor es una grosería que no debe volver a darse.
La danza de Villarruel y los Milei
La vice fingió demencia con la visita de los seis diputados de LLA a los condenados en Ezeiza. Astiz y otros de parecida calaña recibieron con beneplácito al conjunto en que se incluía la mendocina Arrieta. El papelón fue grande, el rechazo fue generalizado, el golpe de efecto que quizá imaginaron producir fracasó de manera estrepitosa. Todos se hacen los distraídos, Menem en primer lugar. Y Villarruel, si te he visto no me acuerdo.
Esto no quita nada de la voluntad ofensiva del gobierno contra organismos de derechos humanos, expresada en el acto -con claro sentido ideológico- de intervenir a la Univ. de las Madres de Plaza de mayo. Ya las protestas, nacionales e internacionales, se hacen oír, y es probable que arrecien esta semana.
Lo cierto es que la vice tiene su agenda propia. Se viste de gaucha y visita fiestas populares de provincia, con una inalterable sonrisa. Ha reactivado el viejo libreto Cobos: parecer “buena”, indulgente, tolerante. Pocos conocen su identidad pro-dictadura, su espeso pasado de apoyo irrestricto a los represores.
Su insólito lenguaje “de izquierda”, obviamente impostado, con el cual atacó a los franceses como colonialistas, tenía dobles destinatarios: por un lado la población, para la cual iba la demagogia de parecer defensora de futbolistas argentinos. Por otro, el presidente y su hermana: arruinarles las condiciones del viaje a Francia para los inicios de la Olimpíada.
Lo consiguió en buena medida, a pesar de la apresurada visita de El Jefe (Karina) a la Embajada francesa en Bs.Aires a pedir disculpas. La mancha ante los galos se limpió en parte, pero no quedó en olvido: más, si se piensa en el rosario de agresiones a presidentes de otros países que ha proferido Javier Milei.
Esta vez el ataque de Villarruel al presidente fue abierto y evidente: se verá qué pasa el domingo en la Rural, donde Adorni conjeturó que para verlos juntos se necesitará algún raro efecto logrado por el fotógrafo. Durán Barba -que sabe de estas cosas- dejó claro que Milei es por amplio margen el presidente más impopular que recuerde la Argentina (tras el 2001) en el primer lapso de mandato. Pero que igual, el intento de atropellarlo por parte de la vice es excesivo, y sobre todo apresurado. No hay tanto desgaste como para pretender éxito con estos empujones.
Cierto que la jugada con el dólar ha sido de efecto ambiguo: se ha parado la subida pero no hay importante bajada, mientras se pierden divisas y sigue ascendiendo el riesgo país. La salida del oro de manera clandestina e inconsulta deja dudas para todos. La CGT da portazo a las conversaciones, y los petroleros harán paro en Vaca Muerta por el impuesto a las ganancias. Nada funciona viento en popa, y el gobierno pretende que casi toda medida salga por decreto, como es con la forzada entrada de los clubes de fútbol al gran negocio internacional que impulsa el incombustible Sturzenegger, cuyo procesamiento por el blindaje de De la Rúa -que duró hasta hace poco- nadie parece recordar.
Villarruel se ganó que el ejército oficial de trolls le dedicara fuertes mensajes y advertencias. Ella cuenta con el apoyo implícito de Macri, quien esta semana se lanzará en su apuesta ilógica de apoyar las medidas ultraliberales de Milei, pero tomar distancia política de él. Claro que si no se aparta de las medidas no puede apartarse de LLA, y ésta se seguiría comiendo al PRO según la tesitura de Bullrich. “No soy parte del gobierno”, vociferó Macri en la Rural. Pero si tiene que aclararlo, es que algo le anda mal.
Lo cierto es que algún filoso mensaje de Santiago Caputo pareció poner al ex presidente como receptor implícito. No era un mensaje amable, y mostró que la cúpula tripartita de LLA (los Milei y S.Caputo) no está dispuesta a soportar este acecho a sus decisiones.
Mientras, apareció un empresario muerto en su vivienda de un country en Luján de Cuyo. La noticia fue dada de modo irresponsable en el más mileísta canal de tv nacional, que pretendió adscribir una motivación política ligada a…¡¡narcos tucumanos!!, y buscó embarrar a la oposición política. Parece que se ha tratado de un suicidio, aunque deberá seguir la investigación. Y si se busca rechazos de parte del empresario, pareciera que fue contra Bullrich que los habría manifestado más profusamente.
Mientras, la investigación por Loan no avanza: es obvio que hay algo grueso que ocultar. El fiscal Marijuan decidió encausar al gobernador, dado su sospechoso pronunciamiento en favor de la declaración trucha de Laudelina. Chau Marijuan: el pintoresco personaje -así lo describía entonces la tv- que enfundado en inverosímiles camperas de colores agujereaba el suelo patagónico buscando un inexistente “dinero de los K”, el que lanzó luego una insólita acusación dirigida contra todas las universidades estatales argentinas a la vez, era un héroe para los periodistas del stablishment. Ahora, en cambio, al tocar a uno de los firmantes del pacto de mayo, al reaccionario personaje de la UCR al servicio de Milei, ha logrado un repudio mediático generalizado. Es que ya no es buena gente: “la justicia” sólo vale cuando gira a la derecha.
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