Por la década del 30 del siglo pasado la aviación era incipiente, los aviones precarios y muy pocos los que se animaban a volar con ellos. Sin embargo una empresa francesa, la Compagnie Generale Aeropostale, unía con sus máquinas Francia con Sud América y en nuestro continente cubría la zona de la Patagonia, Chile y Mendoza, llevando y trayendo, correos y mercaderías. Uno de los pilotos era nada menos que Antoine Saint - Exupéry.