El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) publicó este viernes su proyección de cosecha para 2025 en todo el país. De acuerdo con el informe, en Mendoza se espera una producción de uva un 9% superior a la de la temporada anterior.
Tal como estaba previsto, la estimación se difundió un día después de que Mendoza y San Juan anunciaran un histórico acuerdo para otorgar financiamiento a productores con el objetivo de cubrir costos de recolección y traslado.
Las cifras publicadas por el organismo nacional coinciden con las proyecciones realizadas previamente por el Ministro de Producción de Mendoza, Rodolfo Vargas Arizu. Según el INV, en la provincia se cosecharán aproximadamente 14.800.900 quintales de uva.
Estimación de producción de uva a nivel nacional
Desde el INV informaron que el relevamiento para el pronóstico de cosecha 2025 se realizó en conjunto con entidades gubernamentales y organizaciones privadas en todas las zonas vitivinícolas del país.
“Dado que las uvas en el norte argentino maduran de manera anticipada, inicialmente se presentaron los datos obtenidos en provincias como San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta”, explicaron desde el Instituto.
De manera simultánea, se llevó a cabo la estimación de cosecha en Mendoza, la región Sur y otras zonas productoras del país.
En este sentido, los resultados del INV para Salta, Catamarca, La Rioja y San Juan corresponden al 22 de enero de 2025, mientras que los datos de Mendoza fueron actualizados el 12 de febrero.
Proyección de la cosecha 2025 en Argentina
A nivel nacional, se prevé una producción total de 20.971.400 quintales de uva, lo que representa un incremento cercano al 9% en comparación con la temporada pasada, cuando se recolectaron 19.189.738 quintales.
Este mismo porcentaje de crecimiento se proyecta para Mendoza, donde la cosecha alcanzaría los 14.800.900 quintales en 2025.
Este aumento se da en un marco de sanidad excelente de los viñedos, lo que augura una cosecha de alta calidad. La estimación se llevó a cabo teniendo en cuenta un margen de incertidumbre de +/- 5%, lo que otorga un nivel de flexibilidad a las proyecciones frente a posibles imprevistos en las condiciones climáticas o del mercado.
Así, la cosecha de 2025 se perfila como una de las más productivas en la historia reciente del país, marcando un nuevo hito en la vitivinicultura argentina.