Juan Antonio Sánchez, farmacéutico y químico analítico de la Universidad de Buenos Aires, impulsó la creación del Doctorado en Bioquímica y Farmacia en 1919, configurándose a partir de allí la carrera de Bioquímica como una profesión con identidad propia pero con la impronta al servicio de la salud humana.
Durante la pandemia por SarsCoV-2, quedó en evidencia la relevancia del diagnóstico in vitro realizado por el bioquímico y la intervención decisiva que le cupo como profesional de la Salud, la que aumentó considerablemente respecto de años anteriores.
Cada profesional aportó algo desde su lugar, ya sea público, privado u obra social, diagnosticando, colaborando en el seguimiento y/o en la rehabilitación de los mendocinos afectados.
Muchos hicieron esfuerzos sobrehumanos porque no solo fue hisopar, sino también cargar datos en los sistemas de denuncia obligatoria SISA, incorporar los resultados, luego informarlos y validarlos. Todas las tareas se realizaron de forma personalizada y en tiempo récord. Desde el trabajo, la casa o el supermercado, los profesionales debían estar disponibles para pacientes, conocidos o familiares que los consultaban. Fue necesario incorporar reactivos novedosos y costosos, estudiar los protocolos, aplicarlos y adaptarlos según los cambios que surgían a medida que evolucionaba la situación epidemiológica.
También, gran cantidad de bioquímicos se contagiaron y padecieron la enfermedad y alguno, partió de este mundo en lo mejor de su vida dejándonos perplejos y sin respuestas.
Los operativos sanitarios organizados desde el Ministerio de Salud contaron no solo con bioquímicos sino también con la ayuda de estudiantes de la carrera de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maza. Se trabajó, como nunca antes, unidos, como un gran sistema de salud que se flexibilizó tanto, que en muchas ocasiones nos obligó a ir hasta lugares impensados.
El profesional bioquímico siempre estuvo donde se lo necesitó, sin descanso, sin fines de semana, sin vacaciones, dejando de lado familias, amigos. Solo era trabajo en burbujas. Todo fue una gran labor; la mejor que debimos y pudimos hacer.
Por eso, especialmente en este 2022, debemos agradecerle a estos profesionales por su compromiso, dedicación y labor para dar batalla al coronavirus. A todos ellos el merecido reconocimiento desde el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes en su día y en especial del Departamento Provincial de Bioquímica.