Los cardiólogos intervencionistas de Argentina han anunciado un paro de 48 horas los días 13 y 14 de agosto debido a la crítica situación económica que enfrenta el sector. La medida fue confirmada y comunicada por el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI). Durante estos días, no se realizarán procedimientos como la colocación de stents ni angioplastias, exceptuando emergencias con riesgo de vida.
Un reclamo urgente
El paro se ha declarado tras la falta de respuesta por parte de las prepagas y obras sociales nacionales y provinciales. El CACI ha expresado su desesperación ante la situación, citando honorarios extremadamente bajos y una grave falta de insumos. En un comunicado emitido, los profesionales señalaron que se encuentran en una "Tormenta perfecta" debido a la combinación de salarios depreciados por la inflación y el aumento exponencial de los costos de los insumos médicos, lo cual pone en riesgo la realización de prácticas seguras.
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Impacto en la salud pública
Los cardiólogos intervinieron en el comunicado afirmando que sus prácticas salvan aproximadamente 200.000 vidas al año en Argentina. Advirtieron que, de persistir la actual situación, las muertes por enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el país, podrían incrementarse significativamente.
En su declaración, los profesionales señalaron que las obras sociales están demorando cada vez más en proporcionar los insumos necesarios, sometiendo a los pacientes a mayores riesgos debido a los retrasos en el tratamiento. Además, enfatizaron que, sin una respuesta adecuada por parte de las autoridades de las prepagas, las obras sociales y el gobierno, la medida de fuerza podría intensificarse, llevando a un deterioro irreversible de la especialidad.
El CACI había emitido un comunicado similar en mayo, advirtiendo sobre la fuerte crisis que atraviesa el sector. Destacaron que el aumento exponencial de los costos de los equipos e insumos médicos, junto con la baja sistemática de los honorarios profesionales, ya está causando consecuencias indeseables como la reprogramación y la demora de prácticas críticas, poniendo en riesgo la salud de los pacientes.
La entidad anticipó que, sin una solución a mediano plazo, toda la actividad de cardiología intervencionista podría paralizarse, generando un impacto incalculable en la salud de la población en toda Argentina. También resaltaron que los costos de los equipos y los insumos han aumentado entre un 300% y un 500%, incrementos que no se han reflejado en los pagos realizados por las obras sociales y los sistemas de medicina privada.
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Atención en Mendoza
En Mendoza, la situación es más manejable, con atención normal en los nosocomios públicos y suficientes insumos para trabajar y atender urgencias. Sin embargo, los cardiólogos señalaron que el mayor problema no es tanto la falta de stents sino los costos exorbitantes de las endoprótesis, dispositivos esenciales para procedimientos a nivel de la aorta o la válvula aórtica.