Un nuevo ataque de viudas negras se registró el pasado viernes en el barrio porteño de Almagro, donde un turista de nacionalidad francesa fue víctima de cinco mujeres que lo desvalijaron.
Las asaltantes, a quienes conoció en Plaza Serrano, según la denuncia, lo engañaron y lograron ingresar junto a él al departamento que alquiló durante su estadía en Buenos Aires.
Fuentes policiales consultadas por Infobae precisaron que el hecho sucedió cerca de las 5.30 en un departamento de un quinto piso en un edificio ubicado en Gascón al 1.000, a solo unos metros de la bifurcación que divide las avenidas Córdoba y Estado de Israel.
Te puede interesar
A la noche de ese mismo día, la víctima se presentó en la Comisaría Vecinal 5A de la Policía de la Ciudad y denunció que al menos tres mujeres le habían robado en su departamento.
Sin embargo, las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio permitieron corroborar a los investigadores que fueron cinco las asaltantes.
La víctima llevó a su departamento a tres chicas que conoció en la zona de Plaza Serrano.
En diálogo con los agentes, el turista contó que luego de conocer a las mujeres en una de las zonas del barrio de Palermo más visitada por extranjeros, él mismo las invitó a la propiedad que ocupaba.
Una vez allí, los cuatro compartieron unos tragos y, tras ello, dijo no recordar nada más. Una descripción que coincide con el típico modus operandi de las llamadas “viudas negras”.
Al cabo de varias horas, el hombre se despertó y notó que las delincuentes le habían robado un parlante, un teléfono celular, una computadora, una billetera con dinero y tarjetas de débito y crédito.
Las imágenes que encabezan esta nota, correspondientes a una cámara de seguridad instalada en el hall del edificio, muestran el ingreso de la víctima junto a tres mujeres, que lucían vestidos de color beige, negro y rojo, y cuyos rostros quedaron registrados en el video.
Ya con el turista inconsciente, una de las viudas negras bajó descalza a la planta baja y abrió la puerta de entrada al edificio para que ingresaran otras dos integrantes de la banda, quienes ayudaron a cometer el robo y salir del lugar con el botín.
Una de las asaltantes le abrió la puerta a otras dos cómplices.
Luego, otra cámara de vigilancia apostada en el exterior del edificio registró la fuga de las cinco viudas negras, que portaban una valija de importante tamaño, donde ocultaban las pertenencias que le habían robado a la víctima.
La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 47, a cargo del doctor Marcelo Solimine, ordenó la intervención de la División Investigaciones Comunales 5 (DIC5) de la Policía de la Ciudad.
La víctima sufrió el robo de dinero en efectivo, una computadora, un teléfono celular y tarjetas de crédito y débito, entre otras pertenencias.
Los ataques de viudas negras en el ámbito de CABA marcaron un fuerte aumento en el último tiempo, razón por la cual el año pasado desde la embajada de Estados Unidos en Argentina alertaron a los viajeros sobre esta problemática.
De día vendía panchos y a la noche era viuda negra
Uno de los casos más recientes tiene como protagonista a Agustina Aylén Fernández, una joven de 22 años que trabajaba de día en un puesto de panchos en el Parque Centenario, pero que en enero pasado fue detenida por la Policía de la Ciudad, al estar acusada de seducir, drogar y robar a por lo menos siete hombres en 2023 y 2024. Su novio, de 27, y otro cómplice también fueron arrestados.
De acuerdo con la investigación, la mujer contactaba a sus víctimas a través de aplicaciones de citas como Tinder, Happn y Badoo, y utilizaba perfiles falsos con fotos de otras personas.
“Rocío”, “Catalina”, “Yuli”, “Magui”, “Mili”, “Meli” y “Rocío Belén” fueron los falsos nombres con los que Fernández se mostraba en las aplicaciones para atrapar a sus víctimas. Según las denuncias, atacó en diversos barrios porteños y usaba clonazepam en las bebidas para adormecer a los hombres que asaltó.
Según el sitio oficial Fiscales.gob.ar, el pasado 7 de enero Fernández fue localizada y detenida en un puesto de venta de panchos que atendía en el interior del Parque Centenario, cercano al cruce de las calles Marechal y Machado.
La detención fue concretada por personal de la División Investigaciones Comunales 4 de la Policía de la Ciudad que la ubicó allí gracias a las escuchas telefónicas en directo pedidas por la fiscalía y otorgadas por el juzgado.