La situación económica en el país es sumamente difícil. Nadie, o al menos muy pocos, escapan a la dura realidad que azota y carcome los bolsillos de los argentinos.
Es una pirámide que ha comenzado a derrumbarse y eso es muy peligroso. Un caso puntual es la educación, también la salud.
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Los Institutos privados han comenzado a sentir el cimbrón. Padres que no pueden pagar la obra social, obra social que corta el pago a las entidades, entidades que comienzan a recortar recursos, recursos que faltan para afrontar compromisos. En fin, es una avalancha que hora a hora, día a día se agranda y disminuye la posibilidad de los afectados de poder aguantar, recuperarse, sobrevivir al menos.
Hace muy pocos días fueron varios los institutos de nuestra provincia que se “visibilizaron” para dar a conocer esta dura y penosa realidad.
“Después del encuentro, la visibilizarían que hubo a nivel de nación de la situación de discapacidad, realmente no hubo ningún tipo de respuesta al problema. Seguimos con la misma postura. No hemos tenido respuesta en las instituciones de todo el país sobre algún cambio o alguna situación que favorezca para seguir sosteniendo todos los establecimientos, todas las necesidades básicas que tenemos. Económicamente, la situación no es buena” explicó Silvia Bonansea, directora del Instituto “Cree en Mí” uno de los de mayor prestigio en Mendoza.
“La situación nos ha castigado mucho a todos porque al no haber partidas o al no haber firmas se demoran los pagos y a veces se pierde la cadena de esos pagos que tiene que ser cada tres meses. Hay una obra social, un programa que tenemos nosotros, que es el Club de Salud y lamentablemente el último pago que tuvimos fue en el del mes de septiembre. Y también no hay altas para los jóvenes con discapacidad, no están abiertos las altas ni a afiliaciones nuevas ni a altas de prestaciones, entonces los jóvenes tampoco pueden acceder a sus tratamientos así que no hemos tenido novedades ni respuestas a nuestros reclamos” dijo la directora.
“Nosotros tenemos altas que necesitamos desde enero del 2023. Los primeros meses por lo menos recibíamos una respuesta con el nuevo sistema que hicieron, bastante más engorroso y nos ponían, bueno, que había que corregir. Después dejaron, no contestaron más. Tuve la oportunidad de ir a Buenos Aires, decían que no había un director, que ahora creo que han colocado uno hasta el mes de abril, por eso no se liberaban autorizaciones. Según lo que se habla a nivel nacional, lo cual no sé si es así, es que no quieren porque no hay una partida presupuestaria que pueda cubrir las nuevas, los nuevos afiliados. No sabemos si es verdad o no, ¿pero qué respuesta les damos como institución a los padres?” se preguntó Bonansea.
La situación es preocupante
“Esta institución se ha hecho cargo de muchas cosas y no porque seamos mejor que nadie. Becamos a los jóvenes para que no pierdan la oportunidad de venir. Vuelvo a repetir, no somos mejor que nadie, pero tampoco vamos a dejar sin prestación a un paciente que lleva años viniendo” agregó.
“Algunos referentes, instituciones, decían que se complicaba mucho el tema de alquileres de los lugares y que está la posibilidad de cerrar las puertas. Incluso es así, nosotros puntualmente tenemos dos casas y en una de las casas estamos pagando un valor desorbitante. Hoy cada propietario cobra lo que quiere. La situación se ha tornado insostenible porque ahora todos los meses nos quieren aumentar el alquiler y pasa de 920 mil pesos a 1 millón 200 mil. Es impagable. Hacemos el esfuerzo porque somos rehenes. Entiendo la situación de cada uno, pero no puedo dejar de velar por la nuestra. ¿Dónde me voy con 80 chicos en esta casa con 20 profesores y estando categorizados?” deslizó.
“El exgobernador (Rodolfo) Suarez nos recibió muy amablemente y manifestó su intención de poder ayudarnos: Nosotros no pretendemos nada gratis. En realidad, buscamos un lugar que sea nuestro para poder seguir trabajando y sosteniendo esta enorme estructura. Dependemos mucho de este trabajo. Sí seguimos así van a quedar pocas instituciones abiertas. No vamos a poder pagarle a nuestros empleados, a nuestros compañeros, porque no son empleados. Esta institución es como una familia. Y tampoco podemos pagarles sueldos magros cuando tenemos la inflación que tenemos. Es un verdadero círculo vicioso” advirtió la profesional.
“Hemos hecho encuentros con intendentes, con el gobernador, con distintas áreas dentro del gobierno, con planificación y no hemos obtenido respuesta alguna. La idea nuestra es poder comprar un lugar o poder tenerlo acomodado y arreglarlo. No lo queremos gratis, pero queremos un lugar apto para que los jóvenes puedan asistir y recibir sus prestaciones. Hasta el momento no hemos recibido respuesta de nadie, pero somos optimistas. No pretendemos nada gratis. Si alguien nos quiere dar una mano nos puede llamar al 2613263031 o al número de la institución que es el 4363219” dijo en la parte final de la entrevista.