San Roque, nacido en Montpellier, Francia, a finales del siglo XIII, es uno de los santos más venerados en la tradición cristiana, especialmente por su especial relación con los animales. Su vida estuvo marcada por una profunda fe religiosa y una extraordinaria dedicación a los enfermos, lo que lo convirtió en un símbolo de compasión y cuidado, no solo hacia las personas, sino también hacia las criaturas más vulnerables.
Desde joven, San Roque demostró una gran piedad y, tras la muerte de sus padres, decidió renunciar a sus bienes materiales para dedicarse completamente a la caridad. Durante su peregrinación a Roma, Europa estaba asolada por una devastadora epidemia de peste. San Roque no dudó en atender a los enfermos, realizando numerosos milagros, según la tradición, al curar a los afectados con el simple gesto de hacer la señal de la cruz.
Sin embargo, la historia que lo liga para siempre con los animales, y en particular con los perros, ocurrió cuando él mismo contrajo la peste en su camino de regreso a Francia. Para evitar contagiar a otros, se retiró a un bosque, donde fue encontrado por un perro. Este animal, que según la leyenda, le llevaba pan diariamente y lamía sus heridas, que lo ayudó a sobrevivir durante su enfermedad, lo que le valió al santo el título de patrón protector de los perros y, por extensión, de todas las mascotas.
El Santo falleció en Italia alrededor de 1327, pero su legado perduró a lo largo de los siglos. Fue canonizado en el siglo XV y desde entonces es venerado como un símbolo de protección contra las enfermedades, tanto humanas como animales. Su festividad, que se celebra cada 16 de agosto, es una ocasión en la que en muchas partes del mundo se realizan bendiciones de mascotas en su honor.
Su historia nos recuerda la importancia de la compasión y el cuidado hacia todos los seres vivos, inspirando a quienes siguen su ejemplo a tratar con amor y respeto a los animales que comparten nuestras vidas. Su devoción y legado continúan siendo una guía espiritual para quienes ven en sus actos de bondad una forma de vida.