Cuando nos iniciamos en el gimnasio, una de las primeras preguntas que nos hacemos es cuál es el mejor momento del día para entrenar. Es algo que se ha estudiado en infinidad de ocasiones pero que a muchas personas aún les provocan dudas. Y, aunque lo verdaderamente importante sea centrarnos en movernos a diario, ahora Harvard puede aclarar un poco nuestras dudas.
Una encuesta de salud nacional y nutrición de Estados Unidos ha analizado los niveles de actividad física de más de 5 mil participantes, además de en qué momento del día hacían ejercicio: por la mañana, el mediodía o la tarde.
Entre los que cumplían los 150 minutos recomendados de ejercicio semanal, los que solían entrenar por la mañana (entre las 7 y las 9), presentaron un menor riesgo de obesidad que aquellos que entrenaban más tarde. Su índice de grasa corporal era menor que en los otros dos grupos.
Te puede interesar
Sin embargo, el momento del día en que entrenamos no es lo más importante. Lo realmente indispensable es buscar esos huecos en nuestra semana para ir al gimnasio, practicar algún deporte o, en definitiva, movernos. Nuestros objetivos y nuestra propia experiencia personal serán los que determinarán cuál es el mejor momento del día para entrenar.
Si, por ejemplo, nos estamos iniciando en el ejercicio, simplemente debemos elegir las horas en las que tenemos más energía y motivación. Para algunos, eso es nada más despertarse pero, para otros, puede ser después de comer o a final de tarde.
Tiene mayores beneficios entrenar por la mañana
Entrenar temprano puede tener ventajas, sobre todo para quienes no son unos apasionados del ejercicio. Se debe básicamente a una cuestión de motivación y mentalidad. Si no nos gusta hacer deporte y vamos dejándolo para final del día, lo veremos como una tarea a retrasar y que no queremos hacer y lo más seguro es que encontremos excusas para no hacerla o nos surgirán otros planes.
Hay estudios que demuestran que hacer ejercicio nada más levantarse, antes del desayuno, ayuda a quemar más grasa corporal, pero esto también dependerá de cada persona. Simplemente se trata de probar durante un tiempo si esto también nos funciona a nosotros y si nos sentimos bien haciéndolo.
Pero quizás la mejor ventaja de hacer deporte al despertarse es que podremos beneficiarnos de la serotonina y dopamina que liberamos durante el ejercicio para motivarnos en el trabajo y tener buen humor el resto del día. Seremos más productivos, más creativos y nos concentraremos mejor. Además, si empezamos el día entrenando, lo más seguro es que también nos animemos a alimentarnos mejor el resto del día, según los expertos.
Qué pasa con entrenar por la tarde
Entrenar por la tarde no es malo y para ciertas personas tiene muchas ventajas. Por ejemplo, si no somos de esas personas mañaneras, seguramente prefiramos ir al gimnasio por la tarde, porque lo disfrutaremos más. De la misma forma, nuestro cuerpo está más despierto por la tarde, por lo que seremos más eficientes en nuestros entrenos.
Lo que sí que debemos procurar en no hacer deporte justo después de comer. Los expertos recomiendan esperar, al menos, tres horas tras una comida pesada. Si lo que hemos tomado es algo suave o un snack, lo óptimo es entrenar una hora después. Un snack rico en carbohidratos, como una tostada o un plátano, nos dará mucha energía para nuestro entreno de alta intensidad.
Por supuesto, no debemos olvidarnos de hidratarnos bebiendo mucha agua a lo largo del día. Si no hemos bebido agua, lo más seguro es que tengamos poca energía y que no disfrutemos tanto de nuestro entrenamiento como deberíamos, porque no tendremos tanta energía, lo que puede acabar siendo, en algunos casos, peligroso.
Si entrenamos por la tarde, debemos intentar que la sesión no interfiera con nuestro horario de sueño y que pasen varias horas entres que terminamos y nos vamos a dormir. Hacer ejercicio puede mejorar nuestra rutina de sueño, pero solo si lo hacemos correctamente.
En definitiva, lo importante es moverse y entrenar al menos 150 minutos a la semana, ya sea en sesiones largas o cortas. Todo se trata de encontrar algo que nos venga bien y se adecúe a nuestras necesidades y estilo de vida.
Te puede interesar