Por Luis Martínez, Redacción Jornada
En más de una ocasión hemos necesitado realizar algún trámite bancario, casi siempre una extracción, y buscamos de inmediato un cajero automático. Allí el primer problema. Generalmente la mayoría de estos dispositivos están instalados en los principales centros urbanos y cuando nos vamos un poco tierra adentro empiezan los problemas. Es más, no hace falta ir tan adentro de la provincia para verlo. Hace unos días, tan solo unos días, habilitaron uno en La Favorita donde residen miles de personas que se tenían que trasladar para operar bancariamente.
También ponemos el ojo en la modernización de la red. Es que algunos nuevos encontramos pero la mayoría data de varios años, y, ya sabemos que en tecnología un par de años atrasados nos puede ubicar en la prehistoria. Solo un par de bancos están enfrentando esta temática colocando algunos aparatos más modernos que incluyen operaciones a través del sistema biométrico (la biometría son las medidas biológicas, o características físicas, que se pueden utilizar para identificar a las personas).
Pero buscamos la opinión de quienes conocen el tema. En “Juntos de mañana”, el matinal de radio Jornada (FM 91.9) Sergio Giménez secretario general de la Asociación Bancaria sobre la necesidad de la modernización de cajeros dijo “solamente la banca pública es la que ha hecho inversiones en este sentido. La banca privada ha sido reticente a invertir en cajeros automáticos y entonces tenemos un altísimo impacto de atención de banca electrónica. Y están comenzando a aparecer aquellos con la identificación especialmente con el rostro o la huella digital”, señaló.
“Hoy con tú plástico el dinero lo llevas a todos lados y entonces s una ventaja. Estamos observando este recambio de los cajeros automáticos por estos que tienen estos atributos digitales”, indicó.
“Es una vieja discusión que tenemos con el sector empresario porque muchas de estas decisiones se toman o se piensan con lógica porteña y una cosa son las cuarenta manzanas que rodean el Banco Central y otra la Argentina profunda que vemos todos los días”, sostuvo Giménez.
Los datos que agobian
A la hora de hacer una radiografía del país nos dijo “el 73% del país no tiene conectividad a internet, este es un dato a tener en cuenta porque muchas veces te derivan a canales tecnológicos o alternativos pero solo operan en las grandes ciudades, es decir, es una realidad totalmente distinta a la que imaginan los CEO de los bancos, son cuestiones que hacen a la vida cotidiana que muchas veces se pergeñan de una manera pero en la práctica se da de otra”, indicó.
Los billetes de 100 que colman los cajeros
Cuántas veces nos ha pasado que una va a retirar determinada suma para realizar los pagos y se encuentra con un fajo de billetes de 100 que o entra en ningún lado. Es una situación también de lucha con los argentinos del puerto porque con billetes de más denominación se ocuparía mejor la capacidad de los cajeros. Es decir, se optimizaría la cantidad por cada dispositivo”, sostuvo.
Bien, deberían tomar decisiones con una cabeza abierta y pensando mucho más allá de la General Paz para optimizar el servicio. “No te quepa la menor duda, billetes de mil deberían estar en cantidad y en volumen permanentemente y no sabés como se agilizarían los pagos en los cajeros automáticos en cuanto al volumen”, finalizó Giménez.
Lo dicho entonces. El problema está planteado. Más y mejores cajeros automáticos para que todos podamos utilizar ese canal de atención bancaria en beneficio del tiempo de cada una de las personas que o deberían deambular buscando uno que funcione o tenga dinero como si enfrentara la aventura de Don Quijote con Sacho Panza enfrentando a los molinos de viento.