A partir de este jueves, el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) ha decidido regular el uso de teléfonos celulares en las escuelas, con el objetivo de “mejorar la calidad de la enseñanza y favorecer el desarrollo de los chicos y adolescentes”. Según un comunicado oficial emitido por el Ministerio de Educación porteño, la medida afectará a 566.000 estudiantes de 2.291 escuelas de nivel inicial, primario y secundario, tanto públicas como privadas.
La resolución, firmada por la ministra de Educación, Mercedes Miguel, es el resultado de consultas y acuerdos con equipos docentes, especialistas y representantes de ONG. Su propósito principal es “estimular la concentración” de los alumnos durante las horas de clase y “promover la socialización” durante los recreos. Cada institución educativa deberá desarrollar un protocolo específico, pudiendo implementar restricciones aún más estrictas que las establecidas por el gobierno, como la prohibición total del uso de celulares en los niveles secundarios.
La medida busca “recuperar el control en las aulas y enfocar la atención de los estudiantes”, según explicó el Ministerio, argumentando que la distracción causada por los dispositivos móviles afecta negativamente el rendimiento académico y las dinámicas sociales dentro de las escuelas.
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Celulares en las escuelas mendocinas
Por otro lado, en un enfoque contrastante, las autoridades educativas de Mendoza han decidido no seguir el ejemplo de CABA. La Dirección General de Escuelas (DGE) de Mendoza confirmó que “no se analiza la prohibición del uso de celulares en las escuelas de la provincia”. En lugar de restricciones, el enfoque en Mendoza estará orientado a la concientización sobre el uso responsable de la tecnología.
Claudia Ferrari, subsecretaria de Educación de la DGE, subrayó que la provincia ya cuenta con un marco normativo establecido por la ley 7861, promulgada en 2008, que autoriza el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos móviles durante los recreos, horas libres y en momentos de ingreso o egreso de las instituciones educativas, tanto públicas como privadas.
Ferrari explicó que en Mendoza el uso de la tecnología se considera un eje central de la política educativa. “Tratamos de que todo el uso que se le dé a la tecnología dentro de la escuela tenga una finalidad pedagógica clara y que sea para el desarrollo de mejores aprendizajes de los estudiantes”, señaló la funcionaria.
En cuanto a la posibilidad de modificar la ley que regula el uso de celulares en las escuelas mendocinas, Ferrari fue categórica: “La ley hoy no está en debate. Lo que sí está en análisis permanente es cómo acompañar a las instituciones, a los docentes y a los estudiantes para desarrollar propuestas que fomenten el uso positivo de los recursos digitales con una finalidad pedagógica”.
Mientras CABA adopta una postura más restrictiva para enfrentar el desafío de los celulares en las aulas, Mendoza apuesta por una mayor integración de la tecnología en la educación, confiando en la capacidad de los docentes y alumnos para utilizar estos recursos de manera productiva.