El peronismo manifestó este martes su firme oposición a la reciente ley aprobada en el Senado provincial de Mendoza que dio sanción final a la venta de acciones de la empresa estatal IMPSA, un paso importante para llevar a cabo el proceso de privatización.
En una entrevista, el senador Félix González destacó tres lineamientos clave que deberían haberse considerado antes de proceder con la transferencia: mantener la sede de IMPSA en Mendoza, proteger a los 720 trabajadores de la empresa y salvaguardar la red de prestadores de pymes que dependen de ella.
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“Desde el peronismo y escuchando el planteo de la organización sindical y CGT creemos necesario que se preserve la fuente de los trabajadores que tienen una alta especialización en el rubro” dijo el senador.
González advirtió sobre los riesgos de una privatización acelerada y criticó la urgencia impuesta por el gobierno provincial, señalando que la deuda de IMPSA, citada como motivo principal de la venta, está reestructurada y no representa una emergencia inmediata. “La primera cuota se paga en 2028, tenemos casi cuatro años para gestionar contratos y mejorar la situación”, subrayó.
El senador también hizo un llamado a evitar que Mendoza pierda su participación en un negocio que podría ser clave para el futuro económico de la provincia. “Si Mendoza actúa con inteligencia y preserva su 21% de acciones, podremos seguir participando activamente en el futuro de IMPSA, protegiendo a los trabajadores y aprovechando las oportunidades de crecimiento de la empresa en el mercado internacional”.
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Además, González no dudó en criticar las políticas de privatización que impulsan ciertos sectores, argumentando que estas decisiones podrían perjudicar gravemente a la provincia. "Si seguimos esta ola privatizadora sin proteger nuestros intereses, Mendoza perderá una gran oportunidad", concluyó.