Una dieta rica en frutas, verduras y proteínas puede ayudar a mantener la presión arterial dentro de rangos saludables, según la Fundación Española de la Nutrición, los riñones son los filtros del cuerpo encargados de eliminar desechos y toxinas, regular los niveles de líquidos y minerales, así como producir hormonas esenciales para la presión arterial. Una alimentación equilibrada y consciente se revela como un factor esencial para el bienestar renal. En este sentido, una dieta saludable puede ser la clave para cuidar tus riñones y mantener su funcionamiento óptimo.
Porqué consumir cebolla
Son varios los estudios que se están llevando a cabo, en referencia al cuidado de uno de los órganos vitales para la vida. Destacan desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN), que la cebolla contiene antioxidantes, como los flavonoides y compuestos de azufre, que tienen propiedades antiinflamatorias. Los antioxidantes ayudan a proteger las células de los riñones contra el estrés oxidativo, contribuyendo a su salud general.
Hay más para destacar, porque un aspecto muy importante de añadir todos los días cebolla a nuestras recetas o a la dieta de una persona con problemas de salud renal, es porque es un condimento ideal para las dietas bajas en sodio (que limitan la ingesta de sal).
La cebolla tiene propiedades diuréticas suaves, lo que significa que puede ayudar a aumentar la producción de orina. Esto puede ser beneficioso para eliminar toxinas y desechos del cuerpo, aliviando la carga sobre los riñones.
Por último, hay que destacar lo que señala la FEN: "las cebollas son ricas en flavonoides y en compuestos azufrados, pero sobre todo destaca el contenido en quercetina (flavonoide) con una importante función antioxidante". Y se ha sugerido que la quercetina puede ayudar a proteger contra el daño renal y reducir el riesgo de enfermedades renales crónicas.
Vitaminas que obtiene nuestro cuerpo por consumir cebolla
Este alimento con tanta presencia y protagonismo en la gastronomía del mundo tiene un efecto positivo sobre nuestro organismo, destacando entre otros por su contribución para mejorar la circulación y reducir la tensión sanguínea.
Otra de las investigaciones publicada por la revista Frontiers in Pharmacology que afirma que la quercitina, una sustancia que actúa como protector renal, tiene una potente acción antioxidante y antiinflamatoria. El estudio detalló que este flavonoide natural ayuda al alivio de la toxicidad renal, la fibrosis, la apoptosis y la inflamación en una amplia variedad de enfermedades en los riñones.
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A ello hay que sumar la riqueza de la cebolla en otros compuestos como cepaenos, saponinas, agliconas, organosulfuros, flavonoidos y otros compuestos fenólicos, los cuales poseen efectos antioxidantes, antiinflamatorios e inmunomoduladores. Por todo ello, hay muchos científicos que han comenzado a estudiar la posibilidad de hacer uso de esta planta para poder enfrentarse a enfermedades que guardan relación con la desregulación inmunológica, la inflamación y el estrés oxidativo.
También hay que destacar que el fuerte sabor que posee, hace que la cebolla se convierta en un condimento perfecto para dietas bajas en sodio, que son habituales entre aquellas personas que presentan algún tipo de problema renal. De igual forma, su consumo tiene varios beneficios para la salud cardiovascular, al reducir el riesgo de padecer problemas de hipertensión, que pueden afectar negativamente a los riñones.
Hay que mencionar un trabajo publicado en la revista Iranian Journal of Pharmaceutical Research ha demostrado que el consumo diario de cebolla ayuda a los riñones por su papel como diurético, estimulando la excreción de orina. De esta forma, favorece la expulsión de sodio al mismo tiempo que contribuye a regular el volumen y la composición de los líquidos de nuestro organismo, favoreciendo el bienestar de diferentes órganos, entre ellos los riñones.
Otros beneficios de la cebolla para la salud
Bactericida, fungicida y expectorante: este ingrediente tan habitual en nuestra gastronomía posee una acción bactericida y fungicida que lo hace ser muy eficaz para inhibir distintas bacterias como la Escherichia coli o la Staphylococcus aureus. Además, también es un alimento protector de los bronquios, siendo muy útil para personas con asma y otras enfermedades pulmonares obstructivas.
Beneficios para la salud del corazón: las cebollas poseen antioxidantes y otros compuestos que favorecen la reducción de los triglicéridos y reducen los niveles de colesterol, lo que contribuye a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. También reduce la presión arterial y protege frente a los coágulos sanguíneos.
Prebiótica: la fibra que podemos encontrar en este alimento posee fruto-oligosacáridos, un componente que no se puede digerir en el estómago y que llega al colon, donde se degrada por las bacterias intestinales. Por ello consigue favorecer el crecimiento de bifidobacterias e inhibir el desarrollo de bacterias patógenas. De esta manera, la cebolla sirve como prebiótica.
Ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer: algunos de los numerosos compuestos de la cebolla tienen propiedades anticancerígenas que ayudan a prevenir algunos tipos de cáncer como el de estómago y el de colon.
Antidiabética: además, la cebolla cruda es una gran aliada para personas que padecen de diabetes o azúcar elevado, ya que incluir este alimento en la dieta ayuda a la regulación de la glucosa en sangre.
Como se puede consumir
Se puede usar tanto cruda como cocida, y algunas posibilidades que tenemos a nuestra disposición para incluirla en nuestra alimentación son las siguientes.
Cortada fina y pochada: esta manera de usar la cebolla se emplea como fondo de numerosos guisos, sofritos, sopas y salteados.
Sola o combinada con otros vegetales: en este caso, se puede utilizar para el relleno de berenjenas, pimientos, empanadas y otras masas saladas. Su textura y humedad hace que estas preparaciones tengan mayor untuosidad y sabor.
Cruda en ensaladas: cortando la cebolla en finos aros, se puede agregar cruda en ensaladas.
Entera o en rodajas: la cebolla, ya sea entera o bien cortada en rodajas, puede ser el perfecto acompañamiento para platos de carne y pescado al horno.
Por último, en lo que respecta a su consumo, hay que tener en cuenta que, dado que este es relativamente bajo, es suficiente con consumir unos 20-30 gramos diarios de cebolla para disfrutar de todos sus beneficios. Además, como sucede con otros vegetales, es mejor comer la cebolla cruda que cocida, ya que al cocinarla puede perder algunos nutrientes.Cómo afecta a la salud de los riñones comer cebolla todos los días