El peronismo debate su futuro
La interna del peronismo mendocino parece empezar a desperezarse. La interminable sucesión de derrotas provinciales parece haber agitado de una buena vez el debate interno y la confrontación de ideas y proyectos diferentes que durante muchos años se escondieron bajo la alfombra.
Con el kirchnerismo de capa caída (aunque a nivel nacional hay muchos que le piden a Cristina Fernández que retome el control partidario) en Mendoza quienes ahora se definen como "no kirchneristas" parecen dispuestos a dar pelea a La Cámpora de Anabel Fernández Sagasti.
Todas las miradas a la hora de pensar una nueva conducción, apuntan a los intendentes, algunos de ellos con aspiraciones a suceder a Alfredo Cornejo.
En ese lote aparecen Flor Destéfanis, ahora alejada de los camporistas pero con complicaciones internas tras las denuncias a su esposo/concejal.
Pero también, Matías Stevanato, quien ya declinó la conducción pero viene marcando diferencias hacia dentro en pos de una construcción propia.
Los sanrafaelinos no se quedan atrás y hay quienes impulsan a Emir Félix, quien ahora está fuera de la función pública.
Pero tampoco descartan al ahora redimido Celso Jaque, quien especula con la revancha y cree volver a convertir en ganador a su partido.
Lo cierto es que siempre con una referencia nacional antes que provincial, son muchos los peronistas que están convencidos, más allá de los nombres, que el camino de la redención es emular al peronismo cordobés, ese que supo armar José Manuel De la Sota, luego continuar Juan Schiaretti y ahora expresa el gobernador Martín Llaryora.
¿Podrán importar ese modelo cordobés? ¿Romperán con las ataduras del kirchnerismo? ¿Serán capaces de encarnar un proyecto netamente mendocino? Muchas preguntas todavía sin respuesta.
El gataflorismo con la lucha antigranizo
Desde que Alfredo Cornejo anunció el fin del sistema de mitigación conocido popularmente como lucha antigranizo se desató una serie de repercusiones inexplicables.
Durante años, se sucedieron las críticas feroces sobre la efectividad del sistema, los costos de la operación, el material utilizado, la seguridad de los pilotos, etcétera.
Los cuestionamientos se hicieron habituales en la opinión pública pero también en la Legislatura, donde los pedidos de informes al Ejecutivo o al ministerio de Economía, también eran corrientes.
Lo cierto es que cuando la decisión oficial es cortar por lo sano, la catarata de voces a favor de la continuidad del programa se multiplicaron. Opositores que antes cuestionaban, pero también oficialistas. Representantes del sector público, pero también del privado... en síntesis, después de tantos ataques, ahora parece que la lucha antigranizo es buena, eficaz, e imprescindible... gataflorismo a la mendocina.
Un mendocino que no se quiso perder el Pacto de Mayo
Sin dudas, la firma del Pacto de Mayo en San Miguel de Tucumán se llevó toda la atención política y periodística de la semana. Pese a las confirmaciones, la expectativa estuvo puesta en los presentes y también a los ausentes a la convocatoria del presidente Javier Milei.
Mendoza estuvo representada por el gobernador Alfredo Cornejo quien suscribió el documento de 10 puntos, sin embargo no fue el único representante provincial.
Entre los invitados que fueron dispuestos en sillas ubicadas en el frente de la histórica casa de Tucumán se pudo divisar a José María Videla Sanz, subsecretario de Relaciones Institucionales del Gobierno de Mendoza.
El funcionario que viene de ocupar una banca en la Legislatura provincial, tiene buenos vínculos políticos con la Nación y obviamente no se quiso perder lo que para el gobierno libertario fue presentado como una ocasión refundacional de la Nación. ¿Habrá pasado mucho frío en la vigilia tucumana?
La paradoja de Cornejo y el IDR
Esta semana se conoció la noticia del cierre de la Fundación Instituto de Desarrollo Rural, tras más de 25 años de existencia.
El dato curioso es que en los tiempos previos a su creación -Gobernación de Arturo Lafalla- uno de los principales impulsores de “Mendoza Datos” (programa del Ministerio de Economía, precedente directo del IDR), fue un joven Alfredo Cornejo, quien ya empezaba a perfilarse como armador político en la Unión Cívica Radical.
Eran tiempos de Menem y del auge de las fundaciones, a partir de convenios público-privados.
Hoy, como Gobernador, y en una etapa de “achicamiento” del Estado impulsada por el presidente Milei, le toca la responsabilidad de determinar el final de este organismo que resultó tan útil para la toma de decisiones, tanto del ámbito privado productivo como del estatal.
Los tiempos cambian y los protagonistas deben adecuarse.