Henri Guillaumet era otro de los pilotos, amigo entrañable de Antoine. Henri fue destinado por la compañía a hacer el viaje periódico de Santiago de Chile a Mendoza, ida y vuelta. Según los estudiosos Henri realizó ese trayecto en más de 400 oportunidades. El 13 de junio de 1930 Guillaumet partió de Santiago rumbo a nuestra capital en un biplano Potez 25 F AJDZ. Una tormenta sobre la zona del Aconcagua lo preocupó. Decidió intentar el cruce más al sur, pero también había tormenta. El combustible de su máquina mermaba rápidamente y a Henri no le quedó más opción que intentar el cruce. En medio del fragor de la tormenta su biplano comienza a fallar. Debe intentar un aterrizaje de emergencia. Por entre las nubes advierte una mancha oscura.
Sabe que es la Laguna del Diamante y sabe también, por la cartografía, que del lado “este” de la laguna había una planicie propicia para aterrizar. A esa altura del año, junio, el lugar está completamente nevado. El actual camino que lleva a la laguna permite el acceso a ella hasta abril, después las nevadas lo hacen intransitable. El avión se desliza correctamente al principio pero luego, choca con una gran piedra y capota, se da vuelta. Henri queda atrapado entre sacos de encomiendas pero intacto. Hombre instruido en las dificultades, comprende que tiene que buscar ayuda inmediatamente. Siete días anduvo caminando hasta que un niño lo descubre: Juan Gualberto García, hijo de unos puesteros de San Carlos de arriba.
Inmediatamente la familia del niño da aviso a la policía. Antoine Saint Exupéry, que había estado rastreando al avión de su amigo desde su desaparición, aterriza en la ruta 40 en San Carlos para abrazarse con su compañero.
El hallazgo del aviador siniestrado ocurrió el 19 de junio de 1930. 81 años después el gobierno francés a través de su presidente Jacques Chirac le otorgó a Juan Gualberto García la más alta distinción de la República de Francia a un extranjero. Antoine Saint Exupéry reflejó estas experiencias en dos libros magníficos: “Correo del sur” y fundamentalmente “Tierra de hombres” que fuera llevada al cine por Jean Jacques Annaud, el gran director francés, que no imaginaba en el tiempo de filmar esa película, que tiempo más adelante iba a conocer la zona del suceso, cuando llegó a Mendoza para filmar “Siete años en el Tíbet”.
Un aviador accidentado, un niño que lo encuentra, es directa la relación con el inicio del libro “El principito”.
FUENTES CONSULTADAS.
Toponimias, tradiciones y leyendas mendocinas - Juan Isidro Maza. Color, sabor y picardía en la cultura - Juan Carlos Rogé