Al otro día de la renuncia del diputado nacional Máximo Kirchner a la presidencia del bloque en la Cámara baja, su par Leopoldo Moreau, quien ya se había manifestado en contra de acordar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó que cuando el entendimiento llegue al Congreso para su debate buscarán realizar modificaciones para aliviar, a su entender, el impacto que lo firmado por el Gobierno puede generar.
“Se entiende que el acuerdo se va a discutir, para eso va al Congreso”, dijo en diálogo con Radio 10 y luego aseguró: “Por lo pronto vamos a llamar la atención sobre los peligros y los riesgos, y ojalá ese llamado de atención sirva para que cuando se firmen los memorándum de entendimiento algunas cuestiones de remuevan; porque si no, vamos a entrar en una situación muy compleja”.
Al opinar su postura sobre la negociación, Moreau aclaró que él no habló con el hijo de la vicepresidenta pero se mostró de acuerdo con su postura. “Hay que tratar de que la discusión no se distorsione; no se estaba discutiendo default sí o no. En primer lugar porque con el Fondo no hay default, se pide plata para no caer en default con los acreedores. Con el Fondo lo que hay es mora”, dijo.
Duras críticas a Guzmán
Luego de admitir que esta semana el país se encontraba en un límite con el organismo internacional y de asegurar que “si no se cerraba, se corría la posibilidad de corrida bancaria o devaluación”, apuntó contra el ministro de Economía, Martín Guzmán. “Es su responsabilidad, porque vino liquidando las divisas desde el inicio de su gestión innecesariamente en una negociación con el Fondo cuando todavía no había acuerdo. Le pagamos al Fondo sin tener un acuerdo”, indicó Moreau.
En ese marco, también apuntó a que el titular de la cartera económica podría haber aplicado otra estrategia. “Si suspendíamos los pagos, no hubiera llegado con la lengua afuera y casi sin dólares al tramo final de la negociación y eso es lo que nos ha impuesto el acuerdo, que está lleno de peligros”, advirtió.
También indicó que “el final hubiera sido totalmente distinto” si el presidente Alberto Fernández no le giraba los montos al FMI y llevaba el reclamo a la Corte Internacional de Justicia, mientras se pronunciaba la Corte Suprema en la Argentina. “En los últimos años le pagamos al Fondo miles y miles de millones sin acuerdo. Además, pagamos la deuda de las empresas privadas con sus casas matrices. Se nos fue todo el saldo comercial entre el pago al Fondo sin acuerdo y el pago a los acreedores privados”, se quejó el diputado de origen radical, pero que sintoniza con el kirchnerismo.
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La deuda privada en moneda extranjera fue uno de los puntos que abordó Máximo Kirchner en la carta que presentó ayer por la tarde, donde -entre duras críticas a Fernández y a Guzmán- contó que fue “pragmático” cuando acompañó esa reestructuración, pese a estar “en profundo desacuerdo con algunos de sus artículos”.
Por su parte, continuó con las críticas hacia el ministro de Economía por pedir un nuevo préstamo por 44.500 millones de dólares para financiar los vencimientos del programa stand by acordado durante el gobierno anterior. Dijo que eso es lo que avalará las revisiones trimestrales que hará el organismo sobre las cuentas públicas argentinas y cuestionó los “pedidos” del FMI para quitar subsidios a la energía, subir las tasas de interés y bajar la emisión. “Es un frenazo en la economía enorme y las revisiones nos ponen a tiro de que el Fondo sea el que decida en qué momento nos empuja a un escenario de cesación de pagos”, planteó.
También recordó viejas tensiones al decir que el funcionario “se encaprichó” cuando decidió no extender el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). “Se lo dijimos hasta el cansancio. Bajó el gasto y perdimos cinco millones de votos”, sostuvo, responsabilizándolo en parte por el mal desempeño oficialista en las urnas el año pasado.
“La discusión no era si pagar o no pagar, la discusión era cómo era la negociación y cómo culminaba. Durante dos años eso se discutió en las reuniones que se hacían en la Casa de Gobierno y en Olivos, se discutió hasta el último minuto. Hubo dos miradas diferentes: la del ministro de Economía, que terminó imponiéndose, y la de otros sectores del Frente de Todos”, concluyó.