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Hechos: El petróleo en Mendoza “Los Fader”

05/06/2021 20:59
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El conocimiento de la existencia de petróleo en Mendoza se remonta al período de la colonia, es en nuestra provincia donde se descubre inicialmente este combustible y donde se empieza su explotación industrial

Por Jorge Sosa / Mendoza te cuenta

A fines del siglo XVIII los pobladores de la región lo utilizaban para calafatear odres (impermeabilizar con brea o alquitrán las juntas de un recipiente de cuero) en que transportaban caldos y alcoholes cuyanos que a lomo de mula se llevaban al litoral. Ocasionalmente, se apeló a las cualidades iluminantes del combustible. Tanto los naturales de la región como los pobladores españoles se habrían servido del petróleo en ese sentido. Claro que el líquido que emanaba de las afloraciones descubiertas, no era conocido con su nombre actual, ni apreciado en sus calidades combustibles. Las denominaciones que recibía por entonces eran las de “betún mineral, brea o chapapote (mineral negro)”.

En abril de 1886 se formó la “Compañía Mendocina Explotadora del Petróleo”, destinada a iniciar los trabajos de perforación en el paraje “Agua del Corral” ubicado al sur del cerro Cacheuta, en la localidad de Cacheuta del departamento provincial de Luján de Cuyo, dando lugar a la explotación comercial del petróleo y que constituye, posiblemente, la más antigua explotación de este mineral en el país.

El principal promotor de esta empresa fue Carlos Fader, padre del afamado pintor impresionista Fernando Fader. El pionero de la explotación petrolera en el país, había nacido en Alemania, en la aldea de Albersweiler, el 14 de enero de 1844. Debido a la paupérrima situación económica de su familia, debió trasladarse a pie hasta Suiza donde trabajó de aprendiz mecánico. Posteriormente migró a Marsella, donde se graduó de Físico-Matemático. Después se radicó en Barcelona, donde trabajó en una industria manufacturera. Su estilo errante lo llevó a Nápoles, donde se matriculó de ingeniero naval e incorporado a una empresa armadora de barcos, integró la tripulación de un buque a vapor que lo trajo a Buenos Aires en 1868, donde comenzó un extenso camino de aciertos y desaciertos empresariales.

Ya instalado en nuestro país, fue contratado por el Ferrocarril del Oeste y nombrado jefe de tracción en su servicio de locomotoras, cargo que ocupó hasta 1868. Posteriormente con un crédito que le otorgara el Banco de Londres en Buenos Aires, instaló en sociedad con Enrique Peña, un taller metalúrgico y astillero naval en la Boca. Un año después la fábrica fue incendiada por uno de los obreros que oportunamente fuera despedido, quedando esta inutilizable para la continuación de las tareas, que luego reinició con la ayuda que le brindara el general Roca.

En 1883 la vida empresarial de Fader, cambiaría sustancialmente de dirección cuando conoce en la ciudad de Buenos Aires al mendocino Emilio Civit -estadista cuyano-. A principios de 1885 el ingeniero Fader, invitado por algunos amigos, entre ellos Emilio Civit, visitó Mendoza para ver las vertientes de petróleo, conocidas por los lugareños como “el alquitrán de Cacheuta” y a instancias de Civit, llevó una pequeña cantidad del alquitrán a Europa. Su amigo el Dr. Engler, químico notable por sus trabajos sobre el petróleo, profesor y jefe del laboratorio químico del Politécnico de Karlsühe, Alemania, se encargó de analizar la materia, resultando ser petróleo y afirmó que convendría explotar los yacimientos ya que seguramente se hallaría petróleo más líquido en las capas. Aconsejado por Engler, visitó las minas de petróleo de Sloboda en Galizia, Austria, para interiorizarse sobre la explotación y allí mismo contrató al ingeniero y demás personal, y en Lemberg al geólogo Dr. Zuber, encargando al ingeniero que hiciera las especificaciones de la perforadora y demás útiles necesarios para la explotación de los terrenos del Cacheuta.

A su regreso a Buenos Aires en enero de 1886, Fader se asoció con los ingenieros argentinos Guillermo White y Guillermo Villanueva, con los dirigentes mendocinos Emilio Civit, Francisco Civit y José Vicente Zapata y con algunos amigos de Bs. As., como Félix Malbrán, Miranda Naón y Enrique Peña; con la participación de comerciantes e industriales de las plazas mendocinas y porteñas, deciden la constitución de una sociedad comercial para la explotación del petróleo de Cacheuta, formando así la “Compañía Mendocina Exploradora del Petróleo” en abril de 1886, obteniendo la compañía la personería jurídica por decreto dictado por el Presidente de la República Argentina en el citado mes y año, al mismo tiempo que se iniciaban los trabajos de perforación para la obtención del mineral que resultara realmente un “oro negro”.

Poco a poco se fueron obteniendo grandes cantidades de petróleo y Carlos Fader les propuso a sus socios la adquisición de una destilería de querosén, aceites lubricantes y parafina para aprovechar el petróleo restante, pero los accionistas de la compañía, habían tomado la decisión de vender el crudo a la empresa inglesa del Ferrocarril del Oeste. Debido a factores negativos el dinero de la empresa se acabó y ante esta situación, Fader renunció a la sociedad, quedándose con la usina de gas que había montado con capital propio mientras era accionista de la compañía ahora venida abajo.

Para este nuevo emprendimiento, el de la “Compañía Mendocina de Gas” contó con la colaboración de sus hijos, y utilizó en la usina petróleo proporcionado por la mina de Cacheuta. La compañía de gas cerró definitivamente en 1916.

Paralelamente a sus trabajos petroleros el ingeniero Fader, fundó la primera usina hidroeléctrica de Mendoza, proveyendo de luz a toda la ciudad.

Carlos Fader falleció el 5 de abril de 1905 y sólo una de sus obras lo sobrevive en nuestra provincia, el Club Alemán “Carlos Fader”, del que fuera fundador y presidente. Fue un importante empresario energético en Mendoza, que consolidó una significativa fortuna a partir de astilleros navales en Buenos Aires, la explotación de petróleo en Mendoza y la construcción del primer oleoducto de Sudamérica con un recorrido de 34 km desde Cacheuta hasta Luján de Cuyo.

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