El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) ha desarrollado un dispositivo con el propósito de enfrentar la crisis hídrica en el sector agrícola mendocino, optimizando los rendimientos y reduciendo los costos operativos. Se trata de un sensor de temperatura capaz de recopilar información en tiempo real, lo que facilita la toma de decisiones en el campo.
Rodolfo Vargas Arizu, ministro de Producción de Mendoza, explicó que esta tecnología ya se utilizaba en la provincia, pero su elevado costo la hacía inaccesible para muchos productores.
Este innovador sensor, que se instala en el suelo, no solo detecta áreas con déficit hídrico, sino que también identifica las condiciones óptimas para el crecimiento de distintos cultivos. Con dimensiones de apenas dos milímetros de largo y ancho, puede registrar temperaturas que van desde los 20 hasta los 75 grados centígrados.
Un sistema inteligente para el riego agrícola
“La automatización del riego ya se había implementado en la provincia, pero con costos elevados. Ahora, el INTI desarrolló su propia versión de los sensores de suelo, esenciales para esta tecnología”, explicó Vargas Arizu.
Este dispositivo permite monitorear la temperatura y humedad del suelo, ajustando el funcionamiento de los aspersores según un horario preestablecido o en función de las necesidades específicas de cada hectárea.
“La producción de esta tecnología por parte del INTI representa un gran avance, ya que su costo será significativamente menor, haciéndola accesible para los pequeños productores”, agregó el ministro.
Desde el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, Mauro Sosa destacó que este sensor no solo favorece un mejor rendimiento de los cultivos, sino que también contribuye a la estabilidad económica de los productores y del país en general.
“La incorporación de estos avances permite tomar decisiones en el momento justo, optimizando el uso del agua en zonas donde el recurso es escaso”, enfatizó Sosa.
Tecnología para democratizar la producción agrícola
El desarrollo impulsado por el INTI tiene como objetivo eliminar las barreras que han hecho que la modernización del agro sea inaccesible para pequeños y medianos productores. Durante años, la capacidad de producir con éxito dependió en gran medida de la disponibilidad de recursos.
Para Sosa, esta innovación permitirá mejorar la competitividad dentro del sector, logrando que los beneficios de una cosecha eficiente sean accesibles para más productores y optimizando la calidad de los productos destinados a la comercialización.
“Nos enfrentamos a un mercado con múltiples desafíos y costos en constante aumento. Por ello, es fundamental que organismos como el INTI promuevan la adopción de nuevas tecnologías con financiamiento accesible”, señaló el representante del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este.
Gracias a estas herramientas, los productores podrán adaptarse a las demandas del mercado con mayor rapidez, mejorando la rentabilidad y fomentando nuevas inversiones.
El futuro de la innovación agrícola
María Belén Kramar, integrante del equipo de la Dirección Técnica de Micro y Nanotecnologías del INTI, sostuvo que la aplicación de esta tecnología en el agro está en sus primeras etapas y que el siguiente paso será integrar el sensor a un sistema que mida el flujo de savia en las plantas.
“Los resultados iniciales han sido muy alentadores. El sensor ha demostrado un rendimiento estable y confiable dentro del rango de temperaturas analizado”, afirmó.
Finalmente, la especialista aseguró que el equipo del INTI seguirá trabajando en el desarrollo de soluciones tecnológicas de vanguardia para el sector agrícola, apostando por la innovación y la eficiencia en el uso de los recursos naturales.
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