Ivana Molina lleva más de un mes desaparecida y los investigadores tienen como principal sospechoso a su expareja Carlos Miguel Díaz, quien a mediados de abril, se fugó a Buenos Aires, luego de brindar un testimonio falso que después fue desmentido por otros testigos y familiares que afirmaron que los vieron juntos el día 8 del mismo mes, cuando el presunto femicida negaba haber tenido contacto con la víctima.
El imputado por femicidio que ya se encuentra en la provincia, luego de ser capturado el pasado 3 de mayo por la noche en localidad de Pablo Nogués del conurbano bonaerense, le realizaron un allanamiento en la casa ubicada en el barrio Las Rosas, de Ciudad, que compartía con la mujer, en la propiedad hallaron rastros de sangre que coindicen con el ADN de Molina.
Te puede interesar
Díaz luego de abstenerse a declarar tras su arribo a la provincia, este martes dio su versión en el expediente que lidera la fiscal de Homicidios Claudia Ríos y se defendió de las acusaciones en su contra, justo en el mismo día que se confirmó que la sangre encontrada pertenece a la mujer de 39 años.
El sospecho en su defensa dijo que esas manchas se generaron durante encuentros sexuales con la mujer.
En su defensa, el imputado sostuvo que “no mató, desapareció, ni entregó a nadie”. En otra parte de su relato, el hombre sostuvo que Ivana tenía problemas de adicción, y que en el último tiempo solo mantenían encuentros sexuales con ella. Según Díaz, su relación sentimental terminó con la víctima hace ocho meses y desde entonces solo tenías citas casuales.
Te puede interesar