En un clima de creciente tensión política y social, los gremios docentes universitarios anunciaron un paro total para mañana en todas las universidades nacionales. La decisión fue tomada como respuesta a la ratificación del veto presidencial de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario, que había sido aprobada recientemente por el Congreso. La ley vetada buscaba asegurar recursos adicionales para el sistema universitario público, una medida que los gremios consideraban esencial para enfrentar la crisis presupuestaria que atraviesan las casas de estudio.
Los principales sindicatos del sector educativo, entre ellos la CONADU y la FEDUN, emitieron comunicados en los que denunciaron que el veto es un golpe directo a la educación pública y al futuro de los jóvenes argentinos. “Este ataque a la educación pública no será tolerado. Las universidades ya sufren una asfixia presupuestaria, y con esta decisión se profundizan los recortes, afectando a miles de estudiantes y trabajadores”, expresó el secretario general de CONADU, Carlos De Feo.
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La medida de fuerza contará con la adhesión de los gremios docentes de universidades de todo el país, y se espera que el paro afecte tanto el dictado de clases como las actividades administrativas en las instituciones. Además, varias asociaciones estudiantiles han expresado su apoyo al paro, convocando a movilizaciones en diferentes ciudades del país para acompañar el reclamo docente.
Desde el gobierno, el presidente Milei defendió el veto argumentando que el país no puede destinar más recursos a un sistema que, según sus palabras, es ineficiente y está politizado. “Las universidades deben ser autosuficientes y dejar de depender del Estado. Debemos apostar por la meritocracia y la excelencia, no por la burocracia”, expresó el mandatario en un discurso reciente. Sin embargo, estas declaraciones han generado aún más rechazo en el ámbito académico, que denuncia la creciente precarización del sistema universitario.
El paro anunciado para mañana promete paralizar a toda la educación superior pública del país y plantea un escenario de creciente confrontación entre el gobierno y los sectores vinculados a la educación. Los gremios no descartan profundizar las medidas de fuerza si no se garantiza una solución a la crisis de financiamiento universitario.