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Cornejo, el dialoguista que ahora espera resultados

La Ley Bases es un triunfo para Milei, pero también para todos los que lo acompañaron, que empezarán a exigir beneficios. 

28/06/2024 10:40
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Confirmada la sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal (incluso el esperado por las provincias regreso del impuesto a las Ganancias) y tras la sanción definitiva de la Cámara de Diputados, todo parece indicar que se inicia una nueva era para Javier Milei.

El demorado primer triunfo legislativo insumió 6 meses de gobierno libertario y le puede permitir de ahora en más desarrollar su plan de acción. Ese es el logro, pero también será el reclamo.

No hay dudas que el disruptivo mandatario se anota una victoria que hubiera sido imposible sin el acompañamiento de muchos actores de la vida política, incluso aquellos que se declaran opositores a Milei, a pesar de su desprecio y reiterados agravios.

Un pelotón donde se enrola Alfredo Cornejo, no sólo por ser un arduo trajinador de la política (lo que el presidente define como la casta), sino también por su experiencia en gestión pública (una extravagancia para el mandatario), más su condición de afiliado y dirigente del radicalismo. Casi un mega combo del mal.

Pese a estas características, Cornejo supo sopesar los equilibrios y mantener la paciencia para tender una mano -como el resto de los gobernadores de Juntos por el Cambio- quienes también pueden anotarse este logro como propio, al igual que la denominada "oposición dialoguista".

Se trató de un largo proceso de negociación, donde la política tuvo un rol central, que se hará explícito con la firma del demorado Pacto de Mayo que paradojas al margen, se firmará en julio y al que Cornejo ha comprometido su rúbrica.

Más allá de las coincidencias parciales, primó en estos meses el objetivo común de dejar atrás la nebulosa kirchnerista y evitar una crisis institucional para el país que podría haber agravado mucho más el estado de las cosas, tanto en lo político como en lo económico.

Sin embargo, dado ese aval casi fundacional para el Gobierno, y garantizadas las herramientas básicas para su plan de acción, aquel Cornejo dialoguista y contemplativo puede que se torne más agudo y autónomo. Una línea que esbozó esta semana ante empresarios de la construcción donde se animó a remarcar los matices.

Eso no implica romper lazos ni tensar cuerdas, sino convertirse en aliado crítico, capaz de diferenciarse de la euforia libertaria que se excusa pero demora en resolver.

Es que más allá de la tarea de conducir la Provincia, con las dificultades que un contexto de ajuste y caída de la actividad supone para el mantenimiento de los servicios, es el propio radicalismo el que deberá también unificar posturas frente a la Nación. Y en esa tarea, los gobernadores del partido tienen un rol de equilibrio que sopesa la extrema tirantez que plantea el presidente de la UCR, el senador Martín Losteau.

Para el futuro inmediato, y con la esperanza de que habilitadas las herramientas que pedía Milei para acomodar la economía, el gobernador pretende establecer con precisión quirúrgica qué tipos de proyectos serán posibles encarar con los 1.023 millones de dólares de Portezuelo del Viento. Aún con todas las reservas y exigencias de distribución que desde el sector público y el privado intentan condicionar su decisión.

Sabe Cornejo que una buena inteligencia en esa elección puede permitir sentar las bases para futuros desarrollos productivos, facilitar aquellos ya existentes o generar retornos que mantengan ese capital para nuevos proyectos a futuro. Y todo, sin intervención de la Nación, y hasta alejado de los vaivenes de la política nacional, pues se trata de ahorro genuino de Mendoza.

Esa fortaleza de caja ayuda a que el gobernador empiece a transmitir que su parte de acompañamiento al nuevo presidente ya la cumplió en este tiempo inicial y que de ahora más los propios aciertos de la gestión de Milei, el interés por el trabajo conjunto y la mirada federal podrán determinar el futuro de un vínculo sostenido un poco por convicción y mucho más por conveniencia mutua.

Para ello es necesario el ordenamiento de la macroeconomía en la dirección que plantea Milei, y que la Ley Bases quiere ser el punto de partida, pero incluso dar señales claras de reactivación que hasta ahora están ausentes. O al menos casi imperceptibles.

Son las condiciones necesarias de un cambio de orientación con el que Cornejo machacó en la campaña y de la que en ésta semana parece haberse concretado recién el primer paso.

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