En una movida que sacudió el tablero político, el presidente Javier Milei confirmó este viernes que vetará la Ley de Financiamiento Universitario, sancionada en el Senado la noche anterior. El mandatario fue categórico al describir la norma como "populismo legislativo" y advirtió que cualquier ley que comprometa el esfuerzo fiscal del país será rechazada.
Un veto anunciado y polémico
El anuncio de Milei, que llegó a través de sus redes sociales con un escueto "Veto total", fue respaldado por el subsecretario de Políticas Universitarias de la Nación, Alejandro Álvarez. En una entrevista radial, Álvarez señaló que la decisión ya había sido adelantada por el Presidente y que el proyecto aprobado no hacía más que agravar una situación fiscal ya delicada. "Cualquier ley que ponga en riesgo el equilibrio fiscal será vetada", dijo Álvarez, reforzando la postura del Ejecutivo.
Impacto económico y contexto político
La Ley de Financiamiento Universitario, que incluye un ajuste salarial para el personal docente y no docente, así como una actualización automática de los créditos presupuestarios de las universidades, fue vista por la administración de Milei como un golpe directo a su plan de déficit cero. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el impacto fiscal de la norma ascendería a $738.595 millones, equivalente al 0,14% del PBI.
El proyecto establece que los gastos de funcionamiento de las universidades deberán ajustarse por la inflación de manera bimestral, lo que, según el Ejecutivo, desestabilizaría el presupuesto nacional. "Ya se ha dado un aumento del 270% a las universidades, lo que pedía el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)", explicó Álvarez, insinuando que la nueva ley sería un exceso innecesario.
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Votaciones cruzadas en el Senado
La Ley de Financiamiento Universitario fue aprobada con amplio respaldo en el Senado, incluso con algunos votos favorables de legisladores del PRO, como Guadalupe Tagliaferri, Luis Juez y Beatriz Ávila. Sin embargo, la iniciativa no contó con el apoyo unánime del bloque opositor: tres senadores del PRO, entre ellos Carmen Álvarez Rivero y Alfredo De Ángeli, votaron en contra, mientras que la pampeana Victoria Huala optó por abstenerse.
A pesar de la aprobación legislativa, Milei confía en tener el respaldo necesario en la Cámara de Diputados para sostener el veto, si el Congreso decide revisarlo. Según fuentes cercanas al gobierno, el Presidente ya cuenta con el apoyo de 90 diputados, lo que le garantizaría mantener su decisión intacta.
Reacciones en el ámbito académico
La noticia del veto provocó inmediatas reacciones en el ámbito universitario. Sindicatos docentes y asociaciones estudiantiles calificaron la decisión como un "ataque directo a la educación pública", advirtiendo que sin los fondos adicionales muchas universidades verían comprometido su funcionamiento en 2024. Asimismo, sectores políticos afines al proyecto manifestaron su preocupación por el impacto que la medida tendrá sobre los salarios docentes.
Una pulseada fiscal
Con este veto, Milei reafirma su compromiso con la estabilidad fiscal y su rechazo a cualquier política que considere inflacionaria o populista. La decisión también refleja una estrategia más amplia de control del gasto público, que el Presidente ha impulsado desde su llegada al poder. Sin embargo, la medida genera incertidumbre sobre el futuro de la educación superior en el país, que ahora se encuentra en el centro de una nueva batalla política entre el Ejecutivo y el Legislativo.